Nos detenemos en la carretera a varios metros de la casa, apagamos los motores de la camioneta y salimos de ellas en silencio con armas en mano, pero Nate se guarda en su ropa el iPad mini. La música está por los cielos y hay tantos autos aparcados que es difícil siquiera contarlos, nosotros nos ocultamos. De inmediato mis hombres con el capitán se meten entre los arbustos y el bosque que rodea la propiedad para despejar de maneara sigilosa la parte de atrás de la casa, su tarea es asesinar a los guardias de ese lado para que Nate, Mike, Louise y yo podamos acercarnos. Los hombres de Nathan comienzan a acercarse a la enorme reja que rodea la casa donde podemos observar con los binoculares que hay dos guardias. Los hombres los asesinan fríamente con sus armas con silenciadores y luego escalan la reja. Al llegar al otro lado se esconden mientras que nosotros nos mantenemos aun a varios metros de la casa.—Debemos esperar que nos avisen que todo está despejado —susurro y todos asienten.
Llegamos a la casa totalmente abatidos, totalmente destruidos, sin habla siquiera, ya que no mencionamos palabra alguna en el camino aparte de lo que dije y de la llamada que le hice a los chicos de la casa de seguridad para que escolten a Heather, a Jennifer y a Lizzi hacia nosotros. La primera necesita revisar a Nate, luego de eso me dediqué a sacarme los cristales del cuerpo y hacer un vendaje improvisado en la herida de mi brazo que me ocasionó Crystal. Todos nos bajamos del auto y con ayuda de los chicos llevamos a Nate hacia su cuarto, para este punto está casi inconsciente. Ya en su habitación se encuentra Heather quien al vernos se levanta y corre hacia nosotros, toma la mano de Nate entre la suya y nos acompaña hasta que lo dejamos sobre la cama.—¿Qué es lo que ha pasado? —se apresura a contestar mientras lo revisa con su rostro a punto de soltar el llanto.—No estoy seguro —contesto—, creo que lo golpearon y nos tuvimos que lanzar de un segundo piso.La chica no contesta na
Jennifer.Ayer fue un gran día, no se obtuvieron los resultados que queríamos, lo sé, pero fue un gran día. Aprendimos a ser felices con lo que obtuvimos, aprendimos a ser agradecidos con lo que ya tenemos, con las personas que amamos y que nos aman, o al menos es lo que yo siento. Sé que el plan era sencillo, James debía morir, debíamos arrebatarle ese socio a Max, pero como se predijo, Nathan actuó como la rata traicionera que es y nos engañó a todos, pero al final de todo, de todo de la malo, de las heridas, del plan fallido fue uno de los mejores días de mi vida, fue lo que yo llamaría un día de revelación porque me sentí feliz y sobre todo amada, amada por todos, amada por Alex. Cada vez puedo notar lo mucho que me ama, al principio tenía siempre esa duda, si mi amor era correspondido, pero ahora la duda se ha ido y yo sé que lo es, me corresponde con cada partícula de su ser. Me ama, sé que daría su vida por mí, sé que haría cualquier cosa por mí y que jamás me haría daño.Sé qu
Salgo de la casa hecha un mar de lágrimas, pero Alex no me sigue, me subo al auto y arranco a toda velocidad. No puedo creer lo que mis ojos vieron, no puedo creer que haya decidido romper todas nuestras promesas, todos nuestros deseos por una golfa, por alguien que no soy yo. No puedo creer que todo lo que hemos pasado se haya ido al caño simplemente porque no pudo mantener sus pantalones cerrados. Yo lo amaba, carajo, lo amo con cada parte de mi ser y es así cómo él me paga, es así cómo me demuestra “que me daría el mundo” es así cómo me demuestra que me ama. No puedo creer que haya sido tan tonta como para creer que él cambiaria, que cambiaría por mí, que yo sería especial en su vida tanto como él es especial en la mía, que tendría el amor que siempre soñé con él, que él sería el amor de mi vida, de esta vida y de todas mis vidas. Golpeo el volante con fuerza una, dos, tres veces, intentando sacar toda la ira posible que tiene mi cuerpo en este momento. Es una mezcla de dolor, ira,
