— Lamento llegar tan tarde. — Se disculpó Aria de inmediato al ver a Lucien y él la miró por unos segundos dándose cuenta de que ella tenía unas marcas de dedos en su brazo y se acercó rápidamente. — ¿Qué te sucedió? ¿Quién te lastimó? — Preguntó preocupado y tenso, tomando el brazo de ella con delicadeza para observar de cerca los moretones que empezaban a formarse. Aria siguió su mirada sorprendida y notó las marcas de las que ella no se había dado cuenta hasta este momento y vio la preocupación de Lucien y sintió como su corazón se aceleraba, la hacía sentir realmente bien que él ni siquiera le diera importancia a su retraso y que solo quisiera asegurarse de su bienestar, nunca nadie se había preocupado tanto por ella como lo hacía él y eso llenaba su corazón de amor. El problema era que si le decía la verdad de lo sucedido era probable que él no volviera a dejarla salir sola y no era lo que ella quería, pero al verlo a los ojos se sentía incapaz de mentirle, además que Noah no
Cada día que pasaba Aria y Lucien estaban mucho más cercanos, el amor de uno por el otro solo crecía y a pesar de que estaban rodeados de personas que los querían lastimar estaban muy felices con su pequeña, se entendían muy bien, como hechos el uno para el otro. Estos días habían estado especialmente felices porque el avance de las terapias de Lucien iban cada vez mejor, sus piernas mejoraban cada día y ella también estaba muy contenta con la universidad, todo parecía ser perfecto, lo único que les preocupaba eran los peligros externos, Aria se preocupaba aún por su abuela y Lucien porque uno de sus familiares intentara algo contra Luna y Aria. También le preocupaba que aún no había podido dar con el paradero de Noah, después de su ataque contra Aria, parecía haber desaparecido. — Abuelo todo está bien por aquí, que bueno que tú también lo estás. — Dijo Lucien al teléfono sin poder dejar de observar a Aria que se estaba arreglando, le encantaba como le quedaba el vestido que él le
— La señora… La señora Camille está aquí. — Tartamudeo dejando a Lucien desconcertado y al mismo tiempo incrédulo, con demasiadas incógnitas en su cabeza que lo dejaron aturdido, nunca imagino esa respuesta. Aria miró la expresión de Lucien y de Luna que también quedó paralizada al escuchar ese nombre y no entendía nada, porque nunca ni Lucien ni Luna lo habían mencionado, pero un extraño sentimiento se apoderó de su corazón, todo se sentía un poco mal y comenzó a sentirse muy nerviosa y tensa. — ¿Mi mamá? — Preguntó Luna reaccionando finalmente con los ojos abiertos de par en par, al mismo tiempo que su pequeño corazón se aceleraba, no entendía si esto era un sueño o quizás se estaba equivocando, pero la posibilidad de volver a ver a su mamá después de tanto tiempo era algo que siempre quiso y la emocionaba demasiado. “Su mamá está muerta, ¿No es así? ¿Cómo es esto posible?” Pensó Aria mirando a la pequeña, descolocada y sintiendo un terrible presentimiento en su corazón — Aria p
— ¿Cómo puedes hacerme esto? Yo te amo, quiero estar con ustedes, mi familia. — Sollozó Camille desconsolada, antes de venir aquí nunca espero este recibimiento tan frío.— Por favor déjame quedarme aquí, quiero estar con Luna, te lo suplicó. — Pidió ella entre lágrimas y al verla así Lucien no pudo evitar conmoverse un poco, después de todo habían estado casados un tiempo y ella había sido una buena esposa, la cual no merecía esto. De hecho pensaba que ninguno se merecía estar en esta situación, solo que el destino les había jugado una mala pasada y ahora tenían que enfrentarse a una situación tan difícil. — Esta bien, iré a hablar con Luna un momento y luego tomaré la decisión si te quedas aquí hoy o no, espera aquí. — Esta bien. — Aceptó de inmediato Camille secando sus lágrimas y Lucien asintió antes de dirigirse al área donde estaba su ascensor para ir a ver a Luna y Aria. En la habitación Aria tenía abrazada a Luna, consolándola, a pesar de que ella no estaba mucho mejor, ten
