Después de cenar, Willow se dirige a su habitación para terminar los bocetos que le ha encargado Lorena. Se sienta en el escritorio y comienza a revisar los colores que deberá utilizar, son tonos más oscuros con diferentes tonalidades en los detalles de las mangas y el borde. Entonces nota el mensaje que le ha llegado, coloca el dedo detrás del móvil para desbloquearlo con el lector de huellas.Kyllian: Estoy abajo.La joven abre los desmesuradamente mientras se levanta de un resorte, confundida se acerca a la ventana que da a la calle y lo ve allí recostado de su auto. Va hacia el armario rebuscando alguna ropa decente que reemplace la desgastada pijama de estampado animado. Opta por unos vaqueros oscuros, camisa de tirantes y sus zapatillas blancas, observa su reflejo en el espejo asegurándose de estar presentable. Baja las escaleras con prisa hasta salir del edificio, su jefe alza la mirada conectando con la suya.—Hola —saluda llegando a su lado.Kyllian no responde sino que más b
La luz del sol impacta contra su ojos a medida que los abre vacilantes, parpadea varias veces para adaptarse a la iluminación. Lo primero que mira es el techo blanco donde una lámpara empolvada adorna la sala con poco muebles, barre la vista en todo el lugar intentando recordar dónde se encontraba, pero de pronto escucha unos pasos acercarse y entonces la ve.Es la chica de ojos claros.—Oh, ya despertaste —habla tranquilamente como si fuera normal ver siempre a un desconocido en su casa—. Pensé que no lo harías nunca.—Yo lo siento, siento todo lo que sucedió ayer aunque no recuerdo nada —confiesa pasando la mano por su cabello.—Uy, si te contara —dice tomando un sorbo de su café—. Allí te dejé la pastilla para la resaca y espero te guste el huevo revuelto, no he podido hacer las compras.Christian asiente agradecido, se traga la pastilla y se levanta sentándose en el pequeño comedor donde la chica ya servido su desayuno.—Muchas gracias —emite cortando un pedazo de pan.La joven me
Tres semanas habían pasado de volada, y el clima en la ciudad cada día era más frío, pues el invierno se acercaba trayendo consigo la baja temperatura que los preparaba para la nevada que caería pronto. Las personas andaba de aquí para allá vistiendo abrigos gruesos y ropa que los mantuviera calientes por aquellas frías calles de Brooklyn. Las cafeterías se abarrotan de clientes que buscan alguna bebida, ya sea café o chocolate caliente, y Willow es una más de ella. Ingresa junto a la pequeña niña que sujeta su mano, se adentran en el mar de personas que se encuentran impactantes esperando ser atendidos por lo dos chicos detrás de la barra.La joven se coloca de puntillas pues el musculoso hombre delante de ella no le permite ver hacia el otro lado. Algunos incluso la empujan para tratar de acercarse a la barra, todo es un desorden que altera a la pobre chica.—¡Hey! —alza la voz por encima del barullo—. ¡Dos chocolates con...!No termina la oración cuando siente de pronto otro empujó
Los niños corren de un lado a otro mientras sueltan gritos ensordecedores, pero se les ve tan felices jugando entre ellos, apartados de la realidad que los rodea. Viven es su propio mundo inventado por ellos, son inocentes ante la abundante maldad de este mundo. Kyllian busca con la mirada a la pequeña niña de vestido rosa que saborea el chocolate humeante que sostiene con ambas manos. La observa detenidamente, desea encontrar algo que le diga que no es la hija de Kenneth, pero la verdad el gran parecido a su hermano es idéntico, siquiera podría alegar que tiene un poco de Olivia, porque no es así.La voz de Willow lo saca de sus pensamientos. Ladea la cabeza conectando su mirada con la de la chica.—Te iba a contar todo, no era mi intención ocultarte que cuidaba de ella —entrelaza sus manos encima de la mesa, se toma su tiempo para hablar de nuevo—. Me conseguí a Christian en varias ocasiones, y Kelley estaba con él, así que llamó mi atención. Sin embargo solo me pareció casualidad e
