TOBIASEl frío de la noche acelera mis pulsaciones, es este momento del día que más saboreo, porque los secretos salen de las sucias cloacas sin temor a que alguien los revele, porque es cuando la bestia que mantengo enjaulada, se desinhibe y mantiene fijo su objetivo, los humanos deberíamos tener un candado irrompible para evitar el caos, el asunto es que me gusta provocar dolor, lo disfruto. Soy el cazador, nadie se ha escapado de mis garras, hasta que llegó ella y arruinó todo lo que era, solo se bastó un segundo, un chasquido de dedos para que derrumbara las barreras que había construido desde hace años, luego se escapó, se marchó y no he vuelto a saber de ella. Clara Daanger es un una arpía en cuerpo de ángel, teníamos algo, hace dos años, luego de que la sacara de la mansión que se había convertido en su jaula de oro, y en donde sus padres eran los que movían los hilos de su vida, nos fuimos a Alemania, el país que me vio nacer y crecer, todo marchaba como debía, hasta que una
CLARABajo del auto, sintiendo que he vuelto al mismo infierno del que escapé hace dos años, las cosas no se olvidan de la noche a la mañana, y lo que me hicieron mucho menos, la casa que me vio crecer parece un mundo distinto al que yo imaginaba en mi cabeza, ahora no es el hogar que por tanto tiempo me empeñé en idealizar, sino, la fortaleza a la que mis padres me encadenan. Hace dos años tomé una decisión que cambió mi vida, no fui la culpable, pero si parte de los planes del demonio que me quería destruir, siempre lo dijo, aunque no creí que hablaba en serio, bien, lo logró, y ahora es tiempo de volver a encadenarme. —Pareces preocupada.La voz de Elie hace que salga de mi ensoñación y que voltee a verlo de soslayo, si me hubieran dicho que este chico iba a ser mi único apoyo, no le creería, no después de que me encontró con mi madre, en uno de los baños de la casa, follando con el demonio, ese baño debería ser destruido. —No lo estoy —miento. ¿Cómo no estar preocupada cuando
CLARAEl universo entero se desploma sobre mis hombros, el aire se me atasca en la garganta, incapaz de llegar hasta mis pulmones, de pronto, el pasado parece golpearme con la fuerza de un torbellino. Las manos me sudan y un escalofrío recorre mi espina dorsal, olvido incluso respirar. —¿Acaso te comió la lengua el ratón? —la sonrisa se desvanece de su rostro y ahora me mira como si quisiera sacarme los ojos. Retrocedo un par de pasos, hasta que mi espalda choca contra la fría superficie de la pared. Maddison y Harley dijeron que no iba a estar aquí, ellas jamás me traicionarían, por lo que él debió haber mentido a su favor, después de todo, es un maestro de la mentira. —¿Qué haces aquí? —mi voz tiende de un hilo. Una mezcla de dolor y rencor, invaden mi sistema. —La pregunta es —de dos zancadas ya está sobre mí, rodeando mi cuello con una mano—. ¿Por qué te fuiste hace dos años? Sus ojos son como dos llamaradas, intensas y ardientes, su agarre es fuerte aunque no letal, porque
TOBIASMe niego a ser el papel del peón en el juego de alguien más, soy antagonista, soy el cazador, y es momento de que la presa aprenda cuál es su maldito lugar en el tablero, no perdono, no olvido, soy vengativo, me conozco, anoche estuve a punto de follar a la fuerza a Clara, tenerla tan cerca hizo que la sangre se me pudriera, necesitaba una purga de todos estos pensamientos asesinos, por desgracia para mí y fortuna para ella, llegó Maddison. Un golpe de suerte, y ahora la tengo frente a mí, tratando de evitar mirarme a toda costa, como si pudiera hacerlo, porque no importa cuánto finja, o cuánto se esfuerce por tratar de enamorarse de otro hombre, ella está encadenada a mí, su grillete es pesado, solo aflojé la cadena, más no la rompo, ella es mía, para romperla, para destruirla. Cuando en mi bufete mencionaron este caso, pensé en dárselo a otro abogado, sin embargo, era el primer golpe para que ella bajara la cabeza y se acercara a mí. Su madre me come vivo con los ojos, ella
