El agua dentro de la tina salpicó hacia afuera empapando las baldosas. La mano que se perdía hasta abajo entre los dos muslos femeninos se movía insistentemente acariciando los labios suaves e hinchados por las constantes caricias superficiales. Los podía sentir incluso más calientes que el agua.El alfa mordió la oreja a su alcance sacando un gemido de la mujer contra él. La había estado torturando por bastante rato, solo tocando y acariciando por fuera, por el borde de los muslos, por alrededor de su sexo, rozando la raja húmeda en medio solo forzando un poco el límite con la punta de su dedo de vez en cuando para tentarla.Porque el objetivo de White era uno solo, hacer que ella le rogara porque metiera sus dedos. Sabía que Xana era dura, terca como un roble, incluso cuando bajaba las defensas, pero él quería y tampoco iba a desistir. Quería al menos tener ese recuerdo para estar satisfecho durante el tiempo que no la tendría en sus brazos.Después de probarla claro sé que había vu
White recogió sus cosas en el mayor silencio posible guardándolo en un pequeño bolso, solo con un pantalón puesto dado que él haría todo el camino junto a Sky como bestias. Realmente se sentía un poco incómodo teniendo que irse en ese momento, cuando los cachorros por fin estaban adaptándose a Xana y no solo eso.Si fuera por él se quedaría, no le gustaba estar tanto tiempo lejos de sus hijos y con solo pensar que estaría lejos de Xana por tanto tiempo pues… le hacía recordar todas las veces que ella se había desvanecido de sus brazos.-¿White?- entonces el sonido de la voz de Xana lo hizo salir de sus pensamientos.Miró por encima de su hombro y la vio sentada en la cama restregándose los ojos que se le negaban a abrirse. La camisa de él llena de feromonas que le había puesto antes de acostarla en su cama se corría a un lado dejando a la vista su níveo hombro y las diversas marcas que le había dejado sobre la piel.Hermosa.Se acercó a ella y se inclinó para dejarle un beso suave en
Xana corrió en dirección al cuarto de sus cachorros y abrió la puerta. No se equivocó. Tanto Sibyl como Nill tenían el rostro lleno de lágrimas y lloraban a todo pulmón pidiendo por el alfa.-Papáaaaa, papá se fue- Sibyl lloraba abrazando el cuello de su hermano al que apretaba contra su pecho.Nill no decía nada, pero sus sollozos eran dolorosos y sus manitos se cerraban en el ropón de su hermano.Xana se petrificó sin saber qué hacer en ese momento. Había aprendido a lidiar con el desprecio de ellos al inicio, con la lengua afilada de Sibyl, con la preferencia por su padre, pero tenerlo a ellos dos llorando así… qué podía hacer.Se mordió el labio y se forzó a pensar. No sabía cómo ellos reaccionarían hacia ella. Sin embargo, algo en su interior dictaba que debía consolarlos. Así que se abofeteó mentalmente y se acercó a ellos con cautela. No quería que la atacaran. Después de todo ellos tenían una genética lobuna.-Sibyl, Nill- se detuvo en el borde de la cama y los llamó.Los dos
Celeste miraba a la mujer que sonreía en dirección a sus hijos. Ambas estaban sentadas en la terraza trasera de la casa del alfa, y en el patio jugaba los dos cachorros hijos de este, junto con el suyo propio.-Te ves hoy mucho más feliz que otros días- le dijo Celeste sintiendo alivio por ella.Fue entonces que Xana se dio cuenta de la expresión que tenía en su rostro. Aunque Celeste no mentía. Ese día al menos hasta el momento estaba yendo mejor de lo que esperaba dado que estaba sola con sus hijos. A pesar del despertar medio traumático para los tres, los cachorros habían desayunado sin problema, aunque ella lo que más recordaba era haber podido cargar a Nill.El pequeño se sentía tan suavecito, esponjocito, tan calentito, olía a leche… su corazón se había enternecido.Tras esto no habían protestado… mucho para seguir la estricta rutina que tenían y que Xana también siguió asistiendo incluso a sus clases, y aunque tras almorzar no había encontrado de nuevo a Lilya, Celeste había tr
