Erin estaba llorando en su almohada mientras que Ethan se subía los pantalones con expresión satisfecha, la ultima vez que se había encontrado en aquella situación, había sido la noche que decidió escapar, estaba embarazada de dieciséis semanas y no le había dicho a nadie, había visto a su pequeño Caleb con moretones en el rostro y la decisión había sido inmediata, se sentía como la peor madre del mundo, había permitido que su hijo sufriera, por lo que en cuanto Ethan le ordenó preparar la cena, puso somníferos en ella, y una vez que el hombre se había quedado dormido, tomó a su hijo, la tarjeta de Ethan y un par de abrigos, nada más que una bolsa con ropa para su niño y el coche, se dirigió a un cajero automático y sacó todo lo que pudo, Ethan ganaba lo suficiente y su propio salario estaba en aquella cuenta, por lo que no lo pensó dos veces antes de dejarlo sin un peso en aquella cuenta.
Vendió su coche y tomó un autobús fuera de la ciudad, sin siquiera mirar su destino.
Durante tres meses estuvo viviendo un motel de carretera, asistiendo a un centro de salud publica para sus controles prenatales, y finalmente, al no haber visto noticias sobre su desaparición o algo por le estilo, simplemente decidió regresar a su hogar natal, Oregon, de donde había salido solo para ir a la universidad, luego de rechazar la propuesta de matrimonio de Aaron y decidir que quería disfrutar de su vida…conoció a Ethan, quien durante cuatro años, fue completamente encantador, atento y tan buen manipulador que Erin se había encontrado sin nadie a su alrededor, se había alejado de sus amigos porque Ethan le había mostrado lo falsas que eran, se había alejado de su madre porque había intentado alejarlos, había dejado el trabajo que amaba porque Ethan la necesitaba en casa, y….antes de darse cuenta había estado encerrada en su casa, casada con un monstruo que finalmente había dejado relucir su lado oscuro.
Solo durante los últimos meses había conseguid volver a trabajar, pero desde casa, y siempre que no fuera frente a Ethan.
Los golpes habían llegado también poco después del nacimiento de Caleb, por derramar un vaso, por no estar arreglada cuando él llegaba a casa, si niño lloraba o no estaba presentable, y era bueno escondiéndolo, los golpes eran en lugares estratégicos, la esposa del diputado Lafaurie no podía aparecer con un moretón en el rostro.
- ¿Cómo me encontraste? – preguntó con voz ronca, tocó sus pechos, que dolían y estaban llenos, necesitaba sacar la leche en ellos, aunque la toma de la tarde anterior le había permitido aliviarse un poco, y había conseguido llevar dos biberones con un solo pecho, no tenía extractor y tendría que desecharla completamente, el hecho de que sus bebés tomaran, también había estimulado la producción, así que se sentía completamente cargada
- Tengo contactos, un buen amigo en el estado me llamó para felicitarme por mi segundo hijo - explicó él, mirándola y tomando su rostro con gentileza, limpiando las lágrimas de Erin, que evitó mirarlo a los ojos, ella hizo una mueca cuando una de las lagrimas tocó el corte en su mejilla, en cuanto los bomberos se habían ido, él había fingido frente a las enfermeras ser un esposo preocupado, ganándose a todos tal y como siempre lo había hecho con su carisma, y luego de entregar al bebé al bombero Matias, finalmente la había abofeteado y lastimado sus heridas, los golpes se confundían con sus heridas por el incendio, pero era la primera vez que la golpeaba en el rostro, aprovechando la situación, su ojo derecho dolía y lo sentía palpitar.
- ¿Por qué no me dejas en paz? – preguntó llorando, él sonrió sádicamente, disfrutando de su dolor, pero alguien tocó la puerta de la habitación y él puso los ojos en blanco antes de ayudarla a incorporarse
- Ve al baño, y quédate allí hasta que lo ordene – se quejó, antes de mirar las manchas de leche en la bata del hospital – y haz lo que tengas que hacer con eso
Obediente y consciente de que no podía simplemente escapar de nuevo, se dirigió nuevamente al baño, tocaron la puerta con más fuerza esta vez
- Erin, soy Aaron, abre la puerta por favor – su corazón palpitó y por un segundo consideró sus posibilidades, pero Ethan la tomó por la muñeca y la empujó hacia el interior del baño
- Ni siquiera lo pienses – escupió antes de cerrar la puerta.