ELIE Aparco a las afueras de mi casa, la misma en la que vivo con mis padres, tengo una propia a las afueras de New York, también dos departamentos, pero esta vez por su comodidad y por ocultar las apariencias, estoy aquí, aunque más que un hogar al que llegar como refugio, se parece a un cascarón podrido, por fuera la construcción es hermosa, colonial, costó millones dejarla al gusto de mi madre, y aunque ellos ahorita no estén debido a un viaje de negocios en Arabia, su ausencia se siente como una regalo o una bendición. Mis padres y los de Clara no tienen mucha diferencia, solo les preocupa el qué dirán o lo que puedan obtener de las personas, aunque en este caso, haré lo que me piden, por qué la persona que me gusta y que me importa está involucrada. Clara Daanger es todo lo que un hombre puede pedir en una mujer, inteligente, hermosa, atenta, talentosa, responsable, ella es quien llamó mi atención. Al principio, no lo voy a negar, solo me interesaba follarla, cuando mis padr
TOBIASHORAS ANTES—Me temo que no tenemos nada de que hablar —respondo dándole la espalda.De soslayo observo que Levi se divierte con lo que me pasa, no me quejo, lo mismo hacía yo cuando estaba en problemas con el asunto de Maddison. —Me parece que tenemos a una persona y un tema en común, y ese es Clara, mi hija. Tenso el cuerpo, odio que hable de ella con ese maldito tono, detesto que no pueda ver que su hija no es un objeto al que está ofreciendo al mejor postor, pero sobre todo, me molesta que la traten como a una inútil que no es capaz de tomar sus propias decisiones. —Ahora, si es que te interesa ella —dice en tono rotundo. La miro por encima de hombro, ella se dirige a la zona VIP, sube las escaleras, sigo cada uno de sus pasos, se acerca a uno de los hombres de seguridad, le da un par de billetes y me señala, el tipo voltea a verme y asiente con la cabeza. —Será mejor que vayas —arguye Levi poniéndose de pie—. No hace falta que te diga que seguro tiene que ver con vend
CLARANo puedo dormir, me remuevo incómoda en mi cama, giro un par de veces, cierro los ojos con la intención de olvidar las tonterías que dijo mi madre, no puedo, al final, me incorporo y saco mi móvil, digan lo que digan, no importa si mi familia se va a la mierda, no pienso casarme con Tobias, recordar la expresión apacible que vi en su rostro cuando leyó el nombre que parpadeaba en la pantalla, hace que las entrañas se me remuevan. La prefirió a ella, le dije que no atendiera, que se quedara conmigo, tal vez no con las palabras correctas, pero lo hice, y, sin embargo, salió de la habitación, dejándome con el corazón roto una vez más, porque puede que me obligue a odiarlo, y lo hago, aunque no con la intensidad que me gustaría, no obstante, de nada sirve, ya que sigo sintiendo ese incontrolable hormigueo en la parte baja de mi vientre. Enfadada y culpable por cómo los dos se comportaron con Elie, saco mi móvil y le llamo, no responde, hago un par de intentos más con el mismo resu
CLARACayendo, es así como me veo cuando en la fracción de un minuto, me permito probar de nueva cuenta los labios de mi Némesis. Tobias introduce su lengua a mi boca, el cosquilleo generado en mis entrañas son la bofetada que la vida me da y que me regresa a la realidad. Marina viene a mi mente, la mujer que ama y que al parecer no deja de lado. —¡No! —recurro a todas las fuerzas que me quedan y lo empujo con rabia—. No soy tu maldito juguete, vete a la mierda y deja de joder a las personas. Intento irme, no obstante, levanta la mano y termina acorralándome contra la pared. —¿Cómo está eso de que estos dos años estuviste cogiendo con Elie Donell? —sisea con un destello perverso. Me quedo en blanco. —¿Qué? —frunzo el ceño. Tobias ladea una sonrisa de media luna antes de apartarse y relajar los hombros, es como si mi sola expresión le hubiese aclarado una duda existencial. —Lo suponía. —No sé de qué hablas —replico—. Tengo que ir a ver a Elie, aléjate de mí, no lo pienso repet