— Max quiero que envíes a dos guardaespaldas a seguir a Aria, ella está embarazada y eso me preocupa, a pesar de que Benjamín sigue desaparecido no creo que Diana se quiera rendir y si se entera que Aria está esperando un bebé y piensa que es mío podría intentar hacerle algo, quiero prevenir que le pueda pasar cualquier cosa mala. — Espetó él dándole un sorbo a su trago, esperando que él alcohol pudiera adormecer un poco el dolor en su corazón, desde ayer se había sentido mucho peor. La culpa por no haber creído en Aria y que ahora ella no lo quisiera volver a verlo, lo estaba consumiendo por completo. — ¿De verdad está embarazada y no es tuyo? ¿Tú estás seguro de que ella y ese hombre están juntos? — Preguntó Max un poco descolocado, sentía que era demasiado pronto para que ella estuviera con alguien más y ya esperando un hijo, más cuando aún seguía casada con Lucien. — Eso afirmaron y vi la forma en que él la miraba, definitivamente la quiere, aunque aún dudo de que ese bebé no s
— Muchas gracias por traerme. — Dijo Aria un poco apenada abriendo la puerta, aún no sabía porque Victor seguía tratándola tan bien, pero cada vez se sentía mucho más en deuda con él. — De nada, nos vemos mañana. — Se despidió él antes de fruncir el ceño al darse cuenta que uno de los autos estacionados se parecía al de Lucien y cuando Aria cerró la puerta de su auto, la puerta del otro auto se abrió. Lucien que había llegado solo unos minutos antes que Aria bajo del auto y se acercó a ella, tomándola por sorpresa. — Hola. — Saludó él con un poco de timidez y nerviosismo. — ¿Qué haces aquí? — Preguntó Aria desconcertada. — Creí que ya todo había quedado claro, no quiero tener nada que ver contigo. — El problema es que yo si quiero tener que ver todo contigo, te quiero a mi lado para siempre, ocupando tu lugar como mi esposa, Aria no puedo seguir viviendo sin ti, por favor solo dame una oportunidad. — Espetó Lucien mirándola con anhelo y en ese momento se empezaron a escuchar unos
— En realidad no recuerdo demasiado, solo se que estuve un tiempo en ese lugar, pero antes de eso es bastante difícil, no puedo recordar a mis verdaderos padres ni cómo llegué a ese lugar, según lo que escuché es que ellos me habían abandonado, aunque una que otra vez he soñado con un adolescente que me hacía reír mucho y me subía en sus hombros para jugar conmigo, no sé si esto ocurrió en realidad o solo es parte de mi imaginación. — Respondió ella, separándose del abrazo, sin entender muy bien porque él le estaba preguntando esto. Cuando Victor escuchó la última parte, una lágrima se deslizó por su rostro, mientras miraba a Aria como si fuera lo mejor del mundo. Aunque no deseaba sacar conclusiones apresuradas porque tenía mucho miedo de sentir un terrible dolor si ella de verdad no era su hermana, ya había sido demasiado doloroso perderla una vez cuando fue secuestrada y mucho peor enterarse de su muerte después, no quería pensar que ella podría estar viva, solo para comprobar que
— Estoy muy decepcionado de ti, tú tía ya me comentó del desastre que estás haciendo de tu vida, primero echas a tu esposa y luego metes presa a tu ex, si esto llega a los medios nuestra empresa puede verse perjudicada, ¿Cómo pretendes ser mi heredero así? — Cuestionó Gerard, estaba furioso por ser él último en enterarse de todo, cuando pensó que Lucien y Aria deberían estar muy bien y de hecho deberían seguir buscando el nieto que él tanto quería. — Abuelo yo no pretendo ser tu heredero, no me interesa tu fortuna en absoluto, a quien le interesa es a otras personas y por eso debes tener más cuidado de ellos. — Respondió Lucien con calma, ya se le hacía un poco raro que su abuelo no se hubiese enterado antes de lo que sucedió con Aria, pero ahora se daba cuenta que Diana solo buscaba el momento perfecto para decírselo y que metiera en prisión a Camille era la cereza del pastel para que su abuelo estuviera furioso. — Tú habías dicho que ibas a darme un nieto y así podrías ser mi here
