- ¡Leonard, Leonard! - los Doritos de Roger comenzaron a escucharse cada vez más cerca - ¡Leonard, sal de donde quiera que estés! ¡Imbécil de mierda! - Roger se encuentra furioso, entre más pasa el tiempo más voy creyendo que es como un niño consentido que siempre desea hacer las cosas a su modo.- ¡Rápido! ¡Anda! No quiero que te quedes sola en esta habitación, tendrás amigo - me vestía toda prisa y salí con mi esposo a la sala.- ¿Qué es lo que quieres? - preguntó Leonard con un grito desde la sala.- Al fin te encuentro - entró Roger malhumorado - ¿en dónde está mi prometida? ¿qué es lo que has hecho con ella? - pregunta Roger a Leonard.- ¿Qué estás insinuando Roger? - le pregunté con el mismo mal humor que él se carga - sea lo que sea que quieras decir dilo directamente - rematé.- ¡Ustedes son unos perfectos ambiciosos! - Leonard y yo nos volteamos a ver sin entender de qué está hablando su hermano - ¿qué han hecho con Amelia? ¿\En dónde está metida ahora mismo? ¿a dónde la envi
- ¿Entonces además de ser CEO del teatro también vas a ser una prostituta de la noche? - me preguntó Pablo luego de que intenté ponerlo al tanto de lo que Leonard había planeado.- No exactamente - le contesto e intento tener más claridad al dar mi explicación de nuevo - yo seré la CEO del teatro durante el día, mientras Leonard no está disponible para hacer todas las labores que implica tener este puesto, en el caso de que sí pueda estarlo yo solo seré una secretaria. Y cuando llegue la noche bajaré al sótano a fingir que soy una de las tantas prostitutas que estarán ahí a partir de mañana, mi tarea será establecer amistades que sí son prostitutas reales para sacarles información valiosa acerca del paradero de Amelia - intento despejar al máximo todas las dudas de Pablo. - ¿Y se supone que Leonard será un cliente frecuente de todo "el negocio"? - pregunta Pablo. - Sí - respondo con orgullo por el plan que se le ha ocurrido a mi esposo. - ¿Y cómo se supone que harán para que nadie
- ¿Cómo fue que pudiste salir del hospital con Ángel y nuestro hijo en brazos? - le ppregunté a Leonard una vez que el chofer arrancó la camioneta para ir de regreso al teatro. Leonard me toma de la mano antes de hablar - al parecer a Ángel no le agradan mucho los hospitales - por como aprieta mi palma puedo darme cuenta que está nervioso aunque se rehúsa a demostrarlo - él mismo no podía firmar su alta voluntaria hasta que el médico hablara conmigo y así fue - hace un pequeño silencio y toma una pequeña botella de agua para beber un poco - y en lo que a nuestro hijo respecta, nadie podía negar el derecho que tengo a llevarlo conmigo a donde sea que yo considere que va a estar fuera de peligro - terminó de decir y se quedó dormido durante el resto del trayecto. Al llegar de nuevo subimos a las oficinas de manera que nadie pudiera ver que ya estábamos de regreso, ya que según Leonard eso podría advertir a nuestros enemigos de que algo fuera de lo común estaba pasando en la familia -
- Leonard - dije un poco temerosa - ¿por qué este lugar? ¿por qué no otro para hacer todo este tipo de cosas?, hay una infinidad de lugares allá afuera que se pueden adaptar a la perfección como burdeles nocturnos ¿por qué elegiste el sótano de nuestro teatro? - le pregunté sin el afán de iniciar una pelea. - Este lugar, hablando del sótano en específico, siempre nos ha funcionado como un buen punto de encuentro para hacer negocios - me dice y se arremanga la camisa para posteriormente servir champagne - y es aquí a donde vienen nuestros principales clientes y asociados - cada que habla de asociados, clientes y de todas las sabandijas involucradas en todo esto que llaman negocio muestra una gran indiferencia. - Leonard ... ¿puedo hacerte una pregunta más? - es algo que de verdad deseo saber. - Dime - aún no despega su atención de la botella de champagne y de las copas. - ¿Qué hubieses hecho si tú y yo jamás nos hubieramos cruzado el uno con el otro? - le hago al fin la pregunta qu
