LEVINo dejo de observar a Stella, es perfecta, tan hermosa como su madre, Maddison, el que ellas estén separadas por culpa de Silas, no mejora las cosas, solo las empeora, de algo estoy seguro, y es que ambos deben pagar por lo que hicieron, tanto Silas como Haven. Por su estupidez es que mi hija está pasando sus primeros días de vida sin su madre, sin su calor, aún me cuesta trabajo comprender cómo es que algo como una prenda o una frazada que usaba Maddison, calme a Stella. Clara suele decir que es normal que los bebés sientan esa clase de apego con las cosas de la mujer que los trajo al mundo, no sé si sea cierto del todo o solo fue suerte, pero se lo agradezco, aunque lo nuestro nunca funcionara, ahora mismo le doy las gracias por haberme drogado en aquel entonces, gracias a ello, aunque no fue la manera correcta, pude conocer a Maddison. Y por ende, es que Stella existe, Tobias entra a la habitación, últimamente no me ha dejado solo, siempre argumenta que solo me vigila porque
MADDISONEl dolor que siento en el pecho no se compara con el que me provoca el estar lejos de mi bebé, de no haber podido tener la oportunidad siquiera de cargarla entre mis brazos, Silas cree que soy una muñeca rota a la que debe y puede arreglar cuanto antes, está equivocado, no lo soy, y me parece que ya debe de comprenderlo, me pongo de pie, ha pasado una semana desde que nos mudamos a otra de sus tantas fortalezas. Mi madre sigue haciendo el intento para que hable con ellos, aunque sea cruzar una solo palabra cuando me obliga a estar en la misma mesa para probar alimento, cosa que no hago, ahora que sé los planes que tienen para mí, y que las posibilidades de volver a ver a Levi y a mi hija se hacen nulas, día con día, no tengo ganas de nada. Me prometí hacer todo lo que fuera posible por estar bien y tratar de escapar, sin embargo, Silas me ha puesto tanta vigilancia que incluso me cuentan los minutos que me tardo en el baño, tienen órdenes exactas de entrar si me tardo más d
MADDISONNo he dejado de pensar en Levi y en mi hija, fue cosa sencilla salir de la fortaleza de Silas, sabiendo que estaba fuera, pero aún estando en el jet privado sobre el aire, el miedo de que quizá pueda darse cuenta de derrumbar esto en el aire, hace que casi me coma las uñas de la angustia. Sin embargo, el miedo que me invade de perder a las dos personas que más amo en la vida, hace que todo el mundo se quede de lado. Cuento los minutos y las horas, sé que igual no sirve de nada el ponerme nerviosa hasta la mierda, cuando no puedo hacer nada en estos momentos más que esperar. Cosa en lo que no soy buena, aún me cuesta comprender cómo es que Barth me ha ayudado. Me dijo su razón, el problema radica que en que hasta ahora ha cumplido su palabra, y no solo eso, que trata de ayudar, no obstante, prefiero mantener mi distancia con él. Es algo que me diría Levi, y que por supuesto lo haría. Siento que el pecho se me apachurra con solo pensar en todo lo que ha pasado, no merece esto
MADDISONNo comprendo en dónde es que nos encontramos en estos momentos, quisiera decir que estamos bien y a salvo, pero es que en cuanto nos dijeron que Silas ya venía en camino, Levi se puso en ese estado protector en el que no se separaba de nosotras en ningún momento, pero sobre todo, serio hizo que lo siguiéramos, Tobias se quedó con Clara, argumentando que ellos estarían bien, pero con lo que observé, no estaría tan seguro de ello, de cualquier manera, sin importar lo que hubiera sucedido en el pasado, no importa, le agradezco a Clara el que cuidara a mi hija en mi ausencia. No hago preguntas por qué sé que no las van a responder, sin embargo, hacemos un viaje en un carro que es custodiado como si llevaran o estuvieran cuidando a gente demasiado importante, hasta una casa enorme a las afueras de la ciudad. Insisto en que debemos mantenernos a raya con la gente, el único que nos acompañó es Barth, y eso que, pese a la hostilidad que emana de ambos, es el único que puede ayudarn
