— Buenos días señor Myers, traje esto para usted. — Dijo Aria dejando una pequeña canasta llena de brownie en el escritorio de Victor y este arqueó las cejas sorprendido. — ¿A qué se debe esto? — Cuestionó con una sonrisa mientras miraba el interior de la canasta. — Solo quería darte una muestra de mi agradecimiento, espero que te gusten. — Estoy seguro de que me van a encantar, por cierto trata de terminar lo que tengas que hacer porque a la hora del almuerzo saldremos, te tengo una sorpresa. — Dijo él y está vez quien se sorprendió fue ella. — ¿Una sorpresa? Señor Myers ya ha hecho demasiado por mí, no puedo aceptar nada más. — Espetó Aria frunciendo el ceño, pensando que ya no podía deberle más. — Tonterías, estoy seguro de que esto te va a encantar, no aceptaré un no por respuesta, anda a trabajar y yo disfrutaré de mi postre. — Ordenó él y tomó un brownie, sin darle más opciones a que ella pudiera negarse así que salió de la oficina. Aria terminó todo su trabajo rápido mien
Dos meses después. — Mamá suéltame, ya no te quiero, le diré la verdad a mi papá. — Gritó Luna al borde de las lágrimas, ya no soportaba ver más a su papá así, nada parecía mejorar y su mamá cada día la trataba peor, además que hoy había escuchado una conversación extraña de su mamá y al preguntarle la regaño ordenándole que saliera de la habitación. — No le vas a decir nada Luna, ya me tienes harta. — Gritó Camille y estaba por pegarle cuando la puerta de la habitación se abrió. — No se te ocurra tocarla o pagarás las consecuencias. — Masculló Lucien mirándola con frialdad, él estaba pasando porque iba a la habitación de Luna para verla cuando escuchó una discusión entre ellas y aunque no estaba seguro de la verdad que ellas estaban hablando un presentimiento se empezaba a gestar en su corazón. — Yo… yo no le iba a hacer nada, solo que Luna a veces es un poco difícil. — Se excusó Camille nerviosa al mirarlo y dio unos pasos hacía atrás al ver la mirada asesina que él tenía. — Lu
— Lucien, ¿Qué pasa? ¿Por qué entras así? — Cuestionó Camille asustada guardando su teléfono, por la mirada que él tenía sabía que Luna le había dicho algo. — Si que lo hiciste bien, si que supiste joderme completamente y en el proceso lastimar dos personas inocentes, una de ellas tu propia hija, eres tan cruel, pero dime Camille, ¿Por qué volviste solo para hacer daño? — Interrogó él apretando sus manos en puños mientras los ojos de Camille se empezaron a cristalizar. Ella sabía que ya no tenía una salida, Lucien ya sabia la verdad y ella estaba hundida. Él la miraba con el más profundo odio que había visto y eso era doloroso. — Yo… yo no quise hacerlo, pero es que te amaba tanto, solo quería recuperar lo que me pertenece, yo solo quería seguir siendo tu esposa, estar con ustedes, no ha sido fácil volver y que tú ya estuvieras casado, me sentía horrible por eso, tienes que entenderme, solo lo hice porque te amo. — Sollozó ella, esperando con esto poder conmover a Lucien, pero él n
Cuando Aria abrió la puerta se sorprendió por completo al ver al hombre frente a ella, no imaginó volverlo a ver, pero de inmediato su corazón se aceleró y se quedó mirando lo aturdida, también sintiéndose nerviosa porque no sabía a qué había venido, pensando en que quizás venía a pedirle el divorcio. Lucien al verla sintió que su corazón quería explotar y se moría de ganas por abrazarla, ella seguía tan hermosa o más que antes, pero lo que lo conmocionó fue su vientre ligeramente abultado. — Mi amor, estás embarazada. — Dijo sorprendido y emocionado, también mucho más arrepentido por haberla echado cuando ella estaba esperando un bebé de él, cuando más lo necesitaba, no sabía si podría perdonarse esto asi mismo, tenía que compensarla por todo lo sufrido. Aria se quedó sin saber que decir, no sabía porque él estaba aquí, pero sus palabras le demostraban que él ya no estaba molesto, que no venía a pedir el divorcio y no estaba segura si él de algún modo ya sabía la verdad, pero sent
