ERIC— Odio estos lugares, además ¡sabes que no puedo exponerme idiota!— Vamos! solo los mafiosos conocen a otros, aquí solo viene gente de clase media.— Clem, solo a ti te gusta esta clase de lugares!— Has dicho que querías cosas nuevas, entonces qué mejor que ir a lugares donde tendrás para elegir.— Qué te hace pensar que aquí habría algo interesante, en todo caso voy a lo de Max y me compro algo.— Amargado, mejor disfruta del lugar y ya!Todo iba en verdad más que aburrido, hasta que estas personas ingresaron al mugroso lugar, solo uno de ellos llamó mi atención haciendo que no apartara mis ojos de él, se veía perfecto. Sin siquiera conocerlo me sentía posesivo, y lo declaré mío desde ese momento. Clem mi único amigo, abogado y confidente pronto se dio cuenta que me sentía atrapado por alguien.— Ya lo viste? — Me pregunta con una sonrisa burlándose.— Clem, lo quiero...— Un nuevo esclavo?— No, este es diferente. — Siempre dices lo mismo y termina a un lado de la carretera.
ERICCada día subía mi ansiedad en ir a rescatarlo, pero sabía que Max estaba meticuloso, con más investigación descubrí que lo tenía como garantía ya que su padre es un maldito adicto a las apuestas. Era esa la razón del por qué Clem no lo encontró de inmediato.Mat Holmes no es más que un perdedor, pero luego me ocuparé de él. Toda mi atención se encontraba en Edie, debía traerlo a mí. Jamás me había pasado tal cosa, pero la necesidad de tenerlo era mucha.El mensaje de mi amigo al fin ha llegado, por primera vez me sentí nervioso, sin saber que demonios hacer, como actuar. Pero de algo estaba seguro, en poco tiempo mi chico estará en mi mansión.Las horas pasaban decidí ir con más guardas por si fuera necesario. Encontrándome con varios conocidos, incluso con quiénes tengo ciertas deudas pendientes, pero como era de esperarse se mantenían alejados y solo saludando con una reverencia desde donde se encontraban.Como era requisito, nadie debía portar armas, ingresamos a la habitación
ERICLas cosas no estaban como esperaba, Edie seguía enfurecido y demostrando un miedo hacia mí, no podía acercarme, cosa que me irritaba en gran manera.Tuve que deshacerme de una mujer de mis servicios, por no haber cumplido mi orden de no tocarlo, aunque rogara que tuviera piedad, no podía controlarme, el solo hecho de pensar que lo tocaran mi lado despiadado despertaba, recordando así al guarda que había castigado por golpearlo.Voy a la habitación donde se encontraba, su semblante era deplorable pero no me afectó en lo absoluto. Camino rodeándolo dándole un golpe para que despertara.— Señor... — Se oía su voz rasposa.— Creíste que no me daría cuenta?— Por favor! Perdóneme señor! — Cómo es que todos en esta situación piden lo mismo. Perdonar? Es una palabra y acción que no existía en mi persona.Ver suplicar a una persona no significaba nada para mí, incluso me hacía sentir más poderoso de lo que soy. Pero esto no era nada comparando a mi otro yo, al que no he dejado en liberta
Cada día era un martirio, nada lo hacía feliz, o que bajará un poco la guardia. Pero ya no podía soportar más así que voy a su habitación para ordenar que vaya a mi dormitorio todas las noches, no quería que sea de esa manera, pero no me quedaba otra opción.Cada vez pedía menos ayuda así que creí conveniente darle más libertad que su habitación, pero con los guardias observándolo constantemente.El primer día me atreví de nuevo a besarlo, pero esta vez la manera en que tomó mi cabello con sus dedos me enloqueció en demasía, no podía evitar gruñir de placer en su boca y pareciera que disfrutaba de ello, pero de un momento todo cambio, se puso a gritar que jamás caería ante mí y otras cosas más, no sé cómo explicar lo que sentí en ese momento, podría decir que por primera vez me sentí herido.Entonces me propuse no molestarlo, creo que fui muy rápido para lo que sería difícil para él afrontar lo que pasaba. Cada día iba a mi habitación para sentarse en un sofá y ponerse a leer.Se veía
