Todo el camino, lo hago tratando de no pensar tanto en lo que Cillian tiene en mente. Él se ve despreocupado. La camioneta se detiene frente a un edificio. El lugar no tiene aspecto de ser un club de hecho hay un anfitrión y un guardia de seguridad. Parece más un restaurante. Una vez fuera de la camioneta, Cillian me guía hasta la entrada. No sin antes mirar alrededor donde se posiciona la seguridad de Cillian. Entramos obviando a todos. El lugar está lejos de ser lo que espere. Tiene el aspecto de un bar. La decoración en estilo años dorados de Hollywood. Las personas conversan de forma amena. Cillian toma mi mano y nos guía por la sala. Me fijo en que nos miran con interés, unos saludan a Cillian y este les corresponde en saludo con un asentamiento se cabeza. —Es interesante —murmuro cuando tomo asiento —No es como lo imagine. Este ríe entre diente. —Pensante que encontrarías la versión más moderna de Sodoma y Gomorra. No respondo. Llegamos a una mesa al fondo, donde hay un
Sentada en la mesa del comedor, remuevo mi desayuno ignorando la conversación de Cillian y Ares. Anoche después de llegar del club Cillian desapareció por horas.Lo espere hasta que darme dormida, pero no llego. Esta mañana apareció como si nada y solo me dio un frio saludo. Es como si el hombre con el que Salí ayer hubiera desaparecido.—Si todos sale bien, celebraremos esta noche —dice con entusiasmo Ares dando un golpe a la mesa sobresaltándome.Levanto la vista y me encuentro con los ojos grises de Cillian que me estudian—Lo más probable es que esta noche tengamos visitas.—¿Quieres que haga cocteles para tus amigos los mafiosos? —inquiero con acritud. Ambos se quedan en silencio.Dejo el cubierto a un lado y me pongo de pie. Sencillamente no puedo verlo y saber que todo está a punto de terminar, salgo del comedor si mirar atrás.—¡Helena! —escucho el grito de Cillian, pero no me detengo. Cuando entro a la habitación, este entra seguidos después tirando la puerta con fuerza.—No e
Miro alrededor de la habitación y todo me da vuelta.El recuerdo de Olivia cayendo sin vida y la mirada psicópata de Daniel me haces respirar profundo.Necesito escapar.—Vaya, al fin despierta —dice Daniel. Miro a un lado de la habitación y está sentado en un pequeño sofá frente a la cama.—Estas firmando tu sentencia de muerte al hacer esto— digo tratando de no sonar temerosa —Cillian vendrá por mí —hablo con convicción.Cillian no me abandonara. De eso estoy segura.—Tenía grandes planes junto a ti y tú los echaste a perder por abrirte de piernas a ese hijo de putaMe siento en la cama y lo enfrento.—Lo nuestro estaba mal desde antes de que Cillian apareciera en mi vida —hablo— Antes de enterarme el pedazo de basura que eras. La escoria con la que estuve durante años.Se pone de pie de un salto ante mi insulto y se acerca a la cama. Se acerca y oculto el miedo que siento se inclina y me toma del rostro haciéndome daño.—¡Voy a hacerte gritar de dolor perra! Vas a rogarme que tenga
El tiempo lo cura todo.Eso es lo que me repito cada día que pasa sin saber nada de Cillian. Han pasado dos meses desde la última vez que lo vi. Dos meses donde mi vida se ha vuelto triste y monótona. Pensé que recapacitaría y me buscaría, pero conozco lo tenaz que puede ser y si no se dé el, solo me queda esperar los papeles del divorcio.Los ojos, como muchas veces se me llenan de lágrimas y eso lo odio.¿Cuándo me volví una llorica?Me siento en la cama y tomo mi móvil. Uno nuevo que Jojo me trajo unos días después de darme de alta. De hecho, no busque nada en la mansión. Tampoco las enviaron. Así que, asumo que Cillian las desecho. Como todo en su vida cuando no le importa.En silencio, me levanto de la cama y respiro aliviada de que mi madre volviera a su casa y Jojo estaba con Lord, aunque todos los días me visita y no me pierde de vista. Sin embargo, quería estar sola y así poder lamer mis heridas sin darle lastima a nadie.Mi exjefe Logan, me había llamado para disculparse y a
