HARLEYEl frío cala en mis huesos, es como el filo de una navaja que corta cada una de mis extremidades, el aire colapsa mis pulmones, la presión se me baja y las manos las tengo más que congeladas. No entiendo muy bien qué es lo que me dice Paty, pero parece comprender que he entrado en estado de shock, porque no hace nada por sacarme del hoyo en el que me estoy hundiendo, y es una verdadera lástima. La oficina de Dylan vuelve a estar llena de algunos agentes de policía, mismos que hacen llamadas y otros revisan sus computadoras. Necesito un respiro, necesito aire. Me pongo de pie, no doy ni dos pasos, cuando Dylan ya ha rodeado mi brazo con su fuerte mano. —¿A dónde vas? Pese a tu tono autoritario, me percato de las notas de voz llenas de preocupación. —Necesito un respiro, iré al baño y me mojaré un poco el rostro —le explico. Mi respuesta no le agrada del todo, sin embargo, es lo suficientemente fuerte como para relajar los hombros y suavizar su gesto. —Está bien, pero no t
HARLEYLlego al sitio, sin duda es más siniestro de lo que creí, me aseguro de que nadie me siga, contando los minutos, me parece que en estos momentos, Dylan ya debió haberse preocupado por mi ausencia, puede que haya mandado a alguien a buscarme o él mismo lo hizo, apuesto más por la segunda opción, es un hombre de las cavernas. Reviso la hora en mi móvil, la batería parpadea, en cualquier momento se me va a acabar y a apagar el aparato. Trato de tranquilizarme un poco, observo, escondida detrás de un enorme arbusto que cubre todo mi cuerpo si permanezco agachada, la enorme, vieja y abandonada casa del guardabosques. Está tan vacía, tan sucia, que en lo único en lo que puedo pensar es en que la pequeña debe estar más que asustada, tenso el cuerpo, aparto esos pensamientos, no puedo dejar que mis sentimientos nublen mi buen sentido, eso pondría en riesgo su vida, cualquier error y boom, explotamos. Trago grueso, no veo a los alrededores a gente con la que pudiera estar trabajando,
DYLANCuento los minutos como maníaco desde que se fue Harley, lleva veinte minutos y no me agrada, los policías del FBI están haciendo todo lo posible por localizar a Dante, su padre, quien se ha llevado a la niña, he estado tan absorto en mis propios pensamientos, que ni siquiera me doy cuenta de que uno de los agentes me está hablando. —Ya casi tenemos la ubicación exacta —argumenta sin apartar la mirada del monitor de la computadora—. Hemos desbloqueado algunos códigos de la base satelital. Aparto la mirada de la puerta, como si esperara que en cualquier momento entrara Harley, y la anclo en los puntos en rojo que parpadea dentro del mapa de la zona. —Estos son los posibles lugares en donde ella puede estar, de cualquier manera, estamos llegando a él. Tenso el cuerpo, observo la hora de nuevo. Ya no puedo más. —Enseguida vuelvo, iré por mi esposa —anuncio.No espero respuesta alguna, solo me dirijo a la salida y comienzo a buscar, camino a prisa en dirección al cuarto de baño
HARLEY Intento despertar, pero mis parpados no reaccionan, y mi cuerpo se siente entumecido, estoy cansada, demasiado, quisiera dormir y dormir, dejarme llevar por las olas de mi imaginación y no volver jamás, los recuerdos de mi infancia me sabotean el presente, siempre he sabido que soy una persona rota, alguien sin un arreglo, pero eso no quita el hecho de que esté queriendo o al menos intentando sobrevivir. Como ahora, lo que ha pasado se siente como si fueran fragmentos perdidos de mi mente, la respiración se me acelera, el aire lo siento espeso y es como si con cada segundo que pasara, respirara una densa neblina que hace arder mis pulmones. Todas las pieza van tomando forma hasta que recuerdo cada cosa que ha pasado. —La niña —susurro. Poco a poco abro los ojos, lo primero que aparece dentro de mi campo de visión, de manera borrosa hasta que me recupero del trance, es el paisaje de árboles que van pasando por mi lado, estoy en movimiento, mi cabeza choca con la ventanill
