DYLANTengo un mal presentimiento, lo tuve desde el momento en el que Andras la dejó libre, sin embargo, quise dejarla hacer las cosas a su manera. No está funcionando, la veo alejarse y adentrarse al almacen, los nervios me asesinan y solo quiero traerla de vuelta a mis brazos. Entiendo el miedo que la avasalla al haberse enterado que estaba embarazada, después de todo, es su padre quien le incrustó ese miedo en las entrañas, no se trataba de que de verdad no quisiera a nuestro hijo, sino, que tenía miedo de fallarle como a ella le fallaron. Comprensible en alguien de su estado, aunque eso no es justificación. Claro está. Y ahora, observo a cada uno de los oficiales que rodea la zona, todos están preparados para atacar en caso de verlo necesario, así que voy dando tumbos mentales de todas las posibles salidas, además, estoy seguro de que Andras no viene solo, alguien tan peligroso como él, no andaría sin sus hombres cuidándole las espaldas. —Estamos listos —dice el agente a mi lad
HARLEYHan pasado dos semanas desde que me enteré de que jamás iba a poder tener hijos, la decisión que tomé de no ver a Dylan, al principio fue por el momento, me dejé llevar, Maddison y Clara saben que soy impulsiva, por lo mismo, entienden lo que hice, sin embargo, luego de un par de días comprendí mejor las cosas, Dylan jamás iba a poder tener hijos si se queda con una mujer como yo. Seca por dentro. Por lo que decidí que tenía que ser libre, luego de que Andras destruyera toda la felicidad que estaba tocando con la punta de mis dedos, me dejó con un hilo de voz interior, no quería que Dylan sufriera esto. Y para ser honestos, yo tampoco estaba bien. De alguna forma, el tener que ver a Dylan todo el timpo, se iba a convertir en un constante recordatorio de que pese a que por fuera pudiera fingir que todo está bien y que nada nos va a separar, sé que en el fondo habría esta otra parte en la que se sentiría solo y destruido, al no tener un hijo de su sangre, su carne. No podría s
HARLEYEl rostro de Dylan es todo un poema, pero noto que en sus ojos está ese brillo de admiración, sonríe y niego con la cabeza, es noble de su parte que quiera hacerme sentir bien. Espero a que me dé una respuesta, la que sea, comienzo a inquietarme con su silencio. —¿Por qué pones esa cara? —le pregunto con inquietud. Mi mejor don es ponerme a la defensiva con los que me miran mal, y aunque Dylan no lo haya hecho, comienzo a creer que se está convirtiendo en uno de ellos, una pequeña amenaza. —¿Cuál cara? —contrarresta con una nueva pregunta. —Sé que piensas que no puedo con ello, pero estás equivocado, no pienso recaer. —No estoy pensando en que no puedas hacerlo, como éstas creyendo, es solo que me temo que no puedes adoptarla. Tenso el cuerpo. —¿Por qué? —frunzo el ceño. Doy dos pasos hacia atrás, como si eso me fuera a ayudar a ponerme en alerta, o a tenerme compasión. —Por qué, para adoptar en este estado, se necesita estar casado, además de que investigarían muchas
HARLEYPara cuando termino el turno, estoy agotada, ya había olvidado lo duro que era esto, y ahora, estoy más agotada que nada, me vierto agua en el rostro, me parece que no es tan mala idea el que yo quiera adoptar a una niña, Dylan dice que lo podemos hacer, estoy segura, hay una parte de esa pequeña que hace que recuerde a la niña que era yo. Nunca tuve una mano amiga que me ayudara, es por eso que quiero hacer las cosas diferentes, quiero que ella pueda tener esa salida que yo nunca tuve. —¿Pensando en ella? La voz ronca de Dylan hace que de un respingo, observo su reflejo a través del espejo y me parece que debería comenzar a pensar seriamente en lo que hice, aunque ¿a quién quiero engañar? Ya no hay marcha atrás. —Sí, probó comida, y me dijo que le agrado —sonrío como una niña—. Creo que puedo acercarme a ella. —Servicios sociales vendrá mañana para estudiar su caso y comenzar con los trámites para ver si tenemos la capacidad de entenderla. Me quedo callada por un par de
