Oleika apenas podía mantenerse de pie, un sentimiento desconocido la consumía por completo.“¿Qué crees que haces?” pensaba ella desesperada, al mismo tiempo que caminaba en dirección donde se encontraba la pequeña niña “claro todo esto es efecto de la adrenalina seguramente, eso debe ser la adrenalina del momento” declaró para sí misma.En ese momento, ella abre la puerta de una pequeña habitación y se encuentra con una imagen que le rompe el corazón.En el lado derecho, en el piso se encuentra la pequeña niña, arrodillada con las manos en las piernas y la cabeza agachada, pose clara y específica de los esclavos que están esperando la aceptación de su nuevo amo, mostrando rendición, obediencia y lealtad.“¿Cuánto había tenido que sufrir esta pequeña niña para saber cada uno de los pasos que tenía que llevarse a cabo?”— Hola— susurró Oleika de forma tranquila para no asustarla.La niña guardó silencio.Oleika caminó hasta que se encontró frente a ella, quedando su altura.—Tranquila
La puerta del conductor se abrió y de ella salió un guerrero alto, fuerte, vistiendo una armadura que podría ser catalogada como de combate.El cinturón en su cintura estaba cargado de pequeños sacos con polvos especiales para defensa.Oleika no conocía demasiado sobre texturas, pero si se fijaba bien podría decir que eran una especie de escama de cocodrilo y al llegar al sol el brillo tono naranja, Oleika se giró con el corazón en el pecho, latiendo acelerado.— ¿Es…? —No pudo continuar la pregunta, no hubo necesidad Mila solo asintió en silencio.El hombre fuerte y poderoso que tenían frente a ellas, estaba rodeado de escamas de cocodrilo del este, el mensaje era claro, un movimiento en falso y encontrarían la muerte.El ambiente era pesado, incluso tenso, nadie sabía quién podría tener tanto poder como para hacer una entrada con tanto nivel, incluso detrás del auto había treinta lobos de enorme tamaño con la mirada ágil y los colmillos expuestos.La puerta del pasajero se abrió y d
El corazón de Oleika latía agitado, por todo lo que acababa de descubrir, y no podía seguir escuchando, justo al dar vuelta en una equina escuchó cómo la puerta de la oficina de Malcolm se abría agitada.Un escalofrío la recorrió por completo, aunque ya no estaba a la vista, corrió para estar en su habitación y procesar todo lo que había escuchado.“Por supuesto que buscaría a alguien de su altura para convertirla en su Luna” Pensó al mismo tiempo que cerraba la puerta detrás de ella. “Que más que puros defectos tendría para ofrecerle a un Alfa tan poderoso como el”En ese momento noto que su herida tenía un hilo de sangre corriendo y decidió curarlo ella misma, ya tenía experiencia en eso.En la oficina Malcolm se giró confundido al no encontrar nada, siquiera un olor, pero no noto que Clara había identificado algo interesante.Tres pequeñas gotas y casi imperceptibles en el suelo, y sabría de quien eran.Ya en su habitación la princesa comenzó a caminar de un lado a otro, justo a l
A la mañana siguiente en el desayuno la Princesa Clara se encontraba partiendo una fruta característica de esa manada.Incluso se había preparado con todas las características de las tierras del que sería su nuevo hogar.— Espero hayas descansado anoche— Susurro ella dejando caer la primer piedra de la conversación.— Por supuesto, espero lo hayas hecho tú también.— Deseo que podamos conocernos más Alfa, — Continuó Clara partiendo otro pequeño pedazo de la fruta— Desearía que durmiéramos en la misma habitación, después de todo seremos un matrimonio bendecido por la Diosa luna muy pronto.Ella esperaba una respuesta afirmativa pero el silencio que siguió la hizo erguirse aún más en su silla.— No. — Fue todo lo que obtuvo del Alfa— estas perfecta en donde estas.Clara apretó de forma imperceptible el tenedor antes de continuar.— Y ya que termine todo el ritual…— No— Volvió a responder Malcolm— Te lo dije al principio de este compromiso no duermo con nadie y accediste.En ese momento