“Tengo los resultados.” Leyó Victor y su corazón empezó a latir con fuerza, emocionado y nervioso por este resultado que podría cambiar su vida y la de Aria. Tomó las llaves de su auto y sus cosas para salir con rapidez de la oficina, antes de avanzar al ascensor le dio una mirada a Aria que estaba sentada en el escritorio y le sonrió al verlo, entonces el anhelo de que ella sea su hermana se profundizó. — Vuelvo en rato. — Le avisó en voz baja, en este momento quería decirle tantas cosas, había sido difícil estos días de espera no decirle que ella probablemente podría ser su hermana, pero se contuvo, porque no sabía cómo ella tomaría esto, ella estaba embarazada y no podía afectar sus emociones sin estar totalmente seguro. — Esta bien. — dijo ella sin dejar de sonreírle y él simplemente siguió hacía el ascensor. Condujo rápidamente hacía el hospital y fue directamente a la oficina del director del hospital. — ¿Dónde están los resultados? — Preguntó ansioso y el director le entre
— El gusto es mío señorita. — Aseguró Hank, la sensación de volver a encontrar a su hija era demasiado increíble y le costaba contenerse para no abrazarla. Pensó que nunca volvería a ver a su pequeña niña a excepción de en sus sueños, pero a veces existían milagros y la vida le estaba regalando uno de los más hermosos al volver a tener a su princesita frente a él. — Bueno si desean pueden quedarse recorriendo la empresa y Aria por favor acompáñame a mi oficina. — Dijo Victor intentando mantenerse calmado, porque él también se moría por abrazar a Aria y decirle cuánto la extraño todos estos años sin ella. — Esta bien hijo, iremos a tomar un café y volvemos. — Aceptó Hank sosteniendo la mano de su esposa para irse, ninguno de los dos quería separarse de ella después de haber esperado tanto tiempo para verla, pero en este momento era algo necesario. Ellos se fueron y Victor se dirigió a su oficina junto a Aria. — ¿Necesitas algo? — Preguntó ella cuando la puerta se cerró. — Aria, ¿
— No sé si quieras tomarte unos días, si lo necesitas puedes hacerlo o también puedes dejar de trabajar, queremos darte todo lo que legítimamente te pertenece y aunque entiendo si no deseas vivir en casa con nosotros, podríamos comprarte un apartamento, darte una cuenta bancaria para tus gastos y lo del bebé, nuestros padres quieren que estés lo más cómoda posible. — Espetó Victor después de estacionarse. — No dejaré de trabajar y no puedo aceptar nada de eso, no siento que sea correcto. — Se negó Aria, aún le costaba aceptarlos como su familia, no porque no los quisiera con ella, si no que después de haber sufrido tanto tenía miedo de volverlo a hacer y recién estaba conociendo a sus padres y a pesar que se sintió muy bien al abrazarlos y estar con ellos, era difícil adaptarse a este gran cambio en su vida. Pensó que el único familiar de sangre que iba a tener era a su bebé, pero de la noche a la mañana todo había cambiado, tenía una familia que la quería. — ¿Por qué no sería corr
Cuando llegaron al restaurante, Luna se sentó al lado de Aria y los dos hombres lo hicieron frente a ellas, el ambiente entre ellos era tenso, pero Luna tenia una inmensa sonrisa que también contagiaba a Aria de toda su alegría y esto hacía que Lucien no le quitará los ojos de encima, fascinado por ver sonreír a su esposa. — Come un poco más, ahora no solo te tienes que alimentar tú, si no también al bebé. — Dijo Victor con ternura mientras le dejaba un poco más de comida a Aria en el plato y Lucien al ver esto apretó con fuerza su tenedor, estaba ardiendo en celos, odiaba que él se comportase de forma tan cercana con ella. Luna al escuchar estás palabras abrió los ojos de par en par por la sorpresa y miro a Aria emocionada. — ¿Estás esperando un bebé? — Cuestionó Luna con una sonrisa, al ver a Aria hoy solo pensó que ella había engordado un poco y no le dio mayor importancia, pero ahora estaba muy interesada en esto. — Si. — Respondió Aria con una sonrisa, acariciando su barriga