WENDY
Mis ojos y rostro están hinchados.
Mi cabello parece lo más cerca a un nido de pájaros.Mi ropa está toda arrugada.Mi cuerpo está completamente entumecido a causa de la posición en la que he dormido por la noche. No sé en que momento creí que sería buena idea dormir toda doblada en un sofá dos veces más chico que mi cama.—Hoy es un día nuevo. Hoy, oficialmente, comienza mi nueva vida.—digo en voz alta al mismo tiempo que me incorporo y hago sonar todos mis huesos.—Nada ni nadie podrá arruinar este día.
Mi estómago ruge, hace más de doce horas que no ingiero un solo bocado. —A no ser por la barra de cereales que comí de camino al aeropuerto en el auto de mi madre—recuerdo
Luego de la peque
WENDY Ya no me era suficiente estar toda mojada y con el pelo todo erizado, —En cualquier momento seré lo más parecido a león del Metro Goldwyn Mayer— que también tenía que quedarme afuera de mi propio apartamento. De camino hacia el edificio recibí comentarios de todo tipo. Un grupo de niños se rieron de mi cuando camine junto a ellos y notaron que venía completamente mojada y encima vestida. Dos chicas me miraron con cara rara en cuanto vieron que, el poco maquillaje que llevaba en mis ojos se había corrido y por mis mejillas se deslizaban dos líneas negras, además de las manchas que tenía alrededor de los ojos tras haberme frotado con los puños de mi suéter.Sin contar a unas cuantas personas más qué hicieron algún que otro comentario con respecto a mi aspecto.
CHASEHoy es de esos días en los que no quiero hacer absolutamente nada. Me he levantado únicamente para orinar. En el camino tuve la intención de pasar por la cocina y tomar una botella de cerveza de la heladera, pero en cuanto la cabeza comenzó a palpitarme cambié de opinión y he vuelto a acostarme sobre la cama sin hacer.Con la vista en el techo y con el silencio de la casa a mi favor, hago todo lo posible por volver a conciliar el sueño a pesar de ser casi las dos de la tarde, pero es imposible. Al parecer hoy mis pensamientos no han de dejarme en paz.Días como los de hoy es cuando los considero totalmente inútiles. He rechazado salir con Alex hoy temprano. La excusa de aún tengo resac
WENDY—Lo siento—oigo a mis espaldas cuando estoy a punto de bajar por las escaleras.Me giro aún con la mano apoyada en el pestillo de la puerta y quedo de frente a Chase.Mis ojos se desvían automáticamente a su entrepierna, luego a su torso desnudo y de nuevo a su entrepierna.Es imposible no mirar esa zona teniéndolo a escasos metros de mi con tan solo esa diminuta prenda de vestir.Dirijo mi vista a sus ojos e intento mirar solo su rostro, pero es imposible, tanta piel descubierta me distrae.—¿Y a que se debe tu disculpa?—pregunto confundida y recordando que él había sido quien habló primero.—Por lo que acaba de decir Brittany—hace un adem&aac
CHASE¿Si quieres puedes venir? ¿En serio Chase? Acabas de invitar a una chica diciéndole "si quieres puedes venir" y nada más ni nada menos que a un juego de bingo con ¡abuelas!No me considero el rey del coqueteo a pesar que se me da muy bien flirtear con las chicas, —tampoco es que hubiese querido coquetear con ella tan solo la invité a una simple reunión— pero creo que haber dicho tales palabras y haberla invitado a un bingo con mi abuela y sus amigas había sonado mejor en mi cabeza de lo que sonó en voz alta.Mi voz tembló, incluso tartamudeé. Hice la pregunta mirando al suelo, sus ojos me intimidaban, pero en el buen sentido.Con Britany esto nunca me hab&i
CHASE—¡Vamos Tigres!—grita Alex abriendo la puerta de mi habitación de forma exagerada haciendo que me sobresalte y que los tres cepillos para cabello que habían sobre la mesada del baño terminen en el suelo.¿En que momento ha llegado?—¿Que haces aún así vestido, acaso no recuerdas que día es hoy?— entra nuevamente de forma exagerada, pero esta vez al cuarto de baño donde aún me encuentro, y sobre su cabeza lleva una gorra exageradamente ridícula y un guante de espuma que dice "Vamos Lakers"—Primero:—digo enumerando con mis dedos— Hola a ti también Alex.S
WENDYHace dos años atrás—¡Sonrían a la cámara...! Vamos Wendy quita esa cara de amargada, acabas de graduarte—mi madre sujeta con fuerza la cámara entre sus manos y el flash nos indica que mi madre ya ha tomado la foto número treinta y dos en lo que va de la noche.—Una más, una más por favor—insiste—Creo que ya tienes suficientes fotos. Nos vamos—Tomo a Nate del brazo y lo dirijo hacia la puerta de entrada—tú no te muevas de aquí, iré por mi abrigo—Lo que usted diga señorita—dice ajustando el moño que lleva en su cuello.<
CHASE —Primero:—comienzo enumerar con mis dedos—gracias por tu ayuda. Segundo: Si quieres, puedes acercarte más hacia mi, no tengo ninguna enfermedad contagiosa—río, pero ella no lo hace. —Aquí estoy bien—observa a su alrededor, toma el taburete de Mickey Mouse que hay debajo del escritorio, lo observa intentado aguantar la risa, lo deposita frente a mi cama casi al lado de la puerta y toma asiento. —Tercero: me has dejado plantado, no has ido al bingo. Desilusionaste a mi abuela, eres cruel Fairchild...—hago un gesto de dolor colocando mi mano en mi pecho —Yo... —No te excuses—la interrumpo— ya es demasiado tarde. El daño ya está hecho
CHASE —Abuela ya te he dicho que no fue nada, fue un simple golpe—ruedo mis ojos y me alejó lo suficiente de ella para que deje de presionar una bolsa con hielo sobre mi ojo hinchado. —Elizabeth y su nieta estuvieron allí, —indica mi abuela sosteniendo una cuchara en su mano—me dijeron que ese chico fue quien comenzó todo, que comenzó a gritarte y recriminarte algo que al parecer nadie logró saber que era.—aún enojada por la falta de información que le he dado sigue revolviendo enérgicamente la pobre salsa qué hay en la olla. Es un pueblo pequeño, por lo tanto los rumores no tardaron en aparecer.Hay quienes dicen que mi pelea fue por un problema de drogas, ya que hacía dos noches atrás había estado "merodeando" por las calles más alejadas del pueblo.