Dos días después del encuentro con Kyllian en la cafetería, Willow se había decidido luego de debatir si ir o no a la empresa. Intento llamarle pero caía la contestadora, siquiera le respondía los mensajes de texto y eso la estaba sintiendo culpable por inmiscuirse en un asunto que no le incumbe. Sin embargo el comportamiento que tiene Kyllian es exagerado, no entiende por qué se niega a aceptar a su sobrina, y aunque trate de averiguarlo teme que eso aleje aún más la relación entre ellos. No sabe que pasó en su pasado, y quizá es un tema delicado para él, por ello aún no le ha contado que sucedió aquel día.Va hacia la cocina dónde una entretenida Kelley mira una película infantil. La joven se acerca a la niña asegurándose de que se haya comido todo el desayuno que el ha servido, y efectivamente así fue.—Linda debemos irnos —dice apagando la televisión.—Ohhh no —se queja la pequeña.—Oye, en aquel sitio podrás jugar con amiguitos —emite animándole.—Pero no conozco a nadie, seguro
—Nunca me gustó competir, pero apoyé a mi hermano porque era uno de sus pasatiempos favoritos, fuera de tantas reglas que cumplir y hacerse cargo de la empresa. Sin embargo, Kenneth conoció a Olivia, la hermana de Chris —al pronunciar su nombre traga con fuerza—. Eran la pareja perfecta que los demás creían, ella aún no acababa la universidad por lo que muchas veces no podían verse por estar ocupada estudiando. Aún así Ken hizo todo para pasar tiempo juntos, pero papá le imponía cada vez más reglas que cumplir y él no quería hacer algo que no le llenara. Se sentía vacío, incomprendido por tanto esfuerzo dedicado en mantenerse ocupado en algo que solo le gustaba a mi padre, más no era su sueño. Sin embargo, eso se convirtió en frustración para Kenneth, no quería decepcionarlos aunque al final fue lo que ocurrió.Agacha la cabeza mirando sus zapatos negros, recuerda la expresión en la cara de su padre.—¿Entonces tú también estás haciendo algo que no amas? —indaga la chica mirándolo.—C
La brisa sopla con fuerza, transmitiendo una calma y serenidad al ambiente. Willow camina detrás de Kyllian quién la guía por el bosque que ha empezado a oscurecer, ambos no se dieron cuenta de la hora y decidieron regresar antes que anocheciera. No les toma mucho tiempo llegar al taller, la pequeña al verlos corre a dónde la joven y le muestra un auto de juguete que le ha dado Ethan.—¡Oh, que lindo! —dice agachándose para poder quedar a la altura de la niña—. ¿Te gusta los autos?—Sí, incluso mucho más que las muñecas —confiesa jugando con una de sus trenzas—. Tío Chris dice que soy muy pecu...—Peculiar —termina Kyllian al ver que se le dificulta pronunciar algunas palabras.—Sí, eso —lo mira mostrando los dientes faltantes al sonreír—. ¿También eres peculiar?—Sí, a veces —responde Kyllian.—¿En qué cosas lo eres? —indaga la niña curiosa.—En muchas cosas, por lo menos a la hora de comenzar mi día, suelo nadar antes de desayunar. También uso colores más claros en la ropa que usaré
La lluvia no cesó hasta el día siguiente que salió el sol radiante en el oeste, luego de la tormenta que hubo la noche anterior. Kyllian se despierta al sentir los primeros rayos de luz colarse por las persianas, bosteza mientras se levanta con pereza de la cama, barre su vista en la habitación rosa recordando dónde está. De pronto escucha unos pasos en el pasillo y a los segundos aparece Willow vistiendo una pijama de estampado infantil que la hace lucir como toda una cría. Pero a su jefe no parece importarle verle en esas fachas, pues aún si se colocara un saco le sería igual de preciosa.—Buenos días —cruza la habitación trayendo una bandeja con el desayuno—. Espero te guste, Kelley lo preparó con mucho cariño para ti como agradecimiento de cuidar de ella ayer.La mencionada entra más atrás con un delantal que a simple vista se nota no es de su talla, además está sucio al igual que su carita. Esa escena le causa gracia y al mismo tiempo ternura a Kyllian, pero reprime la sonrisa y