Un par de brazos fuertes se posaron sobre los hombros de Selene, mientras una abrumadora sensación de calor se imponía sobre todo su torso.—¡Abre los ojos! —ordeno con firmeza una voz. Una que no se parecía en lo absoluto a la de la criatura que se le había abalanzado.De manera obediente, la cazadora abrió los ojos mientras se sentaba en la cama en un solo movimiento; a su alrededor, la oscuridad aun reinaba en la habitación, la noche era dueña del mundo.Ante aquel pensamiento, el estómago de ella se revolvió.>—Respira, Selene—volvió a decir Dimitri, con su mirada azul clavada en ella, mientras deslizaba su mano hacia la espalda de ella con suaves movimientos circulares—. Era un sueño, solo eso.La cazadora respiro, exhalando profundamente, liberando el aire que parecía sofocar sus pulmones. Sin embargo, cuando deslizo una mirada hacia su pierna, el horror volvió a ser parte de su ser.—Por favor, Dimitri, dime que fuiste tu—suplico ella, mientras observaba la sangre que desprendí
Ni por un solo instante, por la mente de Selene cruzo la posibilidad de ir a entrenar. No con la reacción de Castiel al momento de contarle su sueño.La cazadora aguardo unos segundos antes de seguirlo con completo y total sigilo, segura y convencida de que el hombre tramaba algo. Había mas allí, mas de lo que se dejaba ver a simple vista.Sin embargo, y para sorpresa de la cazadora, el hombre era rápido y extremadamente ágil. La combinación de dos razas lo habían convertido en una criatura por lejos superior. Aun así, no le concedió la habilidad de poder escapar totalmente de ella.Pasaron algunos minutos antes de que Selene encontrar al hibrido. Para su sorpresa, el se había presentado en la zona de trabajo de Dimitri. Sin lugar a dudas algo no iba bien.Logrando acercarse sin emitir el más mínimo de los sonidos, la cazadora se deslizo debajo de una ventana abierta que daba a uno de los jardines. El mismo por el que había conseguido acercarse hasta allí sin ser detenida por nadie.—
Selene no logro disponer de un gran armamento antes de enfilarse en aquella casería infernal. Consiguió un cuchillo de cocina que afilo un poco más, pero solo con eso empuñando su mano comenzó a recorrer los pasillos del castillo.Los pasillos y corredores norte estaban totalmente vacíos, probablemente los centinelas escaparon ante la presencia de una criatura como aquellas. Pero los centinelas eran una cosa y los soldados eran algo totalmente diferentes, diferencia que la cazadora conocía muy bien.Si quería el veneno, ella tenia que apresurarse y encontrarlo antes que cualquiera de ellos.A diferencia de la zona sur, la parte norte del castillo era mas rustica y primitiva, el castillo estaba un poco más descuidado y el sol parecía no llegar plenamente a cada rincón del mismo, por eso las sombras parecían reinar en ese lugar. Una profunda y basta oscuridad se esparcía allí, alimentándose de todo.Selene siguió avanzando con firme determinación, ignorando las sombras que poco a poco l
Selena escucho con atención las palabras de aquel ser, mientras media con suma astucia y cuidado meticuloso la distancia que los separaba, evaluando que movimiento podía emplear para llegar a su punto débil, su cuello.La cazadora necesitaba acercarse lo suficiente para hundir la punta del cuchillo en la garganta de aquella aberración, sabia perfectamente que ese sería el único modo para sobrevivir.Necesitaba distraerlo, entretenerlo lo suficiente como para abstraerlo en sus pensamientos, en aquellas ideas. Solo de esa manera ella podría arrebatarle la vida.—No me apetece, me encuentro realmente cómoda aquí cariño—canturreo Selene, moviendo su cuerpo hacia un lado, midiendo sus movimientos, mientras la criatura la seguía.Aquello era un baile, una danza. Selene guiaba, conociendo la rutina de memoria.—¿Prefieres vivir entre mentirosos? —hablo aquella criatura.De repente un pensamiento surco la mente de la cazadora. ¿Y si ese ser sabia más que ella? Era evidente que en ese castillo