— Max quiero que envíes a dos guardaespaldas a seguir a Aria, ella está embarazada y eso me preocupa, a pesar de que Benjamín sigue desaparecido no creo que Diana se quiera rendir y si se entera que Aria está esperando un bebé y piensa que es mío podría intentar hacerle algo, quiero prevenir que le pueda pasar cualquier cosa mala. — Espetó él dándole un sorbo a su trago, esperando que él alcohol pudiera adormecer un poco el dolor en su corazón, desde ayer se había sentido mucho peor. La culpa por no haber creído en Aria y que ahora ella no lo quisiera volver a verlo, lo estaba consumiendo por completo. — ¿De verdad está embarazada y no es tuyo? ¿Tú estás seguro de que ella y ese hombre están juntos? — Preguntó Max un poco descolocado, sentía que era demasiado pronto para que ella estuviera con alguien más y ya esperando un hijo, más cuando aún seguía casada con Lucien. — Eso afirmaron y vi la forma en que él la miraba, definitivamente la quiere, aunque aún dudo de que ese bebé no s
— Muchas gracias por traerme. — Dijo Aria un poco apenada abriendo la puerta, aún no sabía porque Victor seguía tratándola tan bien, pero cada vez se sentía mucho más en deuda con él. — De nada, nos vemos mañana. — Se despidió él antes de fruncir el ceño al darse cuenta que uno de los autos estacionados se parecía al de Lucien y cuando Aria cerró la puerta de su auto, la puerta del otro auto se abrió. Lucien que había llegado solo unos minutos antes que Aria bajo del auto y se acercó a ella, tomándola por sorpresa. — Hola. — Saludó él con un poco de timidez y nerviosismo. — ¿Qué haces aquí? — Preguntó Aria desconcertada. — Creí que ya todo había quedado claro, no quiero tener nada que ver contigo. — El problema es que yo si quiero tener que ver todo contigo, te quiero a mi lado para siempre, ocupando tu lugar como mi esposa, Aria no puedo seguir viviendo sin ti, por favor solo dame una oportunidad. — Espetó Lucien mirándola con anhelo y en ese momento se empezaron a escuchar unos
— En realidad no recuerdo demasiado, solo se que estuve un tiempo en ese lugar, pero antes de eso es bastante difícil, no puedo recordar a mis verdaderos padres ni cómo llegué a ese lugar, según lo que escuché es que ellos me habían abandonado, aunque una que otra vez he soñado con un adolescente que me hacía reír mucho y me subía en sus hombros para jugar conmigo, no sé si esto ocurrió en realidad o solo es parte de mi imaginación. — Respondió ella, separándose del abrazo, sin entender muy bien porque él le estaba preguntando esto. Cuando Victor escuchó la última parte, una lágrima se deslizó por su rostro, mientras miraba a Aria como si fuera lo mejor del mundo. Aunque no deseaba sacar conclusiones apresuradas porque tenía mucho miedo de sentir un terrible dolor si ella de verdad no era su hermana, ya había sido demasiado doloroso perderla una vez cuando fue secuestrada y mucho peor enterarse de su muerte después, no quería pensar que ella podría estar viva, solo para comprobar que
— Estoy muy decepcionado de ti, tú tía ya me comentó del desastre que estás haciendo de tu vida, primero echas a tu esposa y luego metes presa a tu ex, si esto llega a los medios nuestra empresa puede verse perjudicada, ¿Cómo pretendes ser mi heredero así? — Cuestionó Gerard, estaba furioso por ser él último en enterarse de todo, cuando pensó que Lucien y Aria deberían estar muy bien y de hecho deberían seguir buscando el nieto que él tanto quería. — Abuelo yo no pretendo ser tu heredero, no me interesa tu fortuna en absoluto, a quien le interesa es a otras personas y por eso debes tener más cuidado de ellos. — Respondió Lucien con calma, ya se le hacía un poco raro que su abuelo no se hubiese enterado antes de lo que sucedió con Aria, pero ahora se daba cuenta que Diana solo buscaba el momento perfecto para decírselo y que metiera en prisión a Camille era la cereza del pastel para que su abuelo estuviera furioso. — Tú habías dicho que ibas a darme un nieto y así podrías ser mi here