Después de salir de clases Aria recibió un mensaje de su amiga para encontrarse en un café cercano a la universidad y aceptó de inmediato, sentía que necesitaba despejar su mente por un rato de todo lo que estaba ocurriendo. Ya habían pasado dos días desde la llegada de Camille y aunque Lucien seguía tratándola muy bien ella se sentía bastante incómoda y extraña, especialmente con Luna, ella se había alejado bastante y esto le dolía. Ya estaba demasiado acostumbrada a estar siempre muy cerca de la pequeña que había robado su corazón desde un inicio, pero ahora ella solo quería pasar tiempo con su madre y aunque podía entenderla, no podía evitar que esta lejanía le doliera, por eso necesitaba un respiro, así que se dirigió al café donde Clara ya la estaba esperando. — Hola. — Saludó Aria con una pequeña sonrisa al verla. — Que bueno que aceptaste venir, toma asiento. — Dijo Clara amablemente. — Sabes me preguntaba si puedes ir de compras conmigo hoy, es que no me gusta ir sola y no
Después de ese momento incómodo, Aria se disculpó con Clara y le dijo que ya quería irse a casa, ella lo entendió y se ofreció a llevarla. —Muchas gracias por traerme, lamento si arruine tu tarde. — Se disculpó Aria un poco avergonzada. —No te preocupes, compré muchas cosas y disfrute de tu compañía, a cualquiera pondría de mal humor ese momento, espero que podamos encontrarnos para comer algo la próxima vez. — Le dijo Clara con una sonrisa despreocupada, entendía muy bien que su relación con su familia no era buena y sabía de las cosas que Michelle le hacía a Aria cuando eran jóvenes, así que no le agradaba ni un poco y estaba de acuerdo con la reacción que tuvo. —Claro que sí, adiós. — Se despidió Aria aliviada antes de bajarse del auto. —Papi, ¿Puedes abrazar a mi mami como antes? — Preguntó Luna viendo a su padre con ojos brillantes en el momento justo que Aria abrió la puerta y esto la hizo sentir incómoda por todas partes. Empezaba a sentir que quien sobraba en todo est
— Mami yo quiero estar cerca de Aria como antes, ella no es mala como dices, no te ha hecho nada y a mí tampoco. — Suspiró Luna abatida, extrañaba mucho jugar con Aria como antes, pero Camille se lo había prohibido diciéndole que si lo hacía ella tendría que irse de nuevo y como ella no deseaba dejar de ver a su mamá tuvo que obedecer. — Claro que sí me ha hecho, me quito a tu papá, si ella no estuviera aquí, los tres podríamos ser tan felices como antes, pero ahora yo estoy tan triste, se que ella te quiere alejar de mí como lo hizo con tu padre, no quiero que eso suceda. — Dijo Camille fingiendo tristeza al mirar a su hija. — ¿Tú quieres que me quedé sola y triste? — No mami, yo te quiero mucho, yo no me voy a alejar de ti. — Aseguró Luna de inmediato abrazándola, no quería verla triste, no importaba si ella se tenía que sacrificar por la felicidad de su mamá. Camille la envolvió en sus brazos y sonrió sin que Luna la pudiera ver. — Por eso tienes que hacer todo lo que yo te dig
—Esta bien, cuídate mucho tú también. — Murmuró Aria abrazándolo y él le sonrió. —Por favor ayúdame a preparar algo de ropa en una maleta, iré a decirle a Luna. — Espetó Lucien, odiaba tener que separarse de Aria y Luna, pero tenía que empezar a arreglar estos asuntos cuánto antes. —No te preocupes, yo me encargo. — Aceptó ella y él beso sus labios con dulzura para luego soltarla y caminar hasta su silla de ruedas para sentarse nuevamente y dirigirse al ascensor. —Papi. — Pronunció Luna con una sonrisa al verlo acercarse al jardín. —Mi princesa tengo que hablar algo contigo, vamos a la sala. —¿Y conmigo no? Lucien se que quizás le puede molestar un poco a Aria que yo esté aquí, pero deja de tratarme como si no existiera, eso me rompe el corazón, yo entiendo que lo nuestro ya terminó, pero por favor deja de ser tan frío conmigo. — Pidió Camille, se sentía realmente cansada de la frialdad de él, pensó en un inicio que con solo aparecer él volvería a sus brazos, pero él parec