— Muñequita se que las cosas se ven mal, pero primero déjame cargarte y asegurarme de que no te lastimaste al caer, después de lo voy a explicar todo. — Espetó Victor con su corazón doliendo y muy preocupado, sabía que a ella le costaría mucho entender lo que había sucedido ese día, cuando al parecer no podía recordar nada más y explicarle todo de nuevo sería hacer que ella volviera a sufrir al pensar en su pasado, esto parecía una mala broma del destino. — ¿Qué me vas a explicar? ¿Qué no me engañaste? ¿Qué esas palabras no eran ciertas? Déjame en paz, no quiero verte. — Sollozó Maya, lo mismo que había sentido la primera vez que lo vio haciendo esto, lo estaba sintiendo ahora, su corazón dolía tanto como la primera vez, estaba devastada. — Te juro que no lo hice, yo nunca te engañaría muñequita, porque al estar contigo no puedo ver a nadie más ni siquiera, se que nadie podría compararse contigo, tú te adueñaste de mi corazón, de mi alma y de mí por completo y se que ese recuerdo se
— Lo hiciste muy bien mi cielo. — Dijo Victor con una enorme sonrisa mientras la miraba fascinado y la carita de Maya se ruborizo de inmediato. — No hice gran cosa, solo cumplo con la terapia. — Murmuró Maya. — Ya deberíamos irnos. — Si hiciste mucho, te has estado esforzando mucho y tu pierna cada vez está mejor, me impresiona mucho lo fuerte que eres. — Espetó él, hace unos días le habían quitado el yeso de la pierna a ella y había necesitado terapia por la gravedad de su lesión y se había estado esforzando bastante en su terapia a pesar de que podía ver cuánto le costaba y ya estaba caminando, aunque con un poco de dificultad y él estaba muy orgulloso de ella por todo su esfuerzo. — Estás exagerando, ya vamos a casa. — Lo instó a ella y él asintió. Los dos iban saliendo del hospital tomados de la mano, cuando Maya vio que una mujer se acercó a ellos y se congeló. — Victor mucho tiempo sin verte, es bueno poder hacerlo de nuevo. — Dijo Sasha con una sonrisa e intentó abrazarlo,
— Niños por favor alístense y encárguense de llevar a su mamá a la piscina en una hora. — Pidió Victor. — ¿Para que? Nos hemos dado cuenta que algunas personas han estado pasando con algunas cosas y al parecer en secreto a esa parte, ¿Qué es lo que esta sucediendo? — Preguntó Marcus frunciendo el ceño y Victor no pudo evitar sonreír, era muy difícil que algo se les escapara a sus hijos, los dos siempre estaban muy atentos a todo, no podía esconderles nada, afortunadamente Maya si era un poco más despistada, porque si fuera igual a ellos, no podría sorprenderla. — Quiero pedirle a su mamá que se case conmigo, por eso necesito que hagan esto. — Por fin, hace mucho que le debiste pedir matrimonio a mamá. — Lo sé, ¿Me van a ayudar? — Cuestionó Victor y los dos asintieron. Después de que él les explicó con más detalle lo que debían hacer, los dejó solos y fue a terminar de encargarse de que todo estuviese perfecto como quería. En cambio los niños luego de cambiarse fueron a la habita
— Quisiera arreglar las cosas con mis padres, antes de la fecha de la boda, me gustaría que puedan estar ahí, así que voy a necesitar viajar allá en estos días. — Comentó Maya y Victor al escucharla se congeló. — Mi cielo, no sé si esa sea la mejor idea, las cosas no son tan sencillas. — Suspiró Victor, no quería tener que decirle la verdad aún, pero ya no sabía cuánto más podría seguir mintiéndole cuando ella estaba pidiendo ver a sus padres. — Pero son mis padres después de todo, creo que podemos arreglarlo, nunca dejaremos de ser familia. — Murmuró Maya, ella quería que su vida fuera tal cual como soñó y no sería así si sus padres no estaban ese día junto a ella, además creía que ya era hora de arreglar todo, porque quería tenerlos en su vida, los extrañaba y quería que los niños pudieran estar cerca de sus otros abuelos también. — Mi cielo lo lamento mucho, el pasado con tu familia fue realmente difícil y creo que es hora de que sepas la verdad. — Espetó Victor tensándose, tení