Sintiéndose morir, Erin lloró y se miró en el espejo, pero sin atreverse a mirarse el rostro, con cuidado, dolorida y cansada, se quitó la bata de hospital e hizo una mueca de dolor al ver sus pechos, le dolía demasiado tener que desperdiciar toda esa leche para sus hijos, pero sabía que si no la sacaba, sería peor, así que cuidado presionó sus pechos, masajeándolos en busca de alivio, y de inmediato, esta salió en pequeños chorros disparados hacia el lavabo.
Mientras tanto, en el exterior Aaron entró a la habitación buscando algún signo de Erin, pero solo se encontró con el llamado esposo, que también se le hacía familiar, pero realmente no estaba seguro de que fuera por las mismas razones que Kennet pensaba, a ese hombre lo había visto en la televisión algo por el estilo, simplemente no podía apuntar en donde.
- Hey, el detective Aaron ¿cierto? – preguntó este tendiéndole la mano, pero Aaron solo la esrechó para ver sus nudillos, sin marcas evidentes, pero ligeramente enrojecidos – Un gusto, soy Ethan Lafaurie, no Goodman como Erin – añadió, haciendo alusión al día anterior, cuando él le había llamado señor Goodman, parecía a simple vista un hombre agradable, pero algo en é no terminaba de agradarle
- ¿Dónde está Erin? – preguntó cruzándose de brazos, el hombre apretó los labios y entrecerró ligeramente los ojos en su dirección
- Oh ella acaba de entrar al baño – explicó señalando la puerta cerrada – creo que tardará bastante – añadió - está extrayendo su leche – Aaron asintió, eso lo podía entender, pero no se iría hasta ver a Erin con sus propios ojos y hablar con ella en privado.
- Bien, en ese caso – dijo pasando junto al hombre sin importarle la evidente mirada de disgusto y se sentó en el sillón junto a la cama, notó un condón en la cesta de basura y no puedo evitar sentir repulsión, y culpa por haber dejado sola a la mujer, necesitaba realmente verla.
- Entonces…Aaron – empezó Ethan, caminando hasta él con las manos en la espalda - ¿Qué procede con el asunto de la casa? ¿Hay algo que deba hacer? – preguntó, Aaron susiró, no e diría de sus sospechas, ya que evidentemente la cosa había sido preparada, él mismo lo había comprobado y Erin le había insistido en que ella apagaba el horno, ella le había intentado decir que el incendio había sido provocado, pero necesitaba escuchar su versión de los hechos.
- El horno encendido fue la causante – explicó – pero los papeles de la casa están al día, así que…es probable que el seguro cobra la mayoría de los daños – no sabía si tenía o no seguro, rutinariamente los del seguro irían a valorizar todo lo perdido, que en apariencia, realmente no era mucho.
- Siempre le digo que no debe estar en la cocina cuando está tan cansada – dijo Ethan suspirando y sacudiendo la cabeza, ni siquiera había preguntado por sus hijos y había estado bien con que se los llevaran, todo el hombre le daban ganas de vomitar, Erin casi se volvía loca pidiendo ver a sus pequeños, y el hombre a duras penas había aparecido y los había enviado con extraños sin preocuparse por su tenían las cosas necesarias – escuche, creo que ella necesita privacidad, tardará bastante…
- No me moveré de aquí hasta que la vea – dijo, utilizando su voz de comando, y mirando al hombre, estableciendo el reto entre ambos – Tengo que hablar con Erin, puedo estar aquí todo el día – aseguró reclinándose en la silla, Ethan entrecerró los ojos en su dirección
- Mi esposa no se encuentra en condiciones de recibir visitas – insistió el hombre, pero Aaron no se inmutó
- Ayer lo estaba ¿Sucedió algo que deba notificar? – preguntó con intención, y el hombre bufó
-¿Está insinuando algo? – preguntó, pero Aaron se encogió de hombros
- Solo es una pregunta, es usted quien dice que no puede hacer algo que ayer podía perfectamente – aseguró, antes de añadir – tal vez su medico deba verla ¿no cree?
