- Querida - Martha se dirige hacia mi para desviar la atención que Roger les está prestando a Amelia - ¿Cómo planeas regresar esta noche a tu hogar? - me pregunta, parece que la presencia de Isis Dobois no le es del todo agradable aunque tampoco llega a odiarla ni a tenerle tanto recelo como a mi hermana. - Mandaré a que una limosina la lleve de regreso a su lugar de residencia - Leonard responde por mi. - Tonterías - dice Marha Boure - no podemos dejar que salga a altas horas de la madrugada, sea cual se el lugar en el que viva - la jefa de la mafia demuestra una verdadera preopcupación por la seguridad y la felicidad de sus hijos. - No debe tener cuidado, estoy segura de que no correré ningún peligro - digo con alegría.- Claro mamá, Isis es toda una experta en sortear los estragos de la madrugada y también es amante de trasnochar - dice Leonard haciendo una burla para mi, haciendo referencia a hace apenas una semana, cuando todavía era la veladora del Teatro Apollo. Le doy un pe
- Seguramente es una alucinación más de papá - Roger vuelve a hablar.-¿Qué está pasando aquí? - Leonard sale de las sábanas fingiendo indignación. Un broche delantero de mi sujetador se rompe y este se queda tendido en la cama. - Perdona hijo - dice Martha - no queríamos incomodarlos - nos toma una serie rápida de fotografías con su teléfono móvil. - ¿Es qué ninguno de ustedes sabe tocar la puerta? - el papel de indignación le va muy bien a Leonard. Sin avisar Martha nos toma otra serie de fotografías, en esta ocasión utilizando el flash - perdona querida, pero esto es para evitar problemas en el futuro - me informa Martha Boure. Veo que el padre de Leonard entra de manera muy torpe por la puerta de nuestra alcoba. - Nos vamos de aquí - ordena Martha a Roger y a todos los demás hombre que entraron con ella. - ¡Esto no es cierto! ¡No puede ser cierto! - vocifera Gerad.- Llévenselo - ordena Martha a los mayordomos y ellos al instante toman a Gerad por la fuerza para sacarlo. - ¡
- Ambar, ya llegó la hora de la cena - se asoma Lenard a donde yo estoy. Los hombres que ayudan a transportar las compras ya se han ido - y yo suelo consumir mis alimentos en el comedor - me hace la observación. Me pongo de pie y voy tra él. Llego al comedor y me siento a un lado de Leonard, la cena ya esta servida en unos elegantes platos de cristal fino con figuras grabadas, en efecto, la cena de hoy son los baguets acompañados de pasta italiana aunque no hay vino por ningún lado - por favor, intenta no hacer burlas, esta noche será muy oscura para los dos - me dice mi jefe antes de que yo pueda decir siquiera una palabra. - ¿Qué estamos haciendo los dos metidos en tu apartamento? - pregunto llena de dudas.- Salvar tu vida, la de Amelia, la de Roger, la mía... ah y también la de Pablo - me contesta lleno de frustración y soltando maldiciones internas - antes que nada, quiero pedirte que me perdones, no pensé que las peticiones de mi padre fueran reales y así mismo que todo se sal
Nuestra boda, como era de esperarse se celebró de una manera muy rápida y discreta, me casé con un hombre que no sé en qué momento empecé a amar pero que él no me ama. Roger fue el encargado de sobornar a uno de los jueces más influyentes de esta ciudad para que el matrimonio se convitiera en un hecho válido ante la Ley, a pesar de que no fue la boda de mis sueños y del aprecio que sienpto por Pablo anhelaba que Amelia asistiera aunque sea como una de las cómplices de lo sucedido, pero es no pasó. Luego de firmar el acta de matrimonio no pude evitar sentirme la mujer más miserable del planeta por el hecho de casarme con un hombre que no me ama, ahora soy la estúpida esposa del hombre más aclamado de la ciudad , nadie sabe lo fatal que me siento y aunque el mundo estuviera enterado de mi sentir parece que a las personas solamente les importa el glamour y estar dentro del ojo público. - Ambar - sale Leonard del escondite que tiene dentro de la oficina. - ¿Qué pasa? - le pregunto sin p
