Gabriel había llegado a su destino ese día en la mañana, el viaje había durado toda la noche, ya que por la nieve debían viajar poco a poco, aunque los lobos en la manada de hielo no estaban tan acostumbrados a socializar con los humanos, sólo les gustaba a aquellos que estaban acostumbrados a salir de la manada. La Manada de Hielo era de las pocas manadas que permanecían puras, pero aún así era más fácil para ellos aceptar una relación con humanos, que con otra criatura. En el sentido de los licántropos, en su manada no había ninguno, y en ese estado la única manada que habitaba allí era la de hielo, sin embargo en los negocios, en los viajes y en muchas cosas más, tenían que recurrir a humanos pero eso ya lo hacían con terceros y de eso se encargaban aquellos que ya se habían acostumbrado a socializar con ellos o que se mantenían fuera de la manada. Claro está que aquellos que salían y no vivían como tal en la manada era porque conseguían a su compañero o compañera en otro pueb
Silas y Eva, tenían más de cuarenta años juntos, empezaron su relación siendo jóvenes, bueno ella dos años menor que él, ellos tenían un amor sin igual, pues en muchas ocasiones pasaba que los dos lobos tenían que cumplir la mayoría de edad para conseguir su pareja, pero rara vez no. No siempre era tu lobo mostrandolo, algunas veces era la misma diosa luna dándote pistas, cuando Silas cumplió su mayoría de edad, Eva tenía dieciséis recién cumplidos, ya a esa edad los lobos tenían noviazgos, no todos, pero algunos si. En su caso, ella sentía una gran atracción por Silas, era un chico bastante guapo, rubio, ojos grisáceos con tonos verdosos, era bastante alto, tenía un cuerpo muy tonificado y lleno de músculos, en realidad no había lobo en mala forma, a menos que ya fuera muy mayor. Si había algo por lo que Silas destacaba entre los chicos de la manada era por ser el hijo del Alfa y por su piel blanca, su padre y él eran lobos albinos, los últimos lobos albinos del mundo. Silas era
Eva no podía explicar el sentimiento que sentía en su pecho, acababa de ser elegida por el futuro Alfa como su compañero, no podía negar que le gustaba, por su mente pasaban muchos momentos que habían vivido y que ahora encajaban perfectamente, era la diosa luna dando señales. Ella no se sentía la loba más bonita de la manada, pero el lobo que le gustaba y con el qué se había imaginado muchas veces juntos en un futuro. Eso era lo que estaba destinado a su vida y así es la vida, lo que es para ti, ni que te quites y lo que no, ni que te pongas. Ahora que estaba con él a solas se sentía muy nerviosa, obvio no era la primera vez, pero si en un momento así. No supo que decir, seguía dudosa de lo que estaba pasando, podía ser una broma, pero no, Silas no se prestaría para eso. No podía rechazarlo, nadie quería ser rechazado por su pareja y estaba claro que ellos estaban destinados a estar juntos. Un leve toque en su hombro la trajo de vuelta a la realidad. -Estas bien? -Ohh, si, si.
