Carlotta escuchó la puerta, y aunque reaccionó de inmediato alejándose, ya era demasiado tarde porque los señores Hamilton ya habían presenciado la escena que se estaba desarrollando segundos antes, la cual para ellos, no era más que la novia de su hijo mayor besándose con su hijo menor.El rostro d
La sola mención de Katy, la chica cedió a ir con él, sin ocultar su expresión de mortificación, y se dejó guiar, ante la sorpresa de los demás, quienes pensaron que Mike había escuchado lo sucedido y se la llevaba para reclamarle.Cuando ellos salieron, en la habitación tanto la madre de Mike como S
Carlotta se sentía indignada, sabía que su amiga era impulsiva, pero esto que había hecho era inconcebible «¿Qué bicho raro se le metió a ella? ¿Cómo se le ocurre decir esas barbaridades a los medios?» se dijo mentalmente, porque lo que había hecho le parecía una completa locura. Por un momento se q
Sandro se veía amenazador, y Carlotta no pudo evitar sentir que su corazón saltara de la emoción en su pecho, porque a pesar de sus limitaciones, se atrevía a enfrentarse a Mike, le inspiró tanta ternura que sus ojos se humedecieron.Por su parte, Mike, dirigió su vista a su hermano y luego a ella,
—Gracias, Mike, por traerla, ella es la mujer más sensacional que he conocido —expresó con sinceridad, sin dejar de contener su emoción, tomó la mano de la chica, mientras ella daba un suspiro, preocupada, porque no deseaba ir de prisa, sin embargo, él se veía tan ilusionado, que tampoco deseaba rom
Tanto Carlotta cómo Mike, se quedaron observando a Sandro como si le hubieran salido dos cabezas, ella porque a pesar de que también le respondió que no, tenía sus razones y era por su reciente experiencia, no obstante, no podía negar que el chico le gustaba y mucho más de lo que recordaba que le gu
Al escuchar a su hermano empezó a mover la cabeza de manera negativa, —¡No! ¡Estás loco! ¿Cómo voy a hacerle eso? ¿Sabes que significaría para ella someterla al escarnio público, que la gente y sus colegas la señalen? No haré eso, si quiero hacerla feliz y que se dé cuenta de que ella me importa en
—Es que no quiero casarme con Sandro —pronunció con un ligero puchero. —Es tu opción, yo no quiero casarme contigo, ni con nadie, no nací para eso —expresó el hombre con un dejo de nostalgia. —Te hicieron mucho daño en el pasado ¿Verdad? —él se quedó en silencio, solo afirmó con la cabeza. Despué