Veo como Pablo y Amelia se dirigen a la sala tomados del bazo - si quieres puedes dormir conmigpo, en mi aclcoba, en lo que Roger regresa de su viaje de negocios - le propone Pablo a mi hermana.- Está bien - responde ella temerosamente.No sé que tan mal intencionado sea esto de mi parte, pero algo que está en mis adentros se alegra de que Gerad haya acosado a Amelia, pues gracias a ello mi hermana está aquí conmigo en mi apartamento. Suena mi teléfono móvil y veo que es Leonard. - ¿Si? - pregunto al responder, de lo último que quiero hacer lo que resta del día es de saber de él. - Ambar por el amor a Dios no te alarmes con lo que tengo para decirte - me dice con la voz entrecortada. - ¿Qué está pasando ahora? - doy una profunda respiración para escuchar lo que sea que tiene para decirme. - Parece que mi padre ha enloquecidpo, está buscando a Amelia por todos los rincones de esta ciudad, de ser necesario es capaz de movilizar a las mafias de todo el país, Amelia se ha ido de la
- ¿Qué es lo que al CEO tanto le importa? - pregunta Pablo con curiosidad. - Que me acueste con él, está furioso porque no he querido hacerlo desde la primera vez que nos vimos en esta ciudad de locos. Luego de casarnos decidí que lo mejor era no acceder a mis impulsos de tener aunque sea una noche de placer con él, o varias - Pablo termina de darme el cálido abrazo. - ¿Por qué tomaste esa decisión? ¿No te parece que es algo redical? - me pregunta mientras busco las servilletas de papel para limpiarme la nariz y las lágrimas. - No quiero que Leonard me vea como a un simple objeto sexual, si tengo que elegir entre eso y que mi corazón se rompa en mil pedazos, prefiero infinitamente tener el corazón roto - le digo y las lágrimas se me vuelven a escapar, rompo en un llanto salvaje. Sin tener otra opción Pablo me abraza una vez más - vaya querida - su voz tiene un tinte ligero de compasipón sincera - ya no sé qué hacer o qupé decirte para hacerte
- ¿En dónde voy a dormir? - me pregunta Leonard luego de un largo rato de silencio, haciendo referencia al hecho de que debemos permanecer juntos. - Aquí, en mi habitación - le señalo mi enorme y cómoda cama. - Bien, iré afuera a buscar algo de alimento - me dice eso como si en verdad estuviera en su casa - Ambar - se regresa ya estando en el marco de la puerta de mi recámara. - ¿Qué pasa? - le pregunto intentando no desplomarme debido al sueño que me invade. - Lo mejor para todos es que tú te mudes a mi apartamento luego de que llegue Roger del viaje de negocios - me dice abruptamente. - ¿Qué? ¿Y qué va a pasar con Pablo? ¿Qué va a pasar con todas mis pertenencias? - le pregunto dejando salir mi frustración. - Tu ropa y todo lo que puedas transportar contigo te lo podrás llevar, además ya he comprado más ropa para ti ¿lo recuerdas? - en ese momento se me viene el recuerdo de la primera tarde que tanto Pablo como Amelia estuvieron aquí haciéndose faciales con Valeria, un piso ar
- Me parece que eso no será posible - Roger nos mira a ambos. - ¿Qué es lo que no será posible? - le pregunto temerosamente. - Que tú te mudes al apartamento de Leonard - me responde Roger. - ¿Por qué no? ¿Cuál es el problema? - pregunto sin entender a qué se refiere aunque por el rostro de Leonard puedo casi adivinar que una mala noticia viene en camino. - De algún modo le han hecho llegar a nuestra madre la noticia de que ustedes dos se han casado - me he casado bajo mi verdadera identidad ¡Martha no puede darse cuenta que aún sigo con vida! - y ahora quiere que ustedes dos se muden a la finca enorme que es la casa de nuestros padres - aclara Roger, Leonard no dice nada solo respira agitadamente. - Pero aún con eso este podría ser el refugio perfecto para Amelia, estaría acompañada de Pablo y lejos del alcance de tu padre - una fuerza interna se apodera de mi. - Isis tiene razón, Amelia estará más segura aquí que cerca de nuestro padre, lo mejor será que ella se quede aquí con