Capítulo430
Julieta no sabía qué hacer, tenía la mirada perdida.

Antes había pensado en entregarse, pero cuando llegó el momento de la verdad, se asustó un poco. Resultó que entregarse también requería valor.

En ese momento, una llamada telefónica interrumpió sus pensamientos.

—Julieta, ¿dónde estás? —Ismael estaba ansioso—. Anoche te escapaste sin decir ni una palabra y no podía comunicarme contigo por teléfono. Llamé a la policía.

—Lo…

—No hablemos de eso, tienes que venir al hospital. La situación de Samuel ha empeorado, le están reanimando.

¿Qué?

Julieta entró en pánico de repente.

—Está bien, voy enseguida.

Después de colgar el teléfono, bajó la mirada. Observó a Dalila en el suelo, dudó un momento y al final se dirigió al hospital.

Por el camino, se sentía confusa. Samuel era su único familiar, no le podía volver a pasar nada.

Julieta llegó al hospital y vio a Ismael parado afuera de la sala. Inmediatamente corrió hacia él, lo jaló y le preguntó:

—Ismael, ¿cómo está Samuel?

Después de verl
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