- Erin no quiere verlo – aseguró el hombre ahora, su lenguaje corporal era evidentemente controlado, se inclinó hacia él en un intento de sonar mediador - Sé lo que pasó entre ustedes dos, ella está felizmente casada, y haberla rescatado no lo pondrá de nuevo en su vida
Aaron sonrió con cinismo, el hijo de p**a se atrevía a traer el tema a colación, y aunque por lo general se enorgullecía de su perfecto control, su lengua picaba ante la necesidad de hacer un comentario inapropiado, pero se resistió, no tenía derecho a decir nada sobre Erin
- No cambia el hecho de que no me iré sin verla – aseguró, decidido a esperar, era su día libre, pero sabía que podían llamarlo en caso de emergencias, especialmente si sucedía algo por los niños, pero en lo que a él respectaba, estaría allí todo el día.
Ethan parecía evidentemente molesto, pero se forzó a mantenerse tranquilo mientras analizaba las posibilidades, pero Aaron no estaba dispuesto a salir de la habitación.
Erin sin embargo, estaba en el baño, había terminado de vaciar sus pechos y había tomado una ducha, pero el tiempo pasaba y no llamaban a la puerta, por lo que se preguntó si sería buena idea salir, tal vez si pedía ayuda a Aaron directamente, podría conseguir ayuda, pero mientras más lo pensaba, peor se sentía, los recuerdos de su relación en la adolescencia la habían atormentado la noche anterior, ella lo había visto en las noticias, sabía que era bombero, y que estaba también en la ciudad, pero aúna sí, no fue hasta tenerlo frente a ella de nuevo que los recuerdos la invadieron.
Pero se obligó a no pensar en ello, ahora mismo solo tenía que pensar en ella y sus hijos.
Finalmente, Ethan llamó a la puerta
- Cariño, tu amigo Aaron quiere verte, date prisa – lo dijo con evidente molestia, pero Erin prácticamente se abalanzó sobre la puerta ya abrió, encontrándose frente a frente con Ethan, que estaba apoyado en el marco de la puerta, por lo que lo primero que hizo fue tomarla por el rostro y susurrar en su oído – Compórtate, o me las desquito con el bebé.
Erin tembló, pero Ethan se apartó fingiendo que simplemente la había besado
- Hey, Aaron – dijo Erin, había fingido cientos de veces ser la esposa diligente y encantadora, pero se sentía completamente expuesta y frágil ante la atenta mirada del hombre.
