Catalina estaba asustada, pero Luca alejó a su madre.
—¡Eres mala y vengativa, Catalina, ¡tú ordenaste que golpearan a tu hermana y le hicieran daño! Ahora ella está en el hospital.
Catalina abrió ojos enormes.
—¿¡Cómo pudiste ser tan mala!?
—¡Cállate! Solo te importa esa m*****a de Ariel, y sabes que, ¡ojalá que se muera! No vuelvas a acercarte a nosotros.
La madre de Catalina quiso pegar a Murat, pero èl detuvo su mano apretándola con fuerza hasta hacerla quejar.
—No me toques, olvídate de mí y de mi esposa. Si tu monstruo llamado Ariel padece, créeme que es justicia divina.
Luca la empujó, y la mujer se alejó de ellos.
Luca abrazó a Catalina.
—¿Tú lo hiciste, Luca? Dime la verdad.
Luca se puso nervioso, ella pudo ver en su rostro que era verdad.
—Es que… mi amor, obtuve el nombre de ese maldito.
Los ojos de Catalina se abrieron enormes, y se abrazó a Luca.
—¡Ella confesó! Por favor, Luca, ayúdame, he soñado mucho, no dejes que ese maldito lastime a ninguna otra mujer.
Escuchar sus p