Quince días, quince días habían pasado desde que Gabriel se había ido, la verdad era que poco lo pensaba, ya casi ni lo soñaba, al parecer y si era un capricho y el tiempo la estaba ayudando a entenderlo. Aunque poco veía a Gastón cada día le gustaba más, salvó por algunas cositas pero nada que se solucionara hablando, no encontraba con quién hablar sobre él, porque no sabía cómo lo tomarían sus amigas, no era que no confiara en ellas pero de cierto modo entendía que Gastón tenía razón cuando le decía que no se arriesgara a perder la oportunidad de conocerse más y estar juntos por apresurarse a que todos lo conocieran. No era su forma de ser, ella no podía callarse las cosas o mejor dicho no le gustaba, o bueno algunas, pero la mayoría de los sucesos de su vida lo sabían sus amigas. Además de que obvio no sabía cómo podía reaccionar su padre, el Alfa Silas, uno de los lobos más correctos que existían en el planeta pero que tenía una forma de criar y dirigir su manada un poco or
Sus mejillas estaban rojas, su boca seguía siendo tomada con ímpetu y aunque ella respondía el beso, sabía que algo no estaba bien. Apenas y la soltaba por unos segundos para tomar aire y volvía a tomar sus labios. En aquella raíz de un gran árbol, Alana permanecía recostada, con un cuerpo encima del suyo que le impedía moverse, no supo en qué momento había mordido sus labios, pero dolían y sentía un pequeño sabor a sangre en su boca. Su mente se encontraba en el limbo. Pero de momentos volvía en si e intentaba zafarse de aquel cuerpo que la tenía cautiva. Lucho un poco más pero su mente no le ayudaba. Abrió sus ojos como platos al sentir una mano en sus senos, esas caricias y ese agarre eran como brasas ardiendo en su piel. Le gustaba que la besara y la tocara, había ido un poco lejos antes, pero nada cómo está vez, era virgen, era inexperta. Y aunque quería más, tuvo un momento de lucidez en el que su mente la hizo ver que lo que hacía no estaba bien. Gastón estaba a punto
Sólo faltaban dieciocho días para el cumpleaños de Alana, el tiempo pasaba súper rápido, hacía diez días que había estado con Gastón en el bosque donde casi tienen sexo, se vieron unos días después pero el parecía molesto, a Alana le extrañó mucho la forma en que se comportaba, lo invitó a su cumpleaños con el fin de que la manada pudiera conocerlo pero el le dijo no estar seguro, pensaba en sus padres no sabía si lo aceptarían y ella la verdad no queria dañar las cosas con él. Tenía una conversación pendiente con sus padres y es que ese día no se pudo porque había llegado una visita de sorpresa, eran dos ancianos del consejo, la visita los tomó a todos por sorpresa, no habían avisado que vendrían cómo siempre lo hacían con anticipación para que la manada estuviera preparada. Eso la había salvado de esa conversación, pero la habían cambiado para hoy. La habían pospuesto por varios días después de la visita de los ancianos porque su papá estuvo esos días muy tenso y de mal humor,
Tadeo miró a Alana, su expresión, su rostro demostraba lo perturbada que se encontraba su mente. Suspiró y guardo el estetoscopio. Abrió un poco más su maleta y saco un libro. Busco por unos minutos bajo la atenta mirada de los alfas. El Alfa no pudo soportar tanta incertidumbre y molesto le preguntó -Tadeo se puede saber que haces y que pasa? -Alfa puede esperar? Necesito revisar algo Buscó y buscó hoja tras hoja, hasta que se detuvo en una -Aqui está- y comenzó a leer, ohh lo sabía.-Que? Que es lo que sabes? Preguntó Eva desesperada-Cuanto tiempo le falta a Alana para que llegue su celo? Preguntó el médico anotando en una pequeña libreta-Dieciocho días le faltan, pero que tiene que ver?-Ahhh, dijo el Alfa molesto. Cómo pude haberlo olvidado, no debí olvidarlo.-Pueden explicarme de que están hablando?- Dejeme explicarle luna, En la historia de todos los lobos no existió una loba Albina más pura que Rowena.-Rowena, tu abuela? Preguntó a Silas.-Si, por favor deja que Tad
