No me quedaré con los brazos cruzados, buscaré a Olivia y no me importa cómo, pero soy capaz de buscarla, ¡hasta debajo de las piedras!, tengo que hacer algo y ese algo es buscarla y decirle que no quiero que se vaya. Soy capaz de renunciar de todo lo que me ha costado construir.

—Ssshhh… Es una llamada importante, es uno de los números privados —dice Ponky—. Puede que nos saquen de todas nuestras dudas.

Él contesta y con un asentamiento aleja el móvil de su oreja, camina hacia el escritorio y lo deja ahí. Tengo mucha curiosidad de quién será la persona que está al otro lado de la llamada.

—Buenos días, no pensaba hacer esta llamada tan pronto, pero debido a unos acontecimientos me he obligado hacer esta llamada—¡esa voz! —, injustamente he sido burlada, estafada y humillada, así que no permitiré que siga pasando—mi corazón empezó a acelerarse al escuchar la voz de Olivia.

¡Es ella!

Es ella y eso me dice que está bien y que no está muerta o llorando por todo lo que le hemos hecho.

—Ol