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Mia se probó ese vestido, era liso, largo y elegante.Amaranta corrió a abrazarla con ternura.—¡Luces tan hermosa como la primera vez!Mia sonriò, la abrazó de vuelta.—Me siento tan feliz, sí, sé que solo los locos se casan dos veces con la misma persona, pero yo no deseo màs que eso, sé que puedo ser una loca, pero seré feliz de serlo.Habían pasado un par de meses, Helena y Catalina se probaron sus vestidos de damas, eran color lila, y eran elegantes y bellos.—Me alegro de que quieras ayudarnos en la fundación, Catalina, tenerte ahí será de gran ayuda.Catalina sonriò.—Para mí será muy especial y estoy feliz de hacerlo —dijo Catalina.Cuando Catalina volvió a casa, estaba con la niñera, cargó a la pequeña, la arrulló y amamantó. Perla Lucía cada vez crecía màs, sus ojos aún eran grises, pero todos dijeron que estaban volviéndose del mismo color de Catalina.Ella tuvo un rastro de esperanza. Perla Lucía era idéntica a ella en sus fotos de bebés, eso deseaba.Por ahora, Catalina y
—¿Qué haces aquí? Te hacía tan lejos de aquí.Darina sonriò.—Quise volver, estuve pensando, trabajando con niños en situación de calle, y luego pensaba en ti, era como si algo me hiciera falta. Tú me haces falta, Mia.Mia no podía creer en sus palabras, era como si su sueño màs profundo se volviera realidad.—Darina…—Tenìa miedo, he estado enojada, frustrada y asustada, fui una niña herida, y me quedé en un papel de víctima del que nunca pude escapar. Sé que lo que pasó no fue mi culpa, pero me aferré al odio, me aferré al dolor, no supe como liberarme. La vida está pasando, Mia, y solo soy una espectadora, no quiero ser como esta hoja que el viento lleva de un lado a otro.Mia tomó su mano entre la suya.—Darina, sabes que siempre estaré aquí…—Es tan difícil comprender como hay mundos tan diferentes, me duele, haberte alejado, tuve tanto y no tengo nada, mi corazón está vacío, y te necesito, pero, no sé si podemos traspasar esta barrera de amor.Mia tenìa ojos llorosos ante las pal
Cuando llegaron al jardín de la mansión, todo estaba listo para la boda. Los familiares estaban ahí, también amigos cercanos.Los invitados esperaban, y el juez también estaba listo para comenzar la ceremonia.Esta vez, Mia caminaría rumbo al altar, tomando la mano de su madre.Ambas tomaron sus manos y caminaron hacia el altar, mientras todos aplaudían y las observaban.Mia tenìa ojos con lágrimas, pero su sonrisa era la màs hermosa y pura.Ambas caminaron y llegaron hasta el pie del altar.Darina besó la frente de su hija, mirò sus ojos con infinito amor, que, por fin, Mia podía sentir.—Sè feliz, solo mereces ser feliz.Mia sonriò, besó sus manos, luego tomó la mano de Arturo.—Es la segunda vez que tomas mi mano, y nunca la volveré a soltar, ese es mi juramento de amor.Ambos se miraron con ojos llenos de amor. Estaban listos para volver a ser marido y mujer.La ceremonia comenzó, y el juez, pronto los declaró marido y mujer, firmaron el acta de matrimonio.—Por el poder que me da
La fiesta terminó, los novios debían ir de luna de miel, irían a una isla del Mediterráneo, se despidieron de todos y partieron.Amaranta pidió a Darina que se quedara con ellos, al menos por un tiempo; ella aceptó.Pronto, la fiesta finalizó. Pero, Jorge y su padre se quedaron juntos.—Hijo, quiero, pedirte perdón, por todo.Jorge abrazó a su padre, cada dìa era màs mayor.—Padre, el pasado ya no me importa, soy feliz, y mucho te lo debo a ti. Me diste la vida, no te guardo rencor por errores del pasado, soy padre ahora y serlo no es fácil.El hombre tomó su mano.—A veces, pienso en Enrique, cómo lo volví así.Jorge negó.—Cuando plantamos un árbol, hacemos todo lo posible porque crezca recto, porque crezca sano y alto, lo regamos, lo cuidamos, pero, debes entender algo que entendí con mis propios hijos, y con mi vida; al final, puedes hacer todo por quien amas, pero nunca amarás lo mismo por los dos, no hay nada que pudieras hacer, Enrique es lo que es, ni por ti, no por nadie, solo
