Sandro esperó a que Carlotta, le hablara, le contara de su vida pasada, pero la chica solo lloraba en silencio, él se sentía frustrado porque intentaba acercarse a ella, y siempre colocaba una barrera entre ellos que era casi imposible de bordear, sin embargo, no se daba por vencido, estaba dispuest
—¡Ya basta, Sandro! No eres un inútil —mencionó ella viéndolo a su cara y se dio cuenta de que los ojos del hombre estaban anegados de lágrimas —Por favor, olvida eso, soy una mala persona por siquiera pronunciar esas terribles palabras. Lo hice porque mi ex me lastimó, cuando me topé con él, no dej
Carlotta pasó la noche muy inquieta, cada dos horas se despertaba, caminaba a la habitación de Sandro, se quedaba en la puerta parada unos minutos, con ganas de entrar, y así repitió los mismos pasos dos veces más, se dio unos golpecitos en la frente con frustración, y a la tercera vez de hacer lo m
Mike levantó la voz, molesto.—¿De qué deseas hablar con ella? ¿De qué incidente se trata? —cuestionó.—No tengo tiempo para explicarte, ponme a Katy al celular ¡Ya! —insistió Sandro.En ese momento Carlotta salió del baño con un albornoz puesto y se dirigió hacia él, así que Sandro no tuvo más alte
Sandro y Carlotta se besaron apasionadamente, a ella le encantó sentir los labios de Sandro sobre los suyos, y sus manos acariciando su espalda. La joven se sintió viva y excitada como nunca antes, y no quiso que ese instante acabara. Sandro también sentía una intensa atracción por Carlotta, y esta
—Te amo, Carlotta —ante su confesión, ella abrió los ojos, sorprendida, y lo miró a los ojos. En ese momento, Carlotta supo que Sandro le estaba diciendo la verdad y que con ese hombre quería estar por el resto de sus días. Cuando iban a volver a besarse el sonido del teléfono de Carlotta los sacó
Ella se sentó a horcajadas encima de Sandro y empezó a besarlo, primero con timidez, aunque sentía un fuego recorriéndola vorazmente en su interior, tomó sus labios y los succionó lentamente, al mismo tiempo que un gemido salió de la boca del hombre, sintiendo que estaba a punto de explotar de la pa
Los labios de Carlota formaron suaves gemidos mientras se arqueaba hacia adelante y se ondulaba. Sentía sus pechos rozar su torso, sus pezones rígidos y puntiagudos al deslizarse contra su piel. Un susurro de sábanas, sus respiraciones, los gemidos ocasionales, la piel de ella abofeteando la de él.