Alex. Salgo de la habitación detrás de Valeria quién no para de reír y de restregarme en la cara que sabía lo que pasaría, que sabía que estaría con ella incluso amando demasiado a esa mujer, refiriéndose a Jennifer. Sí, estuve con ella y acabé, lo admito, no soy hipócrita, pero la excitación es como una droga, el principio es alucinante, te sientes en las nubes, sin embargo, cuando acaba, la magia se acaba y en mi caso, esa magia me destruyó. Después de terminar corrí al baño y me lavé como si hubiera tocado algo sucio, también lloré porque sé que lo que hice estuvo mal y sé que jamás podré mirar de nuevo a los ojos a Jennifer. No podré verla de la misma manera. Estoy acompañando a la cocina a Valeria para que beba su champaña y encienda su cigarro para que tome sus cosas y se vaya cuando escucho que ella dice algo.—¡Ups! —exclama con malicia en su voz, como si se estuviera riendo de alguien más.El corazón se me detiene en ese instante y temiendo lo peor levanto la vista y mis ojo
Jennifer.Un mes despuésHace un mes no he visto a Alex, no he sabido nada de él, ni de Valeria, ni de Nate ni de nadie que esté relacionado a él. Heather continua su relación, lo que significa que se ve con Nate y en consecuencia con Alex, va a su casa y de una u otra forma sabe lo que allí pasa, pero evita decírmelo porque sabe que no me interesa, bueno, tal vez me interesa un poco, pero hago mi mayor esfuerzo para no pensar en ellos. Al principio las cosas fueron extrañas, Lizzi no paraba de preguntar sobre él y yo no sabía que decirle, bueno, no iba a decirle que lo vi acostándose con alguien más, mi hermana pequeña no debería saber eso, así que tuve que decirle que no funcionaron las cosas, pero que separados estamos bien. Sé que no lo entendió ni un poquito, pero Lizzi es una niña, a los pocos días se le olvidó. Ese mes fue difícil no solo por Lizzi, fue difícil porque nunca paré de pensar en él, no te puedes desenamorar de alguien en dos días, lloraba, me reía y luego volvía a
Max y yo salimos de su oficina donde nos espera su guardia Bryan, él me sorprende tomándome de la mano y luego el hombre nos guía hacia el ascensor, los tres entramos en él y segundos después llegamos al pasillo, el pasillo que recorrí con Alex, decido abrir y cerrar los ojos para dejar de pensar en él. Al salir del edificio me sorprendo cuando veo un convertible bmw de color negro, esperándonos, un auto simplemente hermoso. En cuanto Max nota mi sorpresa, sonríe.—Sabía que te gustaría —me susurra al oído causándome escalofríos.Ambos nos subimos al auto que no tiene su capota encima, Bryan cierra la puerta para nosotros y Max arranca a toda velocidad con el rugido de su motor sorprendiendo a todos los transeúntes y sorprendiéndome porque vamos solos.—Creí que él iría con nosotros —susurro mientras el cabello se me mueve por la potencia del viento y la velocidad del auto.—Te quiero sola para mí, además, sigo siendo el dueño de esta ciudad, soy intocable —es lo que me responde, pero
Alex. Hace un mes no sé nada de Jennifer, hace un mes que me obligué a mi mismo a respetar su decisión y no buscarla más, ni saber nada de ella, me desaparecí de su vida al igual que ella lo hizo de la mía, sin embargo, eso no significa que no me preocupe por ella, que la haya dejado de amar así de repente o que me importe un carajo lo que le pase. Hace una semana investigué un poco acerca de ella, solo un poco de manera indirecta; el club de Amanda ahora es de Max también, sé que, acabando su dinero, ése sería el primer lugar al que ella iría, pero gracias al cielo que mi contacto me dijo que no trabaja ninguna Jennifer en ese lugar y que tampoco se ha aparecido nadie con la descripción de ella. Eso me calmó un poco porque ahora, que las cosas han sucedido, sé exactamente a lo que se refería Nate cuando me dijo que no querría saber lo que haría Jennifer al saber que la engañé y sería hacerme exactamente lo mismo. Poner esa vaya entre los dos para no poder solucionar las cosas una ve