Seis meses después.Luca y su padre estaban en la empresa, se enteraron de la muerte de Luis Saavedra, no se alegraban de eso, pero Luca sentía cierta paz.Su muerte no fue algo natural, ni por enfermedad, hablaban de una muerte de sangre bastante cruel en prisión.Resulta que, Jerónimo había visitado a Enrique, y fue èl quien le confirmó las sospechas a Enrique sobre que ese hombre había atacado a su hija, aunque Enrique nunca conoció a Mia, la idea de que ese hombre lastimara a su hija no le hizo gracia, provocó que varios hombres atacaran a ese sujeto hasta que lo ultimaron.—¿Por qué el abuelo lo visitó? Pensé que nunca màs quiso saber de èl —dijo Luca.—El abuelo se siente culpable, supongo que fue a limpiar la conciencia.Luca lo entendió.Estaban a poco tiempo de la boda de Helena, y todo era emoción en la familia.Darina y Mia fueron a visitar a Catalina, pero se encontraron con la sorpresa de que ella no estaba ahí. Entraron a ver a Perla Lucía. Cuando llamaron a Catalina, e
Pronto fue la boda de Helena y Xavier.Fue una boda hermosa y emotiva.Cuando finalizó, los novios partieron hacia un destino a una isla en Grecia.Al día siguiente.Mia y su madre dieron un paseo por el lago cercano a casa.—Amo el lago, me encanta que vengamos a desayunar aquí un dìa por la semana —dijo Darina.—Mamá, te tengo un regalo —dijo Mia con emoción.Mia le dio una caja de regalo en las manos.Darina se quedó perpleja.—¿Y esto? No es mi cumpleaños —exclamó Darina confundida.Mia sonrió.—Quiero consentirte.Darina abrió el regalo, estaba ansiosa por conocerlo, vio lo que parecìa un trozo de tela.Lo desenvolvió y su sorpresa fue enorme. Era un mameluco de bebé con una leyenda: “eres la mejor abuelita del mundo”.Hizo un gesto de sorpresa, levantó las cejas, y cubrió su boca, a punto de lanzar un grito.—¡¿Es verdad?!Mia asintió con ojos llorosos.—Tendrá un hijo, mamá, tendrás un nieto.Darina y Mia se levantaron, se abrazaron con fuerzas, se abrazaron.—¡Oh, mi amor! ¡Qué
Los niños corren por el jardín, han pasado cinco años.Mia y Arturo tuvieron a Miranda, su pequeña.Catalina y Luca tuvieron a su hijo David.Dos años después, Helena y Xavier tuvieron a sus mellizas Daniela y Sarah.La familia crece, día a día, y nunca hemos dejado de estar juntos.Sonrió, escuchó las charlas, los juegos, la alegría.Hace tres meses, mi padre Jerónimo nos dejó, partió en paz, pero recuerdo que un día antes me preguntó.—¿Crees que tenga haya sido un mal padre?Tomé su mano, y le dije que no, era un gran padre. Hizo lo que pudo, se equivocó como todos, pero era mi padre, lo amaba, y si podía volver a nacer, lo elegiría de nuevo.Un dìa después se puso mal y falleció.Lloré, me quedé con esa pregunta, pero luego, entendí que es el final de un ciclo, no hay forma en que esta historia se acabe, que no sea el final de la vida.Vivió en paz, olvidó lo malo, recuerdo lo bueno.Cada dìa que pasa solo quiero ser un mejor padre. Y un mejor esposo.La cena está servida, nos reu
Vestida de novia, observaba por la ventana, era de noche, abrió ligeramente el cristal, el sonido del viento como de aquellas voces se grabaron en sus oídos. Mariza se había casado con Jorge Santalla hace unas horas, y estaban en su nueva residencia cuando esa mujer llegó a tocar su puerta, la conocía, solo de nombre, era Mónica Flores, los rumores apuntaban a que era la exnovia de su ahora marido. —¡¿Y qué debía hacer?! ¡Me engañaste Mónica! —¡Yo no quería engañarte! —exclamó la mujer en el jardín frente a ese hombre que vestía un esmoquin con aquel botonier—; tenía vergüenza de mi pasado, amor —ella quiso tocar su rostro. Él se deshizo de su agarre. —¿Cuándo ibas a sentirte avergonzada? ¡Nunca dejaste de trabajar como una… ni siquiera porque ya eres mía! ¿Te faltaba dinero? ¿Por qué no me lo pediste? La mujer hundió la mirada. —¡Nunca serás feliz con ella! No la amas, solo me amas a mí, ¡díselo! Grítale que cuando la besas, piensas en mí. —¡Cállate! No voy a perdonarte, ahor