- Ethan, retírate por favor – pidió Aaron, cruzándose de brazos y parándose frente su ex esposo, ambos hombres eran altos e imponentes, pero la fisionomía de ambos era demasiad contraste debido a sus respectivos trabajos, por lo que Aaron se veía más imponente a los ojos de Erin – Y esto lo estoy diciendo como detective, no como amigo, retírate o haré traer a la policía
- No puedes amenazarme e impedir que esté con mi esposa – se quejó Ethan
- Ex esposa – susurró Erin, reuniendo finalmente la valentía, Ethan la miró con fuego en sus ojos, y de inmediato, se arrepintió, dio un paso atrás y asintió
- Está bien, los dejaré solos…voy por los niños, nos espera un largo viaje – y sin decir nada más, salió de la habitación, pero Erin perdió los estribos, miró a Aaron, aterrada
- No dejes que se vaya – lloró, casi gritando – Noo, no dejes que toque a los niños, por favor no - intentó ir tras él, pero Aaron la detuvo, levantándola por la cintura, ella intentó liberarse mientras lloraba - No, Ethan no, lo siento, lo siento, por favor, mi bebé no, por favor - lloró, gritó y pataleó, ignorando las quejas de Aaron hasta que finalmente, utilizando un tono de voz que le recorrió la espalda y le puso la piel de gallina, le habló
- Erina, basta – se quedó quieta casi como si hubieran utilizado un interruptor – te voy a soltar, y tu no vas a gritar ¿entendido? – confundida y con lagrimas en los ojos, ella asintió, una vez que la soltó, ella intentó ir de nuevo a por la puerta, pero Aaron volvió a tomarla por la cintura, esta vez presionándola contra él y obligándola a mirarle a los ojos
- Mis bebés – lloró – por favor
- Shhhhh – insistió Aaron, mirándola con seriedad – Tus hijos están seguros, no tiene forma de llevárselos, lo prometo, están seguros…además, estoy casi seguro de que solo lo dijo para manipularte
- No lo entiendes – insistió ella – el provocó todo, es capaz de cualquier cosa, Aaron, mis hijos…
- Están seguros – insistió él – confía en mí, preciosa ¿Cuándo te he fallado? – preguntó él, de nuevo su voz era diferente, y parecía tener un efecto en Erin, que finalmente cerró los ojos, y asintió, calmándose.
Aaron abrazó a Erin y la consoló mientras ella finalmente le decía la verdad, y tal como lo sospechaba, el hijo de puta la maltrataba y la había tenido amenazada con los niños, simplemente había sido una precaución, pero luego de ver las evidencias de un incendio provocado en casa de Erin, utilizó un poco sus contactos para hacer que el incendio figurara como arte del caso abierto del pirómano que estaban buscando, y había añadido al esposo de Erin como sospechoso, era probable que no llevara a ningún lado, pero le daría el tiempo que necesitaba para alejar al hombre de los niños y de la mujer- Dijiste que es tu ex esposo ¿es eso cierto? – preguntó acariciando la mejilla herida de la mujer, que estaba sentada en su regazo y definitivamente necesitando seguridad, ella asintió, familiarizada con el contacto entre ambos- le hice creer a su abogado
Erin se encontraba conflictuada entre la alegría, la vergüenza el terror. Luego de que los oficiales se llevaron a Ethan y ella quedó nuevamente a solas con Aaron, se sentía vulnerable y segura al mismo tiempo, segura, debido a que el hombre había cumplido su promesa de protegerla, pero al mismo tiempo, la atención y la forma en que aprecía tener la situación bajo control conseguía atraerla como un imán, al igual que cuando eran jóvenes, Aaron siempre tuvo ese efecto en ella, y había sido la razón principal por la que no se había atrevido a buscarlo cuando había llegado a la ciudad.Le brindaron ropa nueva, lo que le hizo recordar que no tenía nada ni para ella ni para sus hijos, esperaba que Ethan no hiciera nada para quitarle los pocos cientos de dólares que tenía en su cuenta bancaria, porque necesitaría por completo ese dinero, din contar que
Aaron estaba completamente perdido por el pequeño bebé que ahora era su tocayo, ni siquiera había como había sucedido, pero mierda, le había encantado, ver a Erin con sus hijos le había hecho pensar tantas cosas, tantas posibilidades, después de tantos años, y ahora…Tenía que obligarse a aterrizar, la mujer estaba hecha un desastre emocional, había sido abusada por su ex esposo y casi había perdido a sus hijos en un incendio, y allí estaba él…sonriendo como un idiota porque el niño en sus brazos había sido nombrado en su honor.- Oh, por Dios, lo perdimos – se mofó Miles entrando en la cocina, haciendo que Aaron lo mirara sucio, el niño dormía, y sus hombres estaban llegando para el cambio de turno, Kennett, que venía detrás, se echó a reír- ¿Y bien? ¿Le volverás
