— Eres tan linda. — Susurró Lucien quitando el cabello del rostro de Aria, la cuál estaba sonrojada y un poco sudada porque acababan de terminar de hacer el amor. Aria se quedo en silencio por un momento, había disfrutado mucho de lo que acababa de pasar, pero había algo que no podía seguir ignorando, pensaba que por más que él tuviera gran fuerza en sus brazos no podía moverse así si sus piernas no funcionaban, porque aunque él ahora la guiaba un poco a ella para que hiciera cosas, él seguía haciendo el mayor trabajo, por esta razón las dudas en su cabeza seguían creciendo. — ¿En qué piensas? — Cuestionó Lucien acomodándose para mirarla a los ojos, al darse cuenta que ella parecía estar un poco aturdida. — Tus piernas… ¿Puedes moverlas? — Preguntó Aria dudosa y muy nerviosa, no quería ofenderlo o que él se sintiera mal por esto si no era el caso, por esa razón había evitado hacer está pregunta antes, pero ya no podía seguir haciéndolo. Lucien se quedó en silencio por un momento a
— ¿Puedes dar unos pasos? Me gustaría verte hacerlo, claro que si esto te lastima mucho, no puedes o no quieres, no hay problema. — Dijo Aria observándolo, desde la confesión de ayer, ella había querido verlo haciendo esto. — Puedo hacerlo, pero con un poco de dificultad y solo pocos pasos. — Accedió Lucien levantándose de la silla sosteniéndose de los reposabrazos de su silla de ruedas y Aria al ver esto se acercó de inmediato. — Puedo ayudarte a hacerlo para que no te esfuerces demasiado. — Ofreció con ojos brillantes, la emocionaba mucho ver que él podía levantarse de esa silla, que él pudiera tener esta libertad y que las personas que lo lastimaron en el pasado no consiguieran quitársela. — No hace falta, quiero hacerlo solo, igual siendo tan pequeña y yo tan grande y pesado será difícil para ti. — Se negó él con una sonrisa, le parecía muy lindo de su parte que quisiera ayudarlo. Aria lo observó por unos segundos antes de darse cuenta de que él tenía toda la razón, ya era imp
— Creo que eso no tiene nada que ver conmigo, el dinero que se les ha dado ya es suficiente, así que de mi parte no recibirán más que el tratamiento para la señora Amelia. — Aseguró Lucien, dejando a Melissa mirándolo con rabia. — Aria dile algo a tu esposo, nosotros somos tu familia. — Espetó Melissa y Aria apretó los labios, ella ya estaba muy agradecida con Lucien por ayudar con el tratamiento de su abuela, no era capaz de exigir nada más. — Hermana no puedes ser tan poco filial después de todo lo que han hecho nuestros padres por ti, ahora que necesitamos ayuda de tu esposo deberías ayudarnos con esto. — Dijo Michelle que iba entrando y escuchó parte de la conversación. — Ella no es quien toma estás decisiones, si no yo, así que no la metan en esto. — Aclaró Lucien mirandolas con frialdad. Si Aria le pidiera que les diera dinero a ellos accedería aunque no le gustaría porque esto le traería consecuencias a él, pero lo haría por ella pero este no era el caso y debía decirles es
Aria se quedó mirando a la chica por un momento, sorprendida de volver a ver esta persona luego de tantos años y en una situación así. — No, primero deberíamos llamar a la policía para que se lleve a esta basura. — Se negó él hombre mirando a Noah con asco y alejándose un poco de él para sacar el teléfono de su bolsillo al mismo tiempo que miraba a Aria. Noah al escucharlo nombrar la policía y sabiendo lo que podría pasar después de lo que hizo porque estaba seguro que Lucien no lo dejaría ir al enterarse de que atacó a Aria, a pesar de su dolor se levantó del piso y empezó a correr con rapidez para alejarse, no podía dejarse atrapar sin vengarse. Dylan al verlo escapar también intentó ir por él, pero su hermana rápidamente lo detuvo. — Déjalo ir, la policía lo atrapará luego. — Dijo Clara tomando su brazo. — Es mejor si salimos de aquí. Dylan sin más opción se detuvo y miro a Aria frunciendo el ceño antes de preguntar. — ¿Estás bien? ¿Él te lastimó? — Estoy bien, muchas gracias