Courtney había dado en el clavo, sus palabras habían calado en lo más profundo del pecho de Gabriel y también su mente, no era la primera vez que le decía algo cómo eso. El lobo lo único que pudo hacer fue mirar de nuevo a través de aquel vidrio. Sabía que lo que decía era cierto. Y pensaba que si la miraba de nuevo, ella pudiera ver otras cosas que el no era capaz de aceptar ni de escuchar tampoco. No iba a aceptarlo, el no estaba enamorado, eso era lo que ella había sentido no el. Gabriel no quería aceptarlo, el era el beta, no se sentía merecedor de estar con Alana, su edad no se lo permitía, una vez se sintió tan seguro de que Alana fuera su mate, que estuvo apunto de decírselo, pero no pudo, tuvo miedo de ser rechazado y el tiempo le demostró que había estado equivocado, lo que había pasado era que las cosas con Alana se salieron de control. Tal vez y si había atracción en ellos, pero no podían ser compañeros, tanto tiempo juntos, cuántas cosas no habían vivido juntos? Y lo q
Alian y Ziara salieron del lago para vestirse, Ziara permanecía con una sonrisa en su rostro, terminaron de vestirse y emprendieron camino hacia la manada. Minutos después llegaron, al cruzar los límites uno de los guardianes le dió un recado a Alian de parte de Jacob. Jacob había estado esperándolo desde hacía al menos dos horas y media. Apresuraron su caminar y entraron a la casa. Ziara puedes ir a la cocina tal vez mi mamá esté allí, yo iré a la oficina tengo unos asuntos pendientes. -Alian, por fin llegaste. dijo su padre con una mirada seria. -Tu mamá no está en la cocina, está en la habitación de Alana. -Bueno Ziara, ve allí, arriba, cruzas en el pasillo que está frente a mi habitación en la segunda puerta. -Hola Alfa Silas, dijo Ziara levantando su mirada hacia el. -Hola Ziara. Su semblante no cambió de verdad parecía molesto, tal vez y se habían tardado mucho. -Yo te recomiendo esperes a Alian aquí o en su habitación, no es buen momento para ir a la habitación de Alan
-He decidido que lo mejor sea que vaya al pueblo, busquen a Gabriel, le lleven los documentos y que los firme. -No le pediras que venga? -No, por qué tendría que hacerlo? El también tiene que descansar, yo mismo le di el permiso y es justo que al primer problema que se nos presente interrumpir sus vacaciones, además Jacob está ayudando. - Está bien, yo ayudaré en todo lo que pueda, se lo prometí a Gabriel. -Cuando nos iremos papá? -Hoy en la noche, para que puedan estar allí mañana en la mañana, desayunan que Gabriel firme y se regresan, si hacen todo tal y como les digo mañana en la noche estarán aquí de vuelta. -Esta bien, prepararé unas cosas y estaré listo para salir de aquí a las seis. -Yo igual, voy a mi habitación, cualquier cosa pueden buscarme allá, Ziara me espera. Se despidió y salió de la oficina. Subió las escaleras hasta su habitación, abrió la puerta pero Ziara no estaba, entró al baño y tampoco, no se preocupó porque lo más seguro es que se fuera aburri
Luego de un día y una noche entera durmiendo, Alana abrió sus ojos. No sabía lo que había pasado lo último que recordaba era que se estaba bañando en la tina. Y de pronto ese dolor de cabeza se intensificó más y más lo tenía desde que estaba en el bosque. Era raro, ella no era de enfermarse mucho. Se levantó poco a poco ya que su cabeza amenazó con comenzar a doler. Miró alrededor y se extraño al verse en su cama, era muy temprano, las lobas seguían dormidas. Se sentó y nuevamente un puntazo recorrió su cabeza, no entendía que había pasado, ¿Habría Sido un sueño? Lo dudaba, ella estaba segura que se estaba bañando. Se levantó para ir al baño, cuando paso a un lado de la cama de las chicas, emily sintió su presencia y se levantó de un brinco, se acercó con rapidez a ella y tomó el rostro de la loba en sus manos. -Alana. Exclamó con mucha euforia. -Alana, ¿estás bien? Le preguntó Anabel también se despertó y entre las dos lobas la sentaron en la cama, -Alana, que bueno que es