Capítulo 139

Zebela se acercó a mí y me acarició las mejillas con sus manitas suaves. Eso me reconfortó. No pude evitar cerrar los ojos para disfrutar mejor de su toque, como si esa acción se intensificara solo por desconectarme de todo lo demás.

—Bastian, ellos están bien. Yo estoy bien. Recuerda que son tus hijos, así que son fuertes por naturaleza. Además, uno de ellos es Wos, mira...

Se desnudó y tiró su ropa sobre una roca que hacía de muralla entre las aguas del río y el suelo.

Me quedé contemplándola como el imbécil que soy. Mis ojos recorrieron cada curva. Oh...

¿Qué había dicho? ¿Qué era lo que quería mostrarme? Lo había olvidado porque toda mi concentración se enfocó en sus pechos llenos y redondos, que ahora lucían más grandes, en sus caderas y en su...

Me relamí los labios y, de momento, tuve mucha sed. Necesitaba beber de su linda cuevita, jugar con sus pelitos rosaditos y chupar su carnita palpitante.

Besaría esos pechos rosaditos mientras me unía a ella, a su calor, a su humedad, a
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