Hola, estoy por aquí de nuevo, si estás leyendo y te gusta o tienes dudas deja un comentario, deja un me gusta, dime qué te parece lo que has leído? Si dejan comentarios me ayudan a que más personas conozcan la novela, yo los leo todos. Si pueden hacerlo se los agradecería mucho, que disfruten la lectura. Otsana ❤️
Ziara La vampiro iba de regreso al bosque, no quería usar la rapidez que poseía porque quería pensar, debía pensar muy bien que le diría a su padre, no quería decir la verdad Pero tenía que saber también que tanto sabía Gastón y también que es lo que pretende. No podía darse el lujo de mentirle a su padre y que Gastón le contara la verdad porque ya sabía que haría su padre. Debía contarle algo sobre Alana, pero qué? Si ni ella sabía en realidad que era lo que le sucedía a la loba, todo era un misterio, era algo importante si y por lo mismo no querían que nadie lo supiera, también estaba el nombre de esa loba, Rowena, algo tenía que ver esa loba con Alana y debía averiguar qué. Mientras iba de camino al castillo y dejaba que su mente hiciera todos los planes posibles, los mareos volvieron a ella, sintió como todo los árboles comenzaban a dar vueltas, todo se tornaba borroso, decidió aferrarse al árbol que tenía más cerca, el sudor comenzó a correr por su cuerpo, ese sudor frío
Ziara tragó grueso, su instinto le indicaba que estaba en peligro, era su padre si, pero también sabía que no eran una familia como tal, nunca le había si quiera dado amor, no recordaba ni una vez que lo hubiera hecho, la mayoría de las veces se preguntaba si realmente era su hija, no podía creer que un padre actuara así con un hijo. Vió sus ojos, eran abrumadoramente normales, lo que le pareció extraño, no quería mostrarse nerviosa, porque su padre odiaba a la gente débil, pero tampoco podía ser altiva, como pudo intentó relajarse, enterró sus uñas en sus manos y comenzó a respirar de manera lenta, para que su ritmo cardíaco volviera a la normalidad. Tenía en mente lo que iba a decirle y rogaba que le creyera, porque no creía estar en condiciones de tener un problema más en sus hombros y mucho menos una muerte inocente más. - Yo, yo averigüe algo. - Y bien, soy todo oídos. Se echó hacia atrás en su silla de forma relajada. - Rowena. - Rowena? Preguntó Isan - ¿ Que hay con
Silas permanecía sentado frente a los ancianos a su derecha estaba Alian y a su Izquierda Gabriel, justo en ese orden. El Alfa permanecía con su semblante serio, estaba enfadado. No había venido el anciano principal, porque según la manada no era segura, por una matanza que había ocurrido ya hace un tiempo, el simple hecho de escuchar de la " matanza" como se referían al hecho en el que habían perdido a sus amigos, le revolvió el estómago y en lo único que pudo pensar era en que alguien de su propia manada lo había delatado. Era un asunto que no debía salir de allí, porque traería grandes consecuencias con el consejo, empezarían a investigar a todas las familias de su manada, iban a crear un ambiente de caos y de persecución sobre sus lobos, iban a mudar a un grupo de ancianos y a unos guardias pertenecientes al consejo a su manada, tenían que vivir con ellos hasta que el caso fuera esclarecido y peor aún, iban a desenterrar los cuerpos para ver las heridas. Era algo para lo qu
La reunión del consejo había sido ayer, la estadía en la manada fue sólo para una noche y eso porque la luna insistió a que no los echaran, porque los iba a agarrar el camino de noche y podía ser peligrosos ñ, después de todo eran miembros del consejo. El Alfa estaba de muy mal humor, la reunión terminó después de la discusión del Alfa Silas con él Alfa Bratt y su hijo Otis, se habían pasado de la línea. Aún recordaba la forma en la que le hablaban y sus manos se volvían puños. Su lobo había estado ansioso por salir y despedazarlo pero no quería un problema más. No sabía si se atreverían a hablarlo con los demás miembros del consejo porqué el también podía acusarlos. Era un Alfa muy respetado, era el Alfa principal del país, cómo podían ser tan insolentes sabiendo que vivían de él? Su manada hacia tanto dinero que la cuota que pasaban mensualmente al consejo era equivalente a la que pasaban al menos unas treinta manadas pequeñas. Esa noche ni siquiera había podido dormir, est
