Oleika abre los ojos, siente que alguien la lleva cargando y va corriendo con ella en brazos, ella acerca su rostro en dirección de su pecho pero el olor es distinto.

No es Malcolm quien la lleva.

— ¡Suéltala!— El rugido lleno de rabia y furia contenida hizo que incluso ella se erizara de forma automática.

Oleika comenzó a recordar lo que había sucedido, ella estaba buscando una pista, luego escapaba de un rayo, pero la impactó…después todo estaba negro.

En ese momento comenzó a querer revisar su cuerpo, pero no tuvo tiempo.

Malcolm se había lanzado en contra del guerrero que la tenía cargando y la envolvió con sus brazos…

— Agradece que no te arranco los brazos a tirones— Dijo el Alfa con el rostro desfigurado por la rabia— Jamás la vuelvas a tocar, sería pedir a gritos que te arranque hasta la última gota de vida…

Sin decir más Malcolm se alejó del guerrero que no había hecho otra cosa que auxiliarla, el olor a chocolate derretido la estaba envolviendo, le encantaba ese olor, en ell