Capítulo 84

Zebela

La delicadeza con que Bastian me trataba contrastó con la violencia y humillación que sufrí en estos últimos días. Él, el llamado alfa cruel y despiadado, me miraba con tanto amor y culpa.

No quería que se sintiera culpable.

—Bastian... —balbuceé, pues todavía me sentía muy débil—. Necesito explicarte lo que sucedió...

—No te esfuerces, debes recuperar energía. Ya tendremos tiempo para conversar. —Me acarició el rostro.

Lo volví a abrazar y me quedé así por un rato, refugiada en su calor y seguridad, mientras el agua nos mojaba a ambos. Luego deseé lavarme los dientes, pues me daba vergüenza estar así delante de él.

Como pude, salí de la ducha, seguida por Bastian, quien me observaba curioso hasta que me vio agarrar el cepillo y ponerle gel dental.

—Déjame ayudarte —se ofreció. Luego se acercó a mí y empezó a cepillarme.

En otras circunstancias, estaría avergonzada y me sentiría extraña. No obstante, de una manera loca y que no le encontraba explicación, sentía todo lo contrar
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