Miro como el taxi se aleja como Helena dentro.Cada palabra que dio me la merecía.Ella tiene razón.Sin embargo, está equivocada en una cosa. Nunca la deje sola en el hospital. No podía acercarme, pero estuve al pendiente de todo. Tampoco la perdí de vista cuando estaba en su departamento. Tengo cámaras de seguridad dentro de su departamento.Si. Es una medida desesperada, pero necesitaba verla. Por eso cuando escuche la conversación de ella con Jojo diciendo que saldría con ese medicucho de mierda me cabree.Los dos meses sin ella han sido una tortura, pensé que alejarme sería lo mejor, pero estaba equivocado. No me puedo concentrar en nada, no duermo en condiciones. Todas las noches me siento frente al vestidor y observo todas sus cosas. Fui tan cobarde, que ni siquiera puede deshacerme de nada que le pertenece.También he lidiado con hacerme con el poder absoluto. Dominic no estaba muy feliz de estar bajo mis órdenes, pero era eso o perecer. No iba a dejar que nadie se hiciera con
Ruedo en busca de una posición más cómoda sobre la cama.¿Cama?Lo último que recuerdo, es estar en mí casa leyendo antes de que los hombres de Cillian irrumpiera.Abro los ojos de golpe y miro alrededor.El espacio es pequeño. Solo hay dispuesto una cama y una mesa de noche a un lado. Cerca de esta, hay una pequeña puerta. Con cautela me pongo de pie y me acerco a una de las ventanas para darme cuenta con horror de que estamos volando a quien sabe dónde.Descalza y con toda la mala leche, salgo de la habitación. Me detengo en seco al ver a tres de los hombres que entraron en mi casa. Están sentados dos leyendo y otro viendo una película con los audífonos puestos.—Veo que descansaste —desvió la vista y me encuentro con Cillian de pie a unos metros de distancia.—Tu —gruño acercándome hasta el con las manos en puño— ¿¡Como coño te atreves a secuestrarme!? —grito.Mi mano vuela a su rostro. Este no se inmuta.En realidad, nadie lo hace.—Llévame de regreso. ¡No pienso ir a ningún sitio
Me quedo de pie en el muelle donde la lancha se detuvo. Frente a mí, hay una casa de buen tamaño, a un lado diviso otra más pequeña. Alrededor veo la vegetación que hace la casa casi invisible al ojo humano, a menos que este a cierta distancia.Es en toda regla una casa para vacacionar. Desde los grandes ventanales hasta las barandillas de cristal del piso superior. Me quito los zapatos y sigo a Cillian de cerca.Lo que me tiene al borde de un ataque de histeria es que estemos solos en medio de la nada.No es justo.—Norman y los demás hombres estarán en la casa de visitas— señala la pequeña edificación a un lado.Cuando la arena toca mis pies no puedo evitar sonreír. Siempre me ha gustado viajar, pero entre mi carrera en construcción, pagar el departamento y ahorrar el resto, no me quedaba nada para poder hacerlo.Al entrar por la puerta principal, me encuentro con un gran espacio. La casa es de techos altos. La escalera moderna si barandillas y los ventanales le dan un toque elegant
Me coloco la última horquilla en el cabello dejándolo en un recogido algo desordenado. Mi vestido azul oscuro de corte griego es fresco para el cálido clima.Mi mirada se dirige a él chupetón que Cillian dejó en mi hombro ayer en la tarde en la piscina.—La carne es débil y el corazón, un pendejo—susurro disgustada conmigo.Después de nuestro tórrido encuentro, salí de la piscina como alma que lleva el diablo, y me encerré en la habitación. No vi a Cillian después de eso. Intento entrar cuando anocheció, pero no le deje. Tenía que subir de nuevo mis defensas.Cuando creí que ya se había ido dormir, bajé por algo de comer y volver corriendo a mi escondite.—Como una maldita rata —Helena resoplo.Esta mañana no lo vi. Le pregunté a Norman al cual encontré en el salón, solo respondió que su jefe había salido al poblado. Su mirada gélida me produce incomodidad. Prefiero a Fran, el hombre me cae bien y es muy amable.La hora del almuerzo llego sin noticias de Cillian. Había preparado algo