Selene se quedo petrificada, tan tiesa como las paredes de piedra a su alrededor. Castiel estaba allí, de pie, observando absolutamente todo, siendo conocedor de las intenciones que ella cargaba… o al menos de lo que sus ojos le delataban.—Necesito seguridad—respondió la cazadora con tono áspero y cortante, mirando al hombre directamente a los ojos—. Si voy a compartir la cama con Dimitri, tengo que estar segura de que el no va a… necesito seguridad.La dura mirada azul del lobo se suavizo ante las palabras de Selene, ante la colosal mentira que ella acababa de susurrar con miel en su oído.Durante una fracción de segundos, la cazadora sintió asco por lo que acababa de sugerir con tanta habilidad y fiereza. Su estómago se tensó mientras sintió como las ganas de devolver su estomago por completo nublaban sus sentidos. Pero se repuso recordándose a si misma que estaba en guerra, en el centro de territorio enemigo.—Esta bien…—dijo finalmente el lobo, acortando la distancia que los sepa
Aquella no era la primera vez que Dimitri la mordía. No, el lobo lo había hecho en una ocasión para desmayarla y poder llevarla así hasta el castillo.Sin embargo, esta vez era diferente. El dolor era punzante, si, pero Selene no se sentía débil o intoxicada, sino que el efecto era totalmente opuesto. La sensación de los labios de Dimitri sobre su piel mientras aquel cálido aliento la besaba con suavidad, genero un efecto de fervor.La cazadora se dejo embriagar por la sensación tan agradable, mientras el calor comenzaba a apoderarse de su cuerpo. Ella cerro los ojos, perdida en el mar de sensaciones… hasta que un gruñido estallo en el lugar.Un instante, Selene era sostenida entre los brazos de Dimitri, y al siguiente, ella era apartada de el con gran brusquedad, por unos brazos tan fuertes como los del Alfa.—¡Aléjate de ella, Dimitri! —gruñó Castiel, con los dientes expuestos hacia ella.La mente de la cazadora daba vueltas, totalmente nublada, mientras intentaba comprender que est
Selene apretó los dientes con fuerza, mientras sus manos se aferraban con gran violencia a las sabanas de la cama de Castiel.—Por favor, eres la cazadora mas temeraria de toda la región, tu puedes con esto… son apenas unos centímetros más—bufo Castiel, mirándola directamente a los ojos.—Cazadora o no, esto es demasiado para mí, Castiel—se quejó ella, mientras se retorcía debajo de el— ¿Puedes dejarme intentarlo a mí?El hibrido rio antes de negar con la cabeza, acto seguido, el oprimió el vendaje sobre la herida de Selene.La cazadora apretó los dientes con ferocidad, mientras contenía la respiración para evitar gritar con gran fiereza.—No, Selene, no te dejare atender tus propias heridas porque no lo vas a hacer.—¿Qué te hace creer que no atenderé mis heridas? —se quejó ella con desagrado.—La pequeña cicatriz que tienes en tu espalda es por una herida mal curada… si no atiendes esta herida, dejara una marca—lentamente los azules ojos de Castiel se posaron en los de ella.Sin lug
Castiel fue el primero en despertar, sus ojos azules estaban fijos en la pared frente a la cama, mientras sus brazos envolvían el cuerpo de Selene con suavidad, inundándolo de su calor.En silencio, se asombraba y maravillaba por su poder de autocontrol. Jamas habia imaginado ser capaz de aquello, en especial ante el pedido de una mujer como Selene.La cazadora habia tenido un pedido, una única petición, borrar todo rastro de dolor de su cuerpo. Castiel acepto el desafio, sin tener muy claro el motivo que lo llevaba a eso. Aun asi, el acepto borrar todo rastro de dolor de su ser, pero lo que no le revelo a la cazadora era que no utilizaría sus habilidades.El beso habia sido un montaje, una actuación para que Selene creyera que realmente el habia realizado lo que le pidió… pero lo que realmente habia conseguido comenzar a sanar su corazón maltrecho fue la inagotable charla que tuvo con ella durante gran parte de la noche.Selene se desahogo, dejo al descubierto cada fragmento de su se