DYLAN No he dormido, no desde que comenzamos con la búsqueda de Harley, dejé a la niña en manos de Paty, en el hospital, el cual estará resguardado por extremo a extremo de seguridad, es lo mejor que podemos hacer en estos casos, y hacer que la gente no entre en pánico, llevo manejando poco más de siete horas, no nos hemos detenido para nada, ese desgraciado piensa llevársela lejos de mi lado, no lo voy a permitir. Uno de los agentes de policía se dio cuenta del rumbo que estaba tomando, y desde que partimos, pisamos el acelerador, creemos que vaya a usar el dinero que se robó, para rentar un avión privado o algo que los saqué del estado, no pueden salir del país porque Harley no lleva consigo su pasaporte, de todas maneras y por las dudas, la policía también está rodeando la zona. Sirve la ayuda que está proporcionando su amiga Maddison, esto se ha hecho tan grande de la noche a la mañana, que se enteraron sus amigas por los medios de comunicación, algo que no quería ella era in
HARLEY Siento como si mi cuerpo nadara en agua caliente, me siento tan cansada de todo, tan fatigada, solo quiero dormir, desde niña que no duermo bien, y aun de adulta, jamás pude conciliar el sueño, en especial porque todo el tiempo me atacaban las pesadillas, siempre tuve que cuidarme las espaldas, porque sentía que si cerraba los ojos, aunque fuera por un breve momento, él vendría, se escabulliría por la noche y me lastimaría como lo hizo con aquella niña. Quise ayudarla, quise salvarla, pero yo era tan pequeña y él tan grande y poderoso como un oso, que tenía miedo, me encogí en mi miseria y abrace a mi cobardía. Eso tampoco ayudó mucho a que pudiera dormir, nunca a nadie le conté que las pesadillas se sentían tan reales, que incluso en una etapa en mi adolescencia, pensé en quitarme la vida. Nunca sucedió, yo seguía siendo tan cobarde como para hacer eso, así que un día decidí que la mejor parte de vivir con ese dolor y miedo, era empujarlo al fondo y no dejarlo salir, mant
DYLAN HORAS ANTES —No puede ser cierto —musito por lo bajo. Reviso cada uno de los estudios de Harley, no me explico por qué está en este estado de coma, si todo está bien, no hay nada grave en su sistema, solo un par de golpes, ni siquiera hay costillas rotas, es como si ella solo quisiera dormir y ya. Lo cual hace que me moleste de sobremanera. —Me temo que tendremos que esperar, colega —dice Dove—. Hay cosas que ni la ciencia puede entender. Quiero follarla para que despierte, pero la necrofilia no me parece atractiva ni ética, por lo que queda descartada. —Gracias. —No hay de qué. Después de pasar tres horas revisando de nueva cuenta los estudios de Harley, llaman a mi puerta, enseguida entra Maddison, su mejor amiga, quien me trae un café caliente y me pregunto si su esposo, el mafioso posesivo le dejó hacerlo. —¿Todo bien? —me pregunta. —Gracias —sonrío. —De nada, si no te atiendo y te dejo a la deriva, cuando despierte Harley, me matará —bromea y toma asient
HARLEY El frío me cala en los huesos, los labios los siento como si una fina capa de hielo los hubiera cubierto, imposible de mover, mis extremidades entumecidas, me recuerdan que esto es más que una pesadilla, una parte de mí lo sabe, la actual, pero mi niña interna teme, ella sigue teniendo ese miedo irracional que la domina, quisiera que las cosas fueran distintas, pero no lo son, esto es algo que me va a acompañar por el resto de mi vida. Observo el cielo nocturno, no hay una sola nube que lo adorne, estrellas, nada, solo el vacío infinito de las almas perdidas, tomo una larga bocanada de aire, tratando de llenar mis pulmones con él, hasta que a lo lejos, entre los pinos más largos que se esconden en las llanuras de las montañas, se asoma una línea de humo, alguien ha prendido una fogata, ¿quién? No lo puedo descifrar. Mi espalda choca contra el frío pasto, estiro mis brazos y con las manos lo toco. La sensación se siente bien, por ello, creo que es momento de irme, me pongo