Capítulo422
Julieta se despertó a las dos de la madrugada, llorando.

Se quitó la sonda del brazo e intentó levantarse de la cama. La vio Ismael, que estaba sentado en el borde de la cama, cuidándola.

Ismael cerró el ordenador, se levantó y la sujetó. Miró su rostro pálido, sus ojos rojos e hinchados. No pudo evitar fruncir el ceño, estaba preocupado.

—Julieta, estás muy débil en este momento, necesitas recuperarte. Esta noche deberías…

—¿Dónde está Samuel?

Como Julieta llevaba tanto tiempo llorando, tenía la voz ronca y parecía que hubiera envejecido diez años.

Ismael intentó persuadirla, pero sabía lo terca que era Julieta. Esta vez, además, era diferente a todas las anteriores. Esta vez Jasmine murió en sus brazos. El impacto había sido demasiado para ella.

Entonces Ismael le puso una manta y luego le sirvió un vaso de agua.

—Toma un poco de agua, ahora te llevo a ver a Samuel.

Cuando Julieta escuchó esto, tomó el vaso de agua y se lo bebió de un solo trago. Luego se puso de pie y se dispuso a
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