Erin hizo una mueca de dolor mientras giraba en la cama, y los recuerdos de la noche anterior la invadieron de inmediato, al ver al hombre a su lado. Luego de su aventura en el sofá, habían ido a darse una ducha, después de todo, tal como había supuesto, habían hecho un desastre en la sala, y aunque había estado avergonzada, Aaron seguía mirándola con deseo, y ducharse juntos había llevado nuevamente a que tuvieran sexo en la ducha, el solo pensar en la forma n que las manos de Aaron la habían sujetado por las caderas mientras embestía con fuerza dentro de ella…

Se sentía entre extasiada, dolorida y culpable. Luego de su incursión al baño, la realidad le había golpeado ligeramente, el pequeño Aaron se había despertado hambriento y le había dado un biberón de leche materna que había extraído esa misma tarde, y aunque hab&iacu