***Respiro profundo, cierro mis ojos, dejo que los gritos de mi suegra y los regaños de Paulina se alejen por un momento de mis oídos porque las dos no cooperan y lo único que hacen es que me sienta mal, es obvio que no quiero que Noah me vea en este estado dado que eso sería arruinar la fiesta de mi bebé y eso no me lo perdonaría jamás. Este día tiene que ser especial, marcado y contado para toda la vida.¡No ha nacido mi bebé y ya me siento la peor madre!, todo esto es por mi descuido, pero es que no me gusta quedarme quieta. ¡Me aburre todo! Es que estas mujeres me hacen sentir mal.Decidida, abro mis ojos, veo a Celeste que está colocando los paños de agua helada en mis pies, con delicadeza los coloca y luego me comienza a masajear… Amo a esta chica, está conmigo cuando este par de locas no lo están y cuando Noah viaja, aparte ella será la que se encargará del cuidado total del bebé.—Están bajando un poco, pero sabe que no se desinflamaron por completo —sus palabras me confortan
Un rotundo silencio se adueña de estas cuatro paredes y la comodidad que antes tenía se ha esfumado.Cierro mis ojos, intento decirle que todo pasara, que lo único que necesito es un poco de tiempo, que de un momento a otro mis pies volverán a la normalidad. Sin embargo, siento que él no está de acuerdo, que su mirada me dice muchas cosas, una como. ¡Todo se cancela!No quiero ser melodramático, pero él está furioso y no es necesario que me grite o que quiera destrozar todo lo que nos rodea. Cancelar sería una lección para todos, principalmente para mí. Todo por no haberme cuidado, no antes del evento de celebración que tendremos.***Noah***—Cálmate hermano, no puedo aconsejarte si no me dices que es lo que te sucede —dice exasperado al ver qué camino de un lado a otro.Me siento impotente, furioso e indignado, ¿por qué no me llamaron del estado de ella? Con un estoy bien no basta porque yo tengo el derecho de saber cada problema que ella tenga.Aaah, la ginecóloga, dijo que, si le v
+Olivia+—¡Una ambulancia! ¡Necesitamos una ambulancia! —mi suegra empieza a gritar y Noah aún sigue en shock.No, no puedo tener a mi bebé ahora. ¿Qué? Hace un momento estaba sentada tranquila y de repente la atención se vino hacia mí.No, no, debe ser un malentendido, lo más seguro es que me haya orinado porque he tomado demasiada agua.Niego con la cabeza, intento controlar mis nervios y los de todos, respiro profundo y le digo que las cosas cambiaran, que todo es un malentendido.Ellos me gritan y me dicen que no podemos esperar, que el bebé está a punto de salir y que lo que necesitamos es ir al hospital, que de una vez ellos diagnostiquen, que es lo que tengo. Sin poder evitarlo mis lágrimas empiezan a salir, no quiero que este momento se arruine, menos cuando este hombre me está proponiendo matrimonio. ¿Qué sucede conmigo? Por qué mi cuerpo es tan débil, por qué no puedo aguantar un poco más.Necesito controlar a todos los que me quedan viendo con terror y dolor, no... Yo me en
***—Mi hijo… —doy un fuerte suspiro.—Voy a hacer un par de llamadas.—Perfecto —le advierto.Llevo mi mano hacia mi boca, reprimo la risa que Ponky provoca, ¿cómo se le ocurre hablar de mujeres? Automáticamente, mi sonrisa se borra al ver a mi hijo.—Lo dejo muchacho, tengo que ver a mi paciente y no me iré hasta que la demos de alta y eso sería en cuatro días, me quedaré con su caso porque ustedes son especiales y no me gustaría una demanda de esa señora —su mirada se clava con la de nosotros.Ja, ja, ja… No me aguanté y me solté a reír, le tiene miedo a mi madre, es increíble lo débil que es este hombre, mis condolencias porque mi mamá no lo dejara en paz. Ponky quiere burlarse e imitarme, pero no lo hace porque el médico parece que ya está rojo de vergüenza o de enojo.