POV ANDREAEl sol. ¡No! Pongo mi almohada sobre mi cara, para que la luz no me moleste. Pero un intenso dolor de cabeza terminó por despertarme. No puedo ni abrir los ojos, por la luz que entra por la ventana y el dolor que siento.¿Pero qué pasó? Creo que bebí de más. Abrí los ojos como platos, al ver que me encontraba en mi cama, ¿Cómo diabl0s llegué aquí? Levanté el edredón preocupada, pero al ver que estaba aún con mi vestido. Me tranquilicé.No recordaba todo lo que pasó ayer. Estábamos en el bar, recuerdo que bailé con Fabio. Un suspiro se me escapó, pero ¿qué caraj0? ¿Acaso suspire al recordar a Fabio?Puse ambas manos en mi cabeza, el dolor no me dejaba pensar bien. Giré el rostro hasta mi mesita de noche, estaba un vaso de agua junto a dos aspirinas y una nota.Tomé el vaso y las pastillas, engulléndolas de una. No debía perder tiempo, debía mejorar este dolor que me estaba matando. Al dejar el vaso sobre la mesa, tomé la pequeña nota, reconocí el papel, era un trozo de una d
—Pues estaba completamente vestida cuando desperté. No creo que se haya molestado en volver a vestirme —las dos soltamos la carcajada, que se escuchó por toda la casa, soportando el dolor de cabeza. Hacía mucho que no me sentía tan bien, después de una salida como la de anoche.—Pues que lastima me da tú caso —hizo énfasis en el “tú” y me picó la frente con su dedo índice —. Yo la pasé fenomenal, Isaac sabe cómo hacer disfrutar a una mujer —dijo juntando sus manos en el pecho. “Pero ¿Qué le hicieron a mi amiga loca?” Pensé.Abrí el refri, buscando algo para comer. La verdad no tenía apetito y menos con las náuseas que aún tenía, solo encontré una gelatina y fue lo que saqué, le ofrecí otra a mi amiga y la acepto con gusto, regresamos al sillón.—Te seré sincera —retomé la conversación —, me siento muy a gusto en compañía de Fabio, es muy atento y sincero —recordé las palabras que me dijo en mi coche antes de entrar al bar —. No sé cómo explicarlo, pero ni con Óscar, sentí nunca la pa
POV ANDREAMe quedé ahí, en medio de la cocina, anonadada ante aquella noticia. Me alegro mucho por ella, ¿pero no pudo encontrar otro lugar para trabajar? Bueno, eso no debería de afectarme a mí en nada, ¿dije afectar? Por supuesto no me afecta.Mejor me fui a la sala, quería ver una película durante la tarde. Vamos a ver al señor Stark, amo el mundo M@rvel, me recosté en el sillón y puse reproducir a Ironm@n 3. Al terminar la peli, me pare para ir al baño. En la pared del pasillo tengo algunas fotografías, no sé por qué me dio nostalgia ver la foto de mi padre, la única foto que tengo de él.De verdad lo extraño tanto. Pasé los dedos por su rostro, sobre aquel marco colgado en esa pared —me haces tanta falta —musité.Suspiré y me metí al baño, me coloqué mi pijama para estar más cómoda. Entre unas y otras actividades, llegó la hora de dormir, mañana es día laboral, así que a descansar.A las siete y media de la mañana, ya estoy terminando de arreglarme. Vestido blanco con estampados
—Crimen y castigo ¿eh? —una voz me sacó de dentro del libro, para levantar la vista y encontrarme con la oscuridad de la noche, en esos dos ojos que me hipnotizan.—Sí, me ha gustado, una amiga me lo recomendó y ha pasado a ser de mis favoritos, ¿tú lees? —pregunté cuando comencé a guardar mi libro en mi bolsa. —¿Quieres sentarte o ir a otro lugar? —agregué.—Últimamente no mucho, no tengo tiempo, el trabajo es muy absorbente —¡Uy no! otro hombre sumido en el trabajo sin tiempo de nada, pensé y suspiré pesadamente —, bueno, pensándolo mejor, no tenía mucho tiempo. El restaurante tuvo unos pequeños cambios para poder tener algo más de tiempo —. Decía eso, al tiempo que se sentaba a un lado de mi sobre la mantita, era demasiado pequeña, nuestros cuerpos quedaron bastante cerca.La manera tan natural de comportarse, me hacía sentirme bien, que, aunque tenía poco de conocerlo, me sentía tranquila con su presencia.Así pasamos platicando de cosas triviales, el trabajo, los horarios, mi coc