DYLANNo dejo de mirar a Harley, pese a que nos encontramos en la misma habitación, joder, es como si estuviéramos a kilómetros de distancia, no lo soporto, no puedo seguir viendo una hora más, esa mirada perdida, esos labios fruncidos y esa mirada característica que la hace parecer molesta con el mundo entero. Ha insultado a la seguridad del hospital, llamamos a la policía y ellos hacen su mejor esfuerzo, aunque para ella en estos instantes, son un par de incompetentes por no devolverle a la niña. Desde que ambas hicieron contacto visual, supe de inmediato que las dos hicieron una especie de conexión, y ahora pasa esto. Camina de un lado a otro con los brazos cruzados, comienza a poner nerviosos a algunos agentes. El equipo que nos está ayudando es el mejor, yo mismo me encargué de eso, no lo comprende, al ver que una mujer policía se le queda mirando con lástima, pero sabiendo que si Harley sale de su trance le aventará una bronca, me pongo de pie y me acerco a ella, la noche ha l
HARLEY Siento que un escalofrío recorre mi espina dorsal cuando Paty me cuenta que Rafael se ha aventado desde la terraza, todo se me nubla, no es que estuviera enamorada de él o algo por el estilo, pero por un largo rato fue mi confidente, mi amigo, ¿por qué lo hizo? Joder. —Harley, reacciona —Paty me zarandea. —Lo siento, ¿en dónde está Dylan? —En la salida, está hablando con los policías. —Bien, estaré en la oficina. —Pero… —Voy a estar bien. Me apresuro a entrar al elevador, me debato en marcarle a mis amigas, puesto que en estos momentos me vendría bien su compañía, no lo hago, lo último que pasó es que le dije por mensaje a Maddison que había regresado con Dylan y que todo marchaba bien. De pronto siendo la imperiosa necesidad de devolver todo lo que he ingerido estas últimas horas, no puedo creer que Rafael se aventara, camino de un lado a otro dentro de la oficina, ya no hay equipo de oficiales a la vista, necesito un respiro, mantener la cabeza fría, casi la
NARRADOR OMNISCIENTEBajo el cielo estrellado, la neblina gélida que cubría poco a poco la espesura del bosque, caminaba el padre de Harley con la pequeña en brazos, su ansiedad no le permitía pensar bien las cosas, en especial, cuando se traía a cuestas la vida de algunos inocentes. No le funcionó el plan con Andras, e incluso lo llegaron a creer muerto, no es así, al final, como siempre, pudo escabullirse y ocultar su verdadera identidad, así es como lo pasó estas últimas semanas, hasta que por casualidad, supo que su hija había estado gravemente en el hospital. Nadie lo supo, llevaba una buena amistad con uno de los colegas de Harley, y es gracias a él que incluso estando inconsciente, pudo pasar a verla un segundo, antes de que la gente del esposo de una de sus mejores amigas, llegara y acordonara la zona. —Te prometo que pronto estaremos juntos —le susurró dándole un pequeño beso en la coronilla. Luego desapareció, pero siempre con la mente puesta en aquella promesa. Y ahora,
HARLEYEl frío cala en mis huesos, es como el filo de una navaja que corta cada una de mis extremidades, el aire colapsa mis pulmones, la presión se me baja y las manos las tengo más que congeladas. No entiendo muy bien qué es lo que me dice Paty, pero parece comprender que he entrado en estado de shock, porque no hace nada por sacarme del hoyo en el que me estoy hundiendo, y es una verdadera lástima. La oficina de Dylan vuelve a estar llena de algunos agentes de policía, mismos que hacen llamadas y otros revisan sus computadoras. Necesito un respiro, necesito aire. Me pongo de pie, no doy ni dos pasos, cuando Dylan ya ha rodeado mi brazo con su fuerte mano. —¿A dónde vas? Pese a tu tono autoritario, me percato de las notas de voz llenas de preocupación. —Necesito un respiro, iré al baño y me mojaré un poco el rostro —le explico. Mi respuesta no le agrada del todo, sin embargo, es lo suficientemente fuerte como para relajar los hombros y suavizar su gesto. —Está bien, pero no t