LEVIDolor. Esa sigue siendo la palabra tan familiar, aun estando en medio de esta habitación que se siente tan fría, me es imposible no poder contener el aliento, el pecho me sigue ardiendo a causa de los acontecimientos pasados hace un día, Stella está a salvo, pero ambos tendremos que vivir con el dolor de haber perdido a Maddison, la rabia me consume de solo pensar en cómo sucedieron los hechos. No importa que camino tome mi retorcida mente, todo me lleva a una sola persona, tal vez dos, pero el culpable de todo es Silas. Es como si me hubieran arrebatado la vida en menos de dos segundos, que fue el tiempo que le tomo al francotirador para matarla. Los rusos lo encontraron y tuve que encargarme de él por mis propios medios. Jamás he matado a nadie, hasta ahora, y ahora que me encuentro aquí, a unas horas de darle el estúpido último adiós, con las manos llenas de la sangre de su asesino, el frío no deja de invadir como cáncer mi corazón. Ella se ha llevado todo lo mejor de mí, d
MADDISONLa primera vez que vi a Levi, pensé que era un maldito abusivo, y no estaba tan equivocada, ha pasado un año, y no persona siquiera este día, en el que nos casaremos por fin por las leyes divinas en la iglesia más magistral que se le pudo ocurrir. No solo se ha dedicado a decirme diario cuánto me ama, sino, a follarme como la bestia que es. Incluso me parece que le gusta cuando me lastima, y me excita la manera en que lo hace, no obstante, eso no borra lo que pasó, algunas noches, tengo pesadillas, en las cuales aparecen mis padres, queriéndome arrebatar a Stella, matar al hombre que amo, otras, revivo una y otra vez el momento exacto en el que acabé con sus vidas. Tuve que hacerlo, no había más opciones, si no lo hacía, entonces me temo que ellos seguirían cazando a mi familia, el asunto es que mancharme las manos para dejar el camino implacable de mi hija, no me dio dolor o sentí remordimiento, nada, solo sucedió y listo. Levi dice que eso nunca se nos va a olvidar, pero
MADDISONLa vida ha mejorado bastante, hay algunas mañanas en las que me despierto y pienso si esto es real, porque es como un sueño, uno con el que pasé noches en vela, soñando, despierta, bajo el techo del departamento en el que rentaba. Lo es, lo sé, porque Levi se ha encargado de recordármelo todo el tiempo, incluso en estos momentos en los que miro mi reflejo en el espejo del baño. Sonrío, notando mi redondo vientre, estamos a solo una semana o pocos días para que nuestro segundo hijo o hija nazca. Cuando tuvimos la oportunidad para saber qué iba a ser, Levi decidió que no quería saberlo hasta el momento del parto, rezando de esa manera que no sea niña, ya que teme tener que convertirse en un asesino en serie, suficiente tenemos con el hecho de lidiar con el asunto de la mafia rusa, como para que ahora tenga otro dilema de la vida. Lo qué él no quiere entender, es que nuestros hijos están destinados a irse algún día, pero siempre nos vamos a tener él y yo, las cosas con su emp
HARLEYFrío, eso es lo que me pasa cada vez que estoy cerca del hijo de puta de Dylan Wood, a quien no solo tuve que soportar el año pasado en mi pasantía, sino, que cuando pedí la oportunidad para un cambio de hospital, el director me lo negó, argumentando que las plazas estaban llenas, me entristecí, no es que este hospital central en New York tenga algo malo, porque no, pero sinceramente me gustaba más el Inglés, por los tiempos y la paga. Luego me enteré por la chismosa de recursos humanos, que eso fue solo media verdad, ya que al parecer, Dylan fue quien propuso que no tenía lo suficiente como para estar a la altura de aquel hospital, tomando como sucia excusa que si trabajo allá, entonces se darían cuenta de que ellos hicieron un trabajo mediocre y eso dejaría mal parado al hospital, por lo que decidieron que era mejor esperar un año más. Lo odio, ese cabrón está arruinando mi vida, solo me quiere joder, desde el primer momento en el que nos conocimos, supe que le caía mal, me