Cuando creí que ya no conocería a mi amigo ¨notas¨ en una mañana, uno de sus mensajes pasaba por debajo de la puerta me sentía ansioso y nervioso por saber de quién se trataba.Respirando profundo y sin que sospechara abro la puerta para llevarme una gran sorpresa, tenía mis dudas pero jamás creí que se tratara de él.— Leo? — pregunto mientras esté no salía de su asombro.— Edie, ¿cómo es que?... Tartamudea y lo primero que hago es sacar la cabeza para ver si se encontraba algún guardia por allí, por fortuna y raro no había nadie. Lo tomo del brazo con fuerza para meterlo a mi habitación.— Rápido, no pueden verte! — Digo comenzando a buscar si tenía alguna herida.— Edie, que sucede? — Me pregunta conmocionado, pobre, debe estar con mucho miedo.— También te compró a ti? Dime te ha lastimado? — Me sentía preocupado pero también aliviado de volver a verlo.— Quién?— El maldito mafioso! Te ha lastimado? Dónde te tenía oculto? Cómo hiciste para escapar?Su mirada era de confusión hast
Los días pasaban y ese maldito no volvía, que acaso está seguro que no escaparé! Salir a caminar en toda la mansión y hacer correr a los guardias comenzaba a aburrirme, ni siquiera sé dónde tienen a Leo, pero teniendo a los gigantes pegados a mi trasero era difícil buscarlo, eso solo lo pondría en peligro.Sigo pensando en todo lo que hablamos, de qué poder se refería, soy el dominante? Bueno en reglas generales, el dominante es quien posee el control de todo aquel que tuviera bajo su mando, no solo el control si no también puede lograr someter a cualquiera que permita ser dominado.Ese mafioso es fuerte, narcisista, manipulador, no demuestra emociones, podría decir que es egoísta, no posee empatía y es un loco, desquiciado! Cómo podría ser yo dominante!?Ese Leo está loco, si piensa que creeré todas esas patrañas! Definitivamente yo no tengo nada que ver con ese hombre!Estoy aburrido en esta habitación, cuándo volverá? Ya son varios días, creo que mejor doy vueltas por esta mansión.
¡Un momento! Cómo es que hasta ahora me he puesto a pensar en sus palabras. " Tiene algo para mí"Seré hombre muerto, definitivamente de hoy no paso, es claro que esta noche querrá hacerme suyo, y me dirá lo mismo que a ese chico.No le sirvo, todo lo que ha invertido en mí, será en vano, nunca he tenido relaciones y mucho menos imaginar que estaría con un hombre. Para decir que haría lo posible por mantenerme con vida, ¿¡ni siquiera sé cómo sería!?¡Dios! ¡Me siento nervioso! ¡Las horas pasan y se acerca el momento que debo ir a su habitación! ¡Leo! ¿¡Dónde mierda estás!?No se me ocurre ninguna excusa dar para no ir junto a él. Mi mente está en blanco y mi corazón bombea fuerte, he intentado imaginar a qué atenerme, pero ninguna termina con aires en mis pulmones.¡Diosito, escucha a este hombre pecador! ¡Sé que desde que estoy aquí mi cuerpo no se ha comportado como debería! ¡Pero no puedo evitarlo! ¡Ese hombre tiene el control de todo! ¡Por favor ayúdame! Has que todo sea solo una
En verdad el alcohol comenzaba a relajarme incluso más de lo que debería. Conversar con este hombre como si las cosas estuvieran bien solo podía ser producto de esa bebida.— Te quiero a mi lado.— Quieres que trabaje para ti? No te serviría como un matón.— Sigues sin entender? No estoy interesado en ser mentor tuyo, te quiero a ti, conmigo.— Yo-- yo nunca. — Edie que estás haciendo? ¡Debo dejar de beber!— Tú nunca qué? — Pregunta acercándose más haciendo que un cosquilleo paseara por mi cuerpo.— Jamás he estado con alguien ¿si no te gusto? ¿También vas a matarme? ¡Yo no quiero morir! — Mis lágrimas comienzan a formarse en mis ojos y me siento patético.— Estoy tan seguro, que podrías sorprenderte de lo bueno que eres. — Levantando una mano a mi rostro acaricia mi mejilla esparciendo mis lágrimas. — Quiero que dejes de tenerme miedo, en verdad, jamás te haría daño.— Y si no me gusta?— Si no lo pruebas no lo sabrás.Quedo en silencio, y sé que lo que está pasando con mi cuerpo me