Decidida a bajar las escaleras voy hacia donde las mismas conducen, al dar un par de vueltas llegué hacia un enorme escondite que está tras unas puertas de madera vieja que estás en un nivel más bajo, algo así como un sótano dentro del mismo sótano, entré al lugar y lo primero que ví fueron unas largas mesas con microscopios instalados, también hay tubos de ensayo y al fondo de esto que parece ser un laboratorio también hay unas enormes tinas de hierro. Al continuar caminando ví un enorme horno y me acerqué para poder examinarlo de cerca, al estar ahí noté un gran olor a putrefacción así que miré con más detenimiento, al prestar más atención ví dos dedos humanos y dí un grito ahogado. Me voy a toda prisa a la habitación con Leonard y Pablo, al regreso veo que todo está tal como estaba cuando me fui, todo es un alboroto. - ¿Qué te pasa? - me pregunta Leonard alarmado y se pone de pie - ¿todo está bien? - está tan nervioso como yo. - ¿Qué viste? ¿Sí encontraste alto que pueda ser út
Esta semana hemos tenido un gran desempeño en los entrenamientos de Sheyla, pues Pablo ya no se agita durante las sesiones de trote y ya sabe cómo esquivar los golpes a tiempo y en cuanto a mí, he mejorado mi resistencia significativamente y la velocidad he podido aumentarla - ¡Les falta, aún les falta. Aún no tienen la entereza suficiente como para poder enfrentar alguna emergencia con sus enemigos! - nos exclamó nuestra estricta entrenadora - Les quedan treinta minutos de entrenamiento de boxeo y otros treinta de ejercicio cardiovascular - nos indicó y volvió al lugar habitual donde suele observarnos. Terminamos el entrenamiento y subimos a la colina con la esperanza de que Sheyla aún no sé haya marchado - ¡Sheyla! - grité antes de llegar a donde estaba ella - ¡Espera por favor! - me mira desconcertada.- ¿Qué necesitas? - me mira sin saber qué estaba pasando.- Necesitamos de tu ayuda - le digo dando un trago amargo pero dispuesta a no dar más rodeos.- ¿Y yo en qué puedo ayudarlo
- Han sido unos días realmente hermosos - le dije a Leonard - luego de una exhaustiva semana en la que todos buscamos pistas hasta el cansancio pero sin tener éxito, a pesar de todo lo malo lo mejor que nos esperaba al llegar a casa era nuestro hijo.- Sí, lo han sido. Es una lástima que mañana sea nuestra última noche con nuestro hijo - me dijo Leonard con un enorme dolor. - Debemos tener fe en que todo esto va a terminar pronto y solo serán recuerdos de días difíciles - le dije para intentar animarlo.- Eso espero - soltó un soplido de frustración - ahora es momento de que nos vayamos a dormir - me dio un beso en la mejilla para luego irse a las almohadas el resto de la noche.Luego de haberme acostado para dormir tuve muchas pesadillas que me quitaron el sueño, di vueltas en la cama durante un par de horas hasta que las eche se apoderó de mí por lo que tuve que ponerme en pie para ir hacia la cocina por un vaso de agua. Cuidadosamente encender la luz para no despertar a mi esposo
Llegó la noche y como ya es costumbre tuve que esperar la llegada de mi esposo dentro de la habitación VIP.- Al fin hemos llegado - dijo Pablo al entrar a la recámara - necesito de ver dos botellas enteras de champaña - dijo mientras se quitaba el saco.- ¿Qué fue lo que pasó allá afuera? - pregunté.- Todas las mujeres que se dieron cuenta de que él viene conmigo lo encontraron atractivo y comenzaron a abalanzarsele sin temor alguno - me respondió Leonard entre risas.- ¡No solo fue eso! - dijo Pablo con una gran molestia - tres de ellas jalaban el cuello de mi camisa y de mi corbata para llevarme a su habitación - comenzó a beber directamente la botella de champaña como si no hubiera un mañana - pero qué patético es todo esto - dejó de beber y la botella quedó hasta la mitad. - Tengo algo para proponerles a ambos - dije con temor.- ¿De qué se trata? - me pregunta Leonard.- Deberíamos comenzar a seguir los pasos de Martha y de Roger - estoy segura de que ellos también saben el