—¿Le tiene miedo a mi madre? —jadeo, intento recuperar el aire a mis pulmones, porque esa señora es tremenda—, no le tema, pero gracias por ello y será recompensado, hasta puedo llamar a la doctora que llevaba todo
**Olivia**Qué bello recuerdo, cada vez que se llega esta fecha es difícil no volver a ese día, recordar como si fuese ayer mismo. Soy la mujer más afortunada del mundo, debo seguir agradeciendo a la vida por estar donde estoy; por dejar a un lado el amor que sentía por Norma, por dejar atrás los planes que tenía con el negocio y mi vida personal, por dejar atrás el rencor que sentía hacia Noah y Oliver.Oliver quedó en mi pasado y por el bien de todos tuve que pedirle a Noah que por nada del mundo me volviera a mencionar a Oliver, no cuando quiero llevar una vida feliz y sin rencores, lamento, no ser la persona que él deseaba, que no pude enamorarme y casarme como me confesaba.Aaaah, los meses y los años pasan al mismo ritmo que una rosa tira sus pétalos, puedo investigar a fondo y siempre llegaré al mismo punto, sea por una cosa u otra. Mi corazón sé estrujé en el instante que veo a mi hijo correr alrededor de la piñata de payaso, esa fue la figura que ambos querían, aunque alreded
***Olivia*** El destino o la vida siempre se encargan de sorprenderte... Añorar algo que no puedas tener es un fracaso, dado que uno tiene lo que tiene, porque decides tenerlo y no lo digo porque me molesta, lo digo porque uno tiene el poder de tener lo que quiere y no lo que sueña, puesto que un sueño se esfuma al mismo tiempo que un puro o al tiempo de un reloj. La noche es mi dulce amiga, la oscuridad, mi fiel compañera y mi destino… ¡Mi gran enemigo! —Señora... Disculpe —a un paso de la salida del club nocturno me detengo—, descanse porque lo necesitará, ya que en unas horas será la noche de los juegos y… del invitado secreto—de reojo lo observo y no me sorprende esa sonrisa maliciosa que tiene. —No veo porque tanta felicidad —exclamo con arrogancia. Ponky es uno de los trabajadores del club y un lamebotas, y lo es aún más con las personas que le convenga. Repudio a las personas como él, pero lo tengo que tolerar porque se respeta en lo que se refiere a plomo. —Pero señora, n
—No, Olivia, sabes que puedes trabajar en algo mejor y también en la cafetería —su paranoia me sorprende—. Puede que después que saliéramos del convento no tuvimos la suerte de estudiar, ya que ambas nos encargamos de subsistir y no para prepararnos como todo adolescente hubiese querido. Pufff… Y ahí comienza mi historia junto con la de Norma. Norma es una chica carismática, empática y sobre todo tiene una linda personalidad. Para ella la belleza es todo lo que una mujer debe tener. Ella es mi rubia de ojos verdes, la que no ha querido tener una relación sería porque piensa que moriré en el intento. Norma insiste que soy la chica débil, sí, la que morirá en el intento, también asegura que no tengo el carácter para vivir sin ella, aunque mi pensar es que ella no puede vivir sin mí. Para ella la soledad es una mala compañía y tu enemigo, sin duda. —Norma, hace once años que salimos de la casa hogar y sinceramente no me pone mal que ambas no hubiésemos tenido la oportunidad de tener
Veo a mi alrededor y lo raro es que todo está en su lugar; las niñas preparándose para su show, los juegos están que arden al ver la cantidad de clientes. Los grandes están jugando; apostando y ganando en el casino, otros esperando a las niñas para satisfacerse en el placer. —¿Qué pasa? —pregunto con un tono prepotente. —El invitado —tartamudea. —Ponky, desde cuando eres tartamudo —siento que perderé la paciencia con él—, no tolero los rodeos Ponky—le advierto. —El invitado vino una hora antes y… —susurra y cada vez me deja con mucha intriga. —Vete a la mierda —decido no gastar mis energías y le permito a mis pies avanzar. —Espere… Él pidió una pieza privada —me detengo en seco y sin esperar doy media vuelta hasta verle a los ojos. —Una pieza —siseo entre dientes. Ahora más que nunca tengo que averiguar quién es ese hijo de puta y, si es un vividor de mierda, que ni crea que lo permitiré. Ah, no sé por qué Lobreguez quiere que ese puto esté aquí. Doy media vuelta y hecha una f