POV FABIOArranqué el coche con dirección a casa de Andrea, sabía que al beber así de rápido pronto la noquearía el tequila. Justo por eso ya no quise beber más, sabía que necesitaría un chofer. Casi al instante en que subimos al coche, ella se quedó dormida, pero balbuceaba cosas sin sentido.—¿Por qué? Yo no lo merecía. Pero me gusta mucho esta música. No, Emily estás loca —nada de lo que decía parecía ser una idea coherente. Gimoteó un poco, parecía que lloraría —. ¡Eres un maldito! pero tú eres tan atento —giró hacia mí, pero la verdad no creo que las primeras palabras fueran para mí.Llegamos a su casa, no sabía dónde estaban las llaves, le hablé y le di unas palmaditas en las mejillas, pero no me respondía. Necesitaba saber dónde tenía las llaves para poder entrar, pero no quería hurgar en su bolso.Bajé e intenté abrir con unas que traía junto con las llaves del coche, pero no tuve suerte, no había de otras más que buscar dentro del bolso. Regresé al coche, ella seguía diciendo
POV OSCARQuiero volver a enamorar a Andrea. Tendría que comenzar como cuando nos conocimos. Sí, me había alejado de los detalles, debía comenzar nuevamente con ellos. Hace unos días le dejé un ramo de flores, me quedé ahí hasta que ella salió, las tomó y regresó adentro, me alegra que no las haya dejado afuera, eso me da esperanzas. Hoy también le dejaré un detalle.Eran cerca de las ocho de la mañana. Había preparado una caja de sus chocolates favoritos, para dejarlos junto con otra nota, ya por la tarde la llamaría para platicar sobre si podía darme otra oportunidad.Estacioné mi coche en la acera de su vecino del frente. Estaba a punto de bajarme cuando la puerta de la casa se abrió, ¡pero que ching…! — ¿Quién es ese pendej0 que está saliendo de su casa? —Dije para mí en voz baja, con bastante molestia, que digo molestia, estaba encabr0nado de verdad.Sentí que la sangre me hervía. Pensaba que Andrea era diferente, apenas tenemos unas semanas separados y ella ya se está revolcando
POV FABIO—Pero, ¿qué fue eso Fabio? —preguntó Mario, uno de los meseros en cuanto ese tipo salió del restaurante.—No estoy seguro, pero creo que es el ex de Andrea —contesté aún con rabia.—Pero eso no le da derecho a venir hasta aquí y amenazarte —replicó él. Tenía bastante razón, no tendría por qué venir, si ellos ya no tenían nada. Me imagino que su nombre es Óscar y fue quien debió darle las flores que miré en su casa.—Lo sé, pero ya lo resolveré, por lo pronto vamos todos a trabajar —para mi consuelo, aún no había clientes en el lugar, esto no se vería bien en la reputación de mi restaurante.El resto del día me la pasé meditando que ese tipo sería un problema para mí. Estaba demasiado interesado en Andrea y aunque aún no había pasado nada entre nosotros, me gustaba la idea de que ese idi0ta pensara que sí.Una sonrisa tonta apareció en mi rostro, recordaba la escena de ayer, donde casi beso esa linda boquita. Además, del hecho de que al parecer no le soy indiferente. Solo es
POV ANDREAEl sol. ¡No! Pongo mi almohada sobre mi cara, para que la luz no me moleste. Pero un intenso dolor de cabeza terminó por despertarme. No puedo ni abrir los ojos, por la luz que entra por la ventana y el dolor que siento.¿Pero qué pasó? Creo que bebí de más. Abrí los ojos como platos, al ver que me encontraba en mi cama, ¿Cómo diabl0s llegué aquí? Levanté el edredón preocupada, pero al ver que estaba aún con mi vestido. Me tranquilicé.No recordaba todo lo que pasó ayer. Estábamos en el bar, recuerdo que bailé con Fabio. Un suspiro se me escapó, pero ¿qué caraj0? ¿Acaso suspire al recordar a Fabio?Puse ambas manos en mi cabeza, el dolor no me dejaba pensar bien. Giré el rostro hasta mi mesita de noche, estaba un vaso de agua junto a dos aspirinas y una nota.Tomé el vaso y las pastillas, engulléndolas de una. No debía perder tiempo, debía mejorar este dolor que me estaba matando. Al dejar el vaso sobre la mesa, tomé la pequeña nota, reconocí el papel, era un trozo de una d
