Erin despertó con la sensación cálida  y agradable del abrazo de Aaron, pero lo que realmente le había despertado había sido la mano caliente de Aaron al aferrarse a su pecho, y la firme erección presionando contra su cadera. Se habían quedado dormidos y abrazados en el sofá, aunque a juzgar por el reloj en la pared solo habían pasado un par de horas.

Durante unos segundos, Erin intentó descifrar como escapar del firma agarre del hombre…y de la sensación familiar de excitación que le traía su cercanía, especialmente si tenía en cuenta lo mucho que le había costado a sí misma recordarse que no podía dejarse llevar por las emociones, debía pensar con cabeza fría y mantenerse cuerda para sus niños, si se dejaba llevar por su deseo, temía no poder cumplir con todas las promesas que se había hecho para con sus