— Lamento llegar tan tarde. — Se disculpó Aria de inmediato al ver a Lucien y él la miró por unos segundos dándose cuenta de que ella tenía unas marcas de dedos en su brazo y se acercó rápidamente. — ¿Qué te sucedió? ¿Quién te lastimó? — Preguntó preocupado y tenso, tomando el brazo de ella con delicadeza para observar de cerca los moretones que empezaban a formarse. Aria siguió su mirada sorprendida y notó las marcas de las que ella no se había dado cuenta hasta este momento y vio la preocupación de Lucien y sintió como su corazón se aceleraba, la hacía sentir realmente bien que él ni siquiera le diera importancia a su retraso y que solo quisiera asegurarse de su bienestar, nunca nadie se había preocupado tanto por ella como lo hacía él y eso llenaba su corazón de amor. El problema era que si le decía la verdad de lo sucedido era probable que él no volviera a dejarla salir sola y no era lo que ella quería, pero al verlo a los ojos se sentía incapaz de mentirle, además que Noah no
Cada día que pasaba Aria y Lucien estaban mucho más cercanos, el amor de uno por el otro solo crecía y a pesar de que estaban rodeados de personas que los querían lastimar estaban muy felices con su pequeña, se entendían muy bien, como hechos el uno para el otro. Estos días habían estado especialmente felices porque el avance de las terapias de Lucien iban cada vez mejor, sus piernas mejoraban cada día y ella también estaba muy contenta con la universidad, todo parecía ser perfecto, lo único que les preocupaba eran los peligros externos, Aria se preocupaba aún por su abuela y Lucien porque uno de sus familiares intentara algo contra Luna y Aria. También le preocupaba que aún no había podido dar con el paradero de Noah, después de su ataque contra Aria, parecía haber desaparecido. — Abuelo todo está bien por aquí, que bueno que tú también lo estás. — Dijo Lucien al teléfono sin poder dejar de observar a Aria que se estaba arreglando, le encantaba como le quedaba el vestido que él le
— La señora… La señora Camille está aquí. — Tartamudeo dejando a Lucien desconcertado y al mismo tiempo incrédulo, con demasiadas incógnitas en su cabeza que lo dejaron aturdido, nunca imagino esa respuesta. Aria miró la expresión de Lucien y de Luna que también quedó paralizada al escuchar ese nombre y no entendía nada, porque nunca ni Lucien ni Luna lo habían mencionado, pero un extraño sentimiento se apoderó de su corazón, todo se sentía un poco mal y comenzó a sentirse muy nerviosa y tensa. — ¿Mi mamá? — Preguntó Luna reaccionando finalmente con los ojos abiertos de par en par, al mismo tiempo que su pequeño corazón se aceleraba, no entendía si esto era un sueño o quizás se estaba equivocando, pero la posibilidad de volver a ver a su mamá después de tanto tiempo era algo que siempre quiso y la emocionaba demasiado. “Su mamá está muerta, ¿No es así? ¿Cómo es esto posible?” Pensó Aria mirando a la pequeña, descolocada y sintiendo un terrible presentimiento en su corazón — Aria p
— ¿Cómo puedes hacerme esto? Yo te amo, quiero estar con ustedes, mi familia. — Sollozó Camille desconsolada, antes de venir aquí nunca espero este recibimiento tan frío.— Por favor déjame quedarme aquí, quiero estar con Luna, te lo suplicó. — Pidió ella entre lágrimas y al verla así Lucien no pudo evitar conmoverse un poco, después de todo habían estado casados un tiempo y ella había sido una buena esposa, la cual no merecía esto. De hecho pensaba que ninguno se merecía estar en esta situación, solo que el destino les había jugado una mala pasada y ahora tenían que enfrentarse a una situación tan difícil. — Esta bien, iré a hablar con Luna un momento y luego tomaré la decisión si te quedas aquí hoy o no, espera aquí. — Esta bien. — Aceptó de inmediato Camille secando sus lágrimas y Lucien asintió antes de dirigirse al área donde estaba su ascensor para ir a ver a Luna y Aria. En la habitación Aria tenía abrazada a Luna, consolándola, a pesar de que ella no estaba mucho mejor, ten