—Pues estaba completamente vestida cuando desperté. No creo que se haya molestado en volver a vestirme —las dos soltamos la carcajada, que se escuchó por toda la casa, soportando el dolor de cabeza. Hacía mucho que no me sentía tan bien, después de una salida como la de anoche.—Pues que lastima me da tú caso —hizo énfasis en el “tú” y me picó la frente con su dedo índice —. Yo la pasé fenomenal, Isaac sabe cómo hacer disfrutar a una mujer —dijo juntando sus manos en el pecho. “Pero ¿Qué le hicieron a mi amiga loca?” Pensé.Abrí el refri, buscando algo para comer. La verdad no tenía apetito y menos con las náuseas que aún tenía, solo encontré una gelatina y fue lo que saqué, le ofrecí otra a mi amiga y la acepto con gusto, regresamos al sillón.—Te seré sincera —retomé la conversación —, me siento muy a gusto en compañía de Fabio, es muy atento y sincero —recordé las palabras que me dijo en mi coche antes de entrar al bar —. No sé cómo explicarlo, pero ni con Óscar, sentí nunca la pa
POV ANDREAMe quedé ahí, en medio de la cocina, anonadada ante aquella noticia. Me alegro mucho por ella, ¿pero no pudo encontrar otro lugar para trabajar? Bueno, eso no debería de afectarme a mí en nada, ¿dije afectar? Por supuesto no me afecta.Mejor me fui a la sala, quería ver una película durante la tarde. Vamos a ver al señor Stark, amo el mundo M@rvel, me recosté en el sillón y puse reproducir a Ironm@n 3. Al terminar la peli, me pare para ir al baño. En la pared del pasillo tengo algunas fotografías, no sé por qué me dio nostalgia ver la foto de mi padre, la única foto que tengo de él.De verdad lo extraño tanto. Pasé los dedos por su rostro, sobre aquel marco colgado en esa pared —me haces tanta falta —musité.Suspiré y me metí al baño, me coloqué mi pijama para estar más cómoda. Entre unas y otras actividades, llegó la hora de dormir, mañana es día laboral, así que a descansar.A las siete y media de la mañana, ya estoy terminando de arreglarme. Vestido blanco con estampados
—Crimen y castigo ¿eh? —una voz me sacó de dentro del libro, para levantar la vista y encontrarme con la oscuridad de la noche, en esos dos ojos que me hipnotizan.—Sí, me ha gustado, una amiga me lo recomendó y ha pasado a ser de mis favoritos, ¿tú lees? —pregunté cuando comencé a guardar mi libro en mi bolsa. —¿Quieres sentarte o ir a otro lugar? —agregué.—Últimamente no mucho, no tengo tiempo, el trabajo es muy absorbente —¡Uy no! otro hombre sumido en el trabajo sin tiempo de nada, pensé y suspiré pesadamente —, bueno, pensándolo mejor, no tenía mucho tiempo. El restaurante tuvo unos pequeños cambios para poder tener algo más de tiempo —. Decía eso, al tiempo que se sentaba a un lado de mi sobre la mantita, era demasiado pequeña, nuestros cuerpos quedaron bastante cerca.La manera tan natural de comportarse, me hacía sentirme bien, que, aunque tenía poco de conocerlo, me sentía tranquila con su presencia.Así pasamos platicando de cosas triviales, el trabajo, los horarios, mi coc
POV FABIOAl entrar en la casa con ella en brazos, solo cerré la puerta con el talón de mi pie izquierdo. Mirarla tan vulnerable y en mis brazos me hacían sentir bastante afortunado, al mirarla pude notar que ya no había esa timidez de la otra noche, al parecer se sentía bien con mi compañía.—¿Dónde te dejo? —le pregunté, al quedarme de pie en la entrada.—En la sala está bien, por favor —contestó amable y desinhibida, eso es buena señal, ya que ahora no trae copas encima.Avancé hasta quedar frente al sillón, la bajé despacio y con cuidado. Solté ligeramente mis manos para incorporarme, pero no pude hacerlo. Sus manos aún seguían aferradas a mi cuello, sus ojos se cruzaron con los míos, de una manera muy sugerente, entendí a la perfección el punto. Sería un estupid0 sí no.Me relajé y subí mis manos a su cintura para poder atraerla un poco hacia mí. Sentía su aliento sobre mi rostro y sus ojos, aun sin dejar de ver los míos. Fueron solo un par de segundos, pero los estaba disfrutand