Mientras esperaba en el cuarto del personal, hice tiras algunos de los uniformes que estaban ahí, con ellos ataría a la bruja de Emily, para que no me diera problemas.

Me acerqué lentamente y de un movimiento rápido, la tomé del cuello con una mano y con la otra, le tapé la boca. Le clavé una rodilla en el abdomen, estaba todo mi peso sobre ella, así que no podía moverse. Creí que la muy perr@ me iba a tener miedo, en cambio, me veía con ojos furiosos, pero no más que los míos.

Sabía defenderse. Luchó, pataleó, gruñó, pero sus sonidos los ahogué con mi mano sobre su boca, no tenía oportunidad contra mí.

Por la falta do muert@, la verdad no me importa, pero no tengo tiempo para verificarlo, entonces le até muy bien de manos y pies, la amordacé y la llevé hasta el baño. Andrea seguía profundamente dormida, en la habitación estaba una silla de ruedas, así que ahí la sacaré sin levantar sospechas.

Se veía tan dulce, así dormida. Me acerqué a su rostro, la podía oler, su perfume natural er