El bosque Ziara iba por el bosque camino a la manada, se sentía cansada y débil, casi no había podido dormir y comer, su padre cada día era más severo con ella. Ahora también estaba Gastón, ella no sabía cómo sacarle información a Alian o mejor dicho no quería. No quería hacerle daño a la única persona que la amaba, en su familia nadie lo hacía y era obvio, sus padres ni siquiera se amaban entre ellos. Su padre la había tenido sólo para calmar al pueblo y al consejo, porque era una ley que no podía evadir, todo rey debía tener un heredero, podía ser que el hecho de ser mujer y no hombre lo cambiara todo, pero que había con su madre? Por qué no la quería? Su actitud con ella era tan fría, que Ziara parecía sólo una empleada del castillo. Iba sumergida en sus pensamientos, cuando de repente sintió que alguien la seguía y vigilaba, se sentía observada. Se volteo rápidamente y miró a su alrededor, todo parecía normal, las hojas de los árboles no se movían debido a la gran cantidad
Alana Tres días habían pasado de su cumpleaños, tres días de haber encontrado a su compañero. Tenía muchas expectativas sobre su relación, quería que todo fluyera bien y que su vida fuera más fácil en ese sentido. Para este día su celo la estaba matando, su olor era tan fuerte que hasta ella misma podía percibirlo, no había podido salir de su habitación porque cuando lo hacía llamaba la atención de todos y aunque eso le encantaba, no se sentía bien. Su cuerpo quería liberarse pero todo parecía estar en contra. Y por si fuera poco, tenía esos tres días sin ver a Gastón. Su papá estaba muy molesto, lo había dejado ver con su actitud hacia ella, casi no había hablado con él, ya le había dejado claro que no le gustó que lo aceptara pero que iban a darle el beneficio de la duda. Y como si con su mente pudiera llamarlo. La puerta de la habitación fue tocada con más fuerza de la necesaria, Alana se lo pensó antes de responder, pensaba ignorar el sonido, pero esta vez la puerta fue tocada
Alana Alana caminaba de un lado a otro. Rechazarlo? Su padre había dicho Rechazarlo? De sólo pensarlo le dolía la cabeza, había llegado a pensar que había algo en su cabeza, algo que quería dominarla, algo que quería apoderarse d ella y con lo que luchaba a diario, no quería pensar en. qué era, porque no quería más problemas para su vida. Pero ahora realmente se sentía ofuscada, necesitaba ver a Gastón hoy mismo, no podía terminar su relación con él, aunque claro no había comenzado del todo. Debía buscarlo, Pero dónde? Y fue en ese momento en que volvió a caer en cuenta de que conocía tan poco de él. No sabía dónde vivía ni nada más allá de lo poco que le había contado. Suponía que esa era una de las cosas que más le molestaba a su padre. Odiaba lo desconocido. De pronto la duda comenzó a crecer dentro de ella, y si Gastón mentía sobre su vida? Si tenía una familia y no quería que ella los conociera? Las preguntas comenzaron a aparecer en su mente, una detrás de otra. Que tal y si
El Alfa y Su luna, estaban en la oficina, Eva caminaba de un lado a otro. Silas veía su andar. - Detente mujer, abrirás un hueco al piso. - Tengo miedo. - Confesó entonces, tomando por sorpresa a su esposo. - ¿De qué? - Aún lo preguntas? Para que crees que Tadeo quiera vernos? - No lo sé, Pero no todo puede ser malo. - No digo que todo lo sea, Pero tengo algo por dentro que me dice que algo anda mal. - Trata de calmarte. - No puedo, has visto la actitud de Alana? Parece un zombie, camina de aquí para allá y sin hablarle a nadie, ni siquiera a sus amigas, no me gusta a dónde va esto. - Ya le di un ultimátum. - ¿ Qué ? ¿Un ultimátum sobre qué? - Bueno, ese chico Gastón tiene hasta mañana para venir a hablar con nosotros, si no lo hace Alana tendrá que Rechazarlo. - Te volviste loco? Cómo puedes pedirle algo así? La harás sufrir. - La haré sufrir yo? Eva, de verdad? La hará sufrir el mismo, que no la ha tomado en serio. Esto es algo serio y que me preocupa mucho, no le veo