Al llegar a la habitación del Alfa Líder Malcolm, Oleika es arrojada a la cama.— Pero… — Dijo agitada por el camino.— No— Respondió Malcolm al mismo tiempo que se arrancaba la camisa y se arrojaba sobre el colchón, al lado de ella.Malcolm se veía desesperado, y se sentía igual, después de varias horas en constante correr para disminuir el sentimiento de un fuego abrazador consumiendo su interior, nada había funcionado.Solo Oleika se encontraba en su mente, ella y su habilidad de tranquilizarlo, disminuiría la rabia que amenazaba con consumirlo.— Oleika, ahora— Volvió a gruñir esta vez provocando que ella se erizara al notar la rabia que impregnaba su voz.Sin detenerse mas , extendió su mano para tocar solo uno de los dedos de su mano.— ¿Que haces? — Cuestiona Malcolm al ver la acción de ella.—Señor, no creo que sea prudente que esté en este lugar, usted ya tiene a su pareja solo a unos cuantos metros de aquí, no puedo tener a la Luna de la manada.RROOOOAAARRRREl gruñido dese
Todo el lugar era igual al de una mazmorra de tortura, Clara debía mantenerse tranquila, aunque el tufo a muerte y sufrimiento la envolvió de forma inevitable.Sin pensarlo dos veces, comenzó a caminar en dirección de su futuro Mate.— ¿Qué pasó aquí?— Repitió esta vez más segura de lo que decía— ¿Estás bien? ¿Intentaron atacarnos?Los segundos parecieron ralentizarse, la respiración agitada y el rostro salvaje y fuera de sí mismo de Malcolm le provocaba un escalofrió por la espalda.— La maté. — Fue todo lo que dijo Malcolm aun sin poder creerlo.Toda la habitación se impregnó de un silencio atronador.Mientras esto sucedía, a las afueras del territorio de la manada Garra Dorada, Oleika se encontraba desesperada intentando salir de un hoyo enorme, parecía una trampa de caza.— Por favor Diosa ayúdame a salir de aquí— suplicaba una y otra vez la pelirroja al mismo tiempo que intentaba escalar por unas paredes de tierra completamente suelta, no había encontrado un solo punto de agarre e
El siguiente movimiento del hombre fue impredecible para Oleika, el extendió sus manos de forma contundente tomándola de los hombros para meterla en la cabaña arrojándola directamente a la cama.Oleika cayó sorprendida dejando salir un jadeo ante la impresión.“Espero que esto no sea algo peor que los escorpiones de fuego” pensó en un momento desesperado.La puerta volvió a cerrarse con un estruendo y ese enorme hombre deforme, comenzó a caminar de forma amenazante con un aura poderosa envolviéndolo.Sus pasos pesados, su pose autoritaria y su mirada maquiavélica eran algo aterrador.Oleika había decidido mantenerse tranquila, o mínimo aparentarlo.Carraspeó limpiando su garganta para comenzar a hablar.— Muchas gracias señor— comenzó ella con la voz temblorosa— por ayudarme solo necesito un momento para que los escorpiones de fuego se vayan, y le aseguro… le aseguro —dijo con tono serio mirándolo a los ojos y levantándose de la cama con movimientos controlados— que me iré de aquí.E
El viento dejó de correr y las hojas estaban en completa tranquilidad, pero el ambiente era denso. Nada era más aterrador que la tranquilidad cortada de un solo tajo.— Prepárate pequeña— dijo Rob justo en el momento en que se ponía frente a ella.Oleika estaba nerviosa pero al mismo tiempo sentía una curiosidad innegable por lo que estaba por venirEl rugido gutural que provenía del frente de ellos era siniestro.Oleika se asomó justo unos centímetros a un lado de la gran barrera que la protegía y ahí frente a ella se encontraba un desertor.Hombres lobo que habían luchado con su lado humano con tanta intensidad, que se habían separado, perdiendo esa parte humana, la racional y la que les podía ayudar para mantenerse en una manada.Ahora eran solo lobos, solo que el mismo vacío de la falta de su lado humano los hacía sentirse salvajes, agresivos y poco tolerantes.— Aléjate de aquí— gruño Rob al mismo tiempo que comenzaba a transformarse en su forma lobuna.El desertor gruñó, emocion