Cuando terminó de llenar los informes de los incendios y de revisar la documentación correspondiente, Aaron miró la fotografía que tenía de él y Erin cuando eran jóvenes, era una de las ultimas fotografías que se habían tomado juntos, sobre la vieja camioneta a la que se había aferrado y que era el único recuerdo que tenía de su padre, le tomó años repararla, en la fotografía Erin usaba el cabello corto y con hondas naturales que caía con un flequillo, tenía una sonrisa enorme y llena de dientes, lo abrasaba mientras él intentaba no resbalar debido a la tierra mojada, se veían felices, inocentes, y sobre todo, enamorados.La fotografía había sido tomada un mes antes de su ruptura, él se había enlistado en el ejercito por un impulso estúpido y ella se había negado a la posibilidad de enviudar antes de los
El interior del lugar estaba hecho especialmente para lo que tenían en mente, Remi había apartado la habitación para una sesión de cinco horas, lo que quería decir que la empujarían al límite, Anne-Marie-Marie era rebelde, y apelaba a la debilidad que Remi tenía por ella para salirse con la suya, aunque su amigo simplemente la dejaba salirse con la suya para poder castigarla a su antojo, era un comportamiento que Aaron no dejaba pasar tan fácilmente. La habitación usual era una sencilla con todos los implementos necesarios para realizar sus sesiones, pero aquella noche usarían una especial con un banco de castigo y Remi había traído consigo una maleta, que ya estaba en la enorme cama, con fustas, pinzas para los pezones (hechas a medida para Anne-Marie-Marie) y su set favorito de cuerdas. Anne-Marie-Marie suspiró mientras miraba lo que le esperaba, mientras Remi se encargaba de preparar y limpiar los implementos, Aaron se pos
Erin se sentía avergonzada mientras esperaba en la cocina de Aaron, una cocina que la llenaba de demasiados recuerdos, que no tenía tiempo de procesar tampoco debido al llanto de su bebé, a quien en un impulso sentimentalista había decidido nombrar Aaron, tal como su amor adolescente y el hombre que la había rescatado de la muerte.Aaron Jr lloraba intensamente, y aunque se calmaba ligeramente al ser arrullado por su madre, Erin estaba al borde del colapso, Caleb no estaba tomando demasiado bien el constante cambio, y sus pesadillas habían despertado a Erin un par de veces.Estaba avergonzada con Aaron, que había decidido salir durante la primera noche que había dormido allí, y oh, el se había arreglado para una mujer, ella lo sabía, y por alguna razón, la idea le inquietaba, no se consideraba como celosa, después de todo, sabía bien que era posible que el hombre hub
Erin se duchó rápidamente y miró la ropa que Aaron había conseguido para ella, sintiéndose como una completa idiota, se había sentido molesta e irritada, tenía la misma ropa de la noche anterior, y su cabello estaba revuelto, sin contar que olía alcohol. Por un momento se había sentido como la primera vez que Ethan le había engañado, poco después del nacimiento de Caleb, por lo que una vez que se disculpó y aceptó que el hombre solo quería ayudar, se recordó a sí misma que el hombre probablemente tenía pareja, al igual que ella había hecho su vida, incluso tenía dos hijos. No tenía ningún derecho para reclamar o sentirse mal.El hombre había comprado más cosas de las que necesitaba, e incluso había comprado sus antojos usuales cuando tenía su periodo, le había conseguido un par de pantalone
Luego de la cena, las cosas se pusieron algo incómodas, aunque Erin agradeció la distracción de hacerse cargo de los niños, una vez que el pequeño Caleb cayó dormido, en parte gracias a que Aaron lo había agotado con un par de carreras en el patioAaron era excelente cocinero, lo que no le sorprendía, ya que siempre había ayudado a su madre a preparar platos que ella adoraba, su madre siempre le había dicho que Aaron era el indicado, y debía admitir que durante las noches que lloraba en casa esperando ser rescatada por él…también lo había pensado.- La cena estuvo deliciosa – dijo finalmente en un intento de establecer conversación, el hombre tenía el cabello mojado de la ducha y una camisa de franela que dejaba ver sus músculos y tatuajes, solo le conocía dos tatuajes, por lo que ver sus hombros completamente llenos de tinta,