— Estás realmente preciosa. — Dijo Jacob mirándola con una sonrisa. — Gracias y gracias por dejar todo y venir aquí, significa mucho para mí. — Musitó Maya y se acercó para abrazarlo. Estaba contenta de tener a su hermano aquí, su corazón estaba muy conmovido por el esfuerzo que él había hecho para venir a acompañarla en este día tan importante y porque sería él quien la entregaría en el altar. — Nunca podría perderme tu boda, tenía que estar aquí, así que no tienes nada que agradecer. — Espetó Jacob dándole un beso en la frente, él era el único de su familia que había venido hasta aquí, no podía fallarle, no iba a dejarla sola en este momento tan importante en su vida y él tampoco habría querido perderse la boda de su hermana. — Ya deberíamos irnos, tu futuro esposo debe estar ansioso esperándote. — Tengo mucho que agradecerte, pero te agradeceré después, ya se nos hace tarde. — Dijo Maya con una sonrisa y lo tomó del brazo para irse. Los dos se salieron de la casa y se subieron
— Muñequita no debes esforzarte tanto, deja que las personas hagan su trabajo y siéntate, bueno también puedes decirme lo que quieres que haga y yo lo haré. — Le dijo Victor quitándole la bandeja de las manos y caminando un poco para dejarla sobre la mesa, no le gustaba que ella hiciera tantas cosas, ya tenía siete meses de embarazo y en lugar de descansar, quería hacer todo porque hoy era el cumpleaños de los gemelos. — Yo puedo hacer eso, estoy embarazada, no enferma, no tienes que preocuparte. — Suspiró Maya siguiéndolo, estos meses él prácticamente no la dejaba hacer nada y sus cuidados hacia ella eran cada vez más fuertes, quería estar al pendiente de cada uno de sus pasos y no le molestaba que él estuviera tan pendiente de ella, pero si extrañaba hacer más cosas por sí misma. — Ya tu barriga está muy grande mi cielo y debes cuidarte mucho, por ti y por nuestra bebé. — Espetó Victor, se preocupaba mucho por ella, quería que todo saliera perfecto y estaba muy feliz de estar pres
Mia, una chica maltratada por su familia, es entregada en matrimonio a Jacob Davis a cambio de una alianza, pero no todo es como parece, tanto su futuro esposo como la familia de ella ocultan demasiados secretos, ninguno de ellos tienen buenas intenciones y podría ser ella quien pague las consecuencias de todo, porque a su familia ella no les importa ni un poco y están llenos de malas intenciones, nunca les ha importado hacerle daño, mientras puedan conseguir lo que desean de ella y está vez no será la excepción. A Jacob tampoco parece interesarle demasiado, él solo quiere casarse con ella para tomar venganza y no le importa lastimarla en el proceso. Aunque sabe lo dulce que puede ser ella, lo buena esposa que es a pesar de que él es muy frío, lo mucho que intenta obtener un poco de cariño que él no le da y a pesar de eso ella sigue intentándolo, él está decidido a no darle ninguna oportunidad, solo quería utilizarla para lograr su venganza, no quería tener ningún cariño por ella, per
— Deja eso, no lo puedes tocar, no es tuyo. — Gritó Mía furiosa al entrar a su habitación y encontrarse con su hermanastra usando las joyas de su madre, no le gustaba que nadie tocara esas cosas. — No, yo puedo tomar lo que me dé la gana y este collar me gusta mucho, me lo voy a quedar. — Replicó Brooke con una sonrisa retadora. — Más vale que dejes eso ahora. — Advirtió Mia apretando sus manos en puños, cansada de los abusos de su hermanastra, no le parecía justo que ella tocara las cosas de su madre, no siendo quien era, la hija de la amante de su padre, no tenía derecho ni siquiera a mirar esas joyas. — ¿Y que harás? ¿Vas a llorar? La pobre y débil Mia siempre llora, es patético. — Masculló Brooke y su sonrisa se tornó cruel. En ese instante Mía sintió que no podía soportarlo más, ya había aguantado demasiado, así que se aproximó hacía Brooke y le dio una fuerte bofetada que resonó en toda la habitación. — Te enseñaré a dejar de tomar lo que no es tuyo, estoy cansada de ti. —