Gabriel estaba de muy mal humor, sentía sus músculos muy tensos, sabía perfectamente la razón, pero no queria pensar más en ello. Llegó a ese lugar para olvidar y dejar cosas atrás, pero estaba fallando. Se había bañado, pero el jabón de espuma no fue de ayuda. Era ridículo que un simple olor lo llevara a recordarla, quería regresar, esa era su casa, pero no estaba listo aún, para aceptar la realidad de que a Alana le gustara otro chico, pensó en su celo, tal vez y sí, era eso. No era qué Alana le gustara, bueno, si le atraia, pero es que en verdad era una loba preciosa, tenía ese cabello rubio, liso y largo que llegaba hasta sus nalgas, sus ojos, tenía lindos ojos, grises o verdes, su color de ojos era hermoso, como si el gris y el verde se hubiesen mezclado pero dejando pequeñas pizcas de cada color en ellos. Tiene cejas gruesas pero muy bien arregladas, largas pestañas, y sus labios, sus labios. Ya basta Gabriel- Se dijo a si mismo, la idea es olvidarla, no recordarla. Se le
Algo olía muy bien, el olor despertó a Ziara, pero al abrir sus ojos notó que nada de lo que veía era conocido, estaba acostada en un mueble negro y sobre ella había una manta blanca, mirando a su alrededor encontró una mesita de madera y sobre ésta había una Jarra con agua y varios tipos de plantas.Todo parecía extraño, desconocido, Donde estaba? Que le había pasado?Ziara Sintió algo humedo y frío en su abdomen, con miedo e intriga empezó a sentarse poco a poco, se quitó la cobija y se levantó la franela en su vientre había un pañito mojado y con algunas plantas, las mismas que habían en la mesa, se quitó todo eso y notó algo rojo en su vientre, tocó esa zona y algo en ella se removió, de inmediato Ziara intentó levantarse pero eso sólo le causó un gran dolor, tanto así que cayo al piso haciendo un sonido seco al impactar contra el suelo, ¡Ahhhh, ayyy maldición esto duele!!!Se escucharon unos pasos apresurados hacía donde ella estaba en el piso, una
Dos semanas habían pasado desde que Ziara se enteró que estaba embarazada,el miedo la invadió, nunca creyó que tener un hijo de su alma gemela le traería tristezay no era en si por su bebé si no por sus papás Isan y Zilana.Los Reyes Vampiros más poderosos, temidos y malvados de todos los tiempos,ellos no eran unos simples vampiros, sus papás siempre habían querido acabar con los lobos,para así consumir toda su sangre y hacerse más fuertes,y su alma gemela su pareja era nada más y nada menos que Alían.El hijo del Alfa de la manada de Hielo,Alían y su papá Silas eran los últimos lobos albinos,lobos muy raros pero no por ello menos fuertes,al contrario tenían más fuerza, y poderes que otros lobos.Los lobos albinos eran incluso más raros que los omegasy justo ella se vino a enamorar de él, del hijo del enemigo más grande de su padre.Decidió que esa misma noche
Un día Zilana despertó a Ziara y le dijo que le tenía una sorpresa que la esperaba en el estudio de su padre, ella no muy convencida, se puso encima de su pijama una bata de dormir y se fue al estudio, la puerta estaba abierta y se detuvo al darse cuenta que sus papas no estaban solos, 3 vampiros más los acompañaban Su madre al notar como ésta andaba vestida, la tomo del brazo y la arrastró por las escaleras hasta su habitación. Al llegar Zilana le exige que se quite esos trapos y se ponga ropa decente.-Tenemos algo muy importante de que hablar Ziara debes estar presentable-, se acerca al armario y saca un vestido color vino manga larga junto a unos tacones a juego, tira todo en la cama y se va.Ziara bufa y solo piensa por que debia ella vestirse asi? busco un pantalón negro una franela roja y unos tenis negros se hizo una coleta alta en su larga cabellera roja y decide bajar otra vez.Desde afuera del estudio se escuchan todos conversando, ella abre
Ziara se soltó del agarre de su padre, salió de su habitación y se fue del castillo corrió hasta que le dolieron las piernas, gracias a su velocidad ya estaba nuy lejos, se había adentrado a un bosque, hacía mucho frío, pero eso no la detuvo, siguió corriendo. Iba tan rápido que chocó con algo o más bien alguien.Un gran lobo de Color blanco, estaba en frente de ella, eso la asusto mucho, iba a empezar a correr cuando el lobo la tira al suelo, y monta sus patas en su pecho, Ziara solo piensa que va a morir pero el lobo empieza a olerla, huele su cabello, su cuello y luego le pasa la engua por su cara, ella queda en shock en el frio piso de aquel bosque, estaba nevando y había una fina capa de nieve debajo de ella.El lobo se le quita de encima y se sienta, Ziara poco a poco se va incorporando y se sienta también, están frente a frente en silencio asi pasaron varios minutos y ellos solo se miraban, el lobo empieza a transformarse y ella ve como el cambia a su