POV FABIOAl entrar en la casa con ella en brazos, solo cerré la puerta con el talón de mi pie izquierdo. Mirarla tan vulnerable y en mis brazos me hacían sentir bastante afortunado, al mirarla pude notar que ya no había esa timidez de la otra noche, al parecer se sentía bien con mi compañía.—¿Dónde te dejo? —le pregunté, al quedarme de pie en la entrada.—En la sala está bien, por favor —contestó amable y desinhibida, eso es buena señal, ya que ahora no trae copas encima.Avancé hasta quedar frente al sillón, la bajé despacio y con cuidado. Solté ligeramente mis manos para incorporarme, pero no pude hacerlo. Sus manos aún seguían aferradas a mi cuello, sus ojos se cruzaron con los míos, de una manera muy sugerente, entendí a la perfección el punto. Sería un estupid0 sí no.Me relajé y subí mis manos a su cintura para poder atraerla un poco hacia mí. Sentía su aliento sobre mi rostro y sus ojos, aun sin dejar de ver los míos. Fueron solo un par de segundos, pero los estaba disfrutand
No había pensado en eso, definitivamente yo quería una relación seria con ella. Quería conocerla más, saber sus gustos y sus miedos, ver más películas como el día de hoy, simplemente lo quería todo.—Seremos lo que tú quieras que seamos, ¿Quieres ir lento? Seamos amigos —le di un fugaz beso en sus labios —solo que los amigos no se besan —. Le guiñé un ojo y me incorporé para irme.—Tal vez no debí preguntar. Pero de verdad necesito saber dónde estoy parada. Perdón —confesó. Me agrada que se sienta libre de ser sincera y aunque ella no lo sabe, entiendo perfectamente a que se refiere.—Está perfecto que lo hayas preguntado. Nunca te limites a preguntar, expresar o pedir cualquier cosa frente a mí —La apreté contra mi pecho y besé su cabeza.Ella sonrió, se le veía feliz, ya no tenía en sus ojos esa nube que al parecer le atormentaba. Justo así, era como quería que ella se sintiera siempre.—¿Necesitas que te llevé a tu habitación? —necesitaba dejarla lo más cómoda posible antes de deja
POV ANDREALlegamos un poco antes de mi entrada a trabajar. Fabio insistió en que un doctor me revisara. Ya me sentía mejor, pero aún sentía dolor y tenía bastante inflamación.Llegamos a recepción, la chica en turno nos dio el buen día y la bienvenida. Le comenté lo que necesitaba e inmediatamente me dio un turno para pasar con el doctor de guardia.Pasamos a las sillas en la sala de espera. Todo el tiempo Fabio me ayudó a caminar ofreciéndome su brazo para sostenerme, nos sentamos y tomó mí mano. Entrelazo sus dedos con los míos, me encanta cada detalle que tiene conmigo, hasta este que para muchos sería insignificante, para mi es mucho.Apreté sus dedos contra los míos y le sonreí contenta. Luego me recargue en su hombro, así estuvimos por un rato, de hecho, el pie comenzaba a doler un poco más. Por fin tocó mi turno de entrar a consulta.Estaba sobre la cama del consultorio, llevaba unos zapatos de tela tipo flats para que no me lastimara el tobillo. Aunque la inflamación ya era m
POV ANDREADespués de que Fabio me dejó en mi casa, llegó Emily. Me reclamó por no decirle antes lo de mi accidente, pero comprendió las razones por lo cual no lo hice. Junto con ella trajo un par de muletas para poder desplazarme por la casa más cómodamente, preparo el almuerzo y lo llevó hasta la sala, creo que esto me está gustando.—Por lo que veo ya hay algo más entre tú y el chefcito, ¿Cierto? Y estoy muy segura de que no me equivoco —soltó mientras yo bebía de mi jugo de naranja, casi me ahogo cuando me lo cuestiono.—Ayer la pasamos muy bien, nos besamos —ella puso cara de incredulidad mientras su mandíbula caía por la sorpresa. Por mi parte, me sorprendió la manera tan natural que lo dije.—¡Qué perra, qué perra, qué perra mi amiga! —gritó junto con una súper carcajada, yo solo me encogí de hombros y sonreí —. Sabía que terminarían en algo, pero ¿solo está eso por contar?—Pues platicamos sobre lo que pasaría después de… tú sabes… ¡No loca, eso no! —interrumpí sus acalorados