Por su parte ella, Xana estaba intentando esconder las ganas de reírse. Es que aquella escena era realmente cómica, mientras Nill parecía un algodón de azúcar de ternura, su hermano tenía tantos cambios de humor en un momento por lo sensible que era que sacaba una sonrisa. Eran tan contrastantes, pero se notaba que cada uno estaba muy pegado al otro.Quizás Sibyl no se había dado cuenta, pero más que ser dominante con su hermano era súper mega protector con él, como si cualquier cosa pudiera quebrar al menor por eso se comportaba así. Mientras Nill, aunque tenía su carácter y lograba con sus ojos de cachorro lo que quería… no dejaba el lado de SibylXana se sentó en la cama y abrió el libro buscando uno de los cuentos hasta que encontró uno en la quinta página que tenía incluso dibujos. Lo alzó y se los mostró.-¿quieres que te lea este?- le preguntó a Nill donde incluso Sibyl miró.-Los conejos son feos- dijo él último- aunque saben rico. Pero no quiero oír de ellos.Una gota de sudo
Mmmm, mmmmXana protestaba soltando sonidos de su garganta mientras golpeaba sin mucha fuerza la espalda del alfa que no soltaba su boca. La lengua de él invadía con ansias su cavidad y casi parecía que la quería devorar. Todo había sido tan rápido desde que ella había aceptado que le diera un beso a agarrarla por los muslos, alzarla contra él, darse la vuelta para pegarle la espalda contra el árbol y presionarla allí, hasta casi le estaba haciendo perder la cabeza.-Espera… - Xana apenas pudo decir cuando White le soltó los labios para que ella tomara una profunda respiración y se quedara jadeando.El alfa sonrió ligeramente y le besó la mejilla.-Ah, quiero volver, esto no es suficiente- bajó su boca para atrapar la de ella, pero Xana reaccionó y se la cubrió con la mano. Él solo bufó. Y le besó la palma- Bueno, al menos quedo un pcoo satisfecho. Me tengo que ir ahora- dijo acariciando la mano de ella con su aliento.-¿Ir?- tras esto la mano que cubría los labios de él cubrió la de
Xana estaba sentada en la terraza mirando a lo lejos, completamente aburrida. Un largo suspiro salió de sus labios. Debía encontrar que hacer para no sentirse así.Esa tarde, después del almuerzo los cachorros ya no la habían acompañado. Lilya esta vez sí estaba en su casa y pues ellos… fueron a jugar con ella.¿Le gustaba la idea?No, para nada, pero prohibirles así de golpe que no fueran a verla cuando ella era la que había estado a su lado desde que ellos tenían memoria pues sería un serio problema. Ya bastante con que el alfa ya no le permitía a ella compartir el tiempo en la mesa o dentro de la casa.Ver el rostro de alegría de los cachorros cuando la veían era realmente doloroso.-Debo ser fuerte- se repetía Xana una y otra vez. Sin embargo, dolía.-Xana- escuhcó la voz de Celeste que se acercaba a ella después de volver de la tienda- ¿y los cachorros?Xana la miró por encima del hombro y sonrió levemente.-Ellos fueron a jugar con Lilya.Al momento el rostro de Celeste se torci
Sus pasos eran lentos, y cada vez más pesados. Los mareos se volvieron constantes, y aunque la distancia no era precisamente larga sentía que esta se extendía cada vez más. Tuvo que detenerse a la mitad a tomar un respiro.-¿pero qué me está pasando?- jadeó con el cuerpo más caliente que antes- En la mañana estaba bien- se palpó la frente.No estaba sudando, pero si su temperatura corporal era un poco más alta de lo normal, le dolía la cabeza, y su estómago estaba algo revuelto, con razón no había comido tanto a la hora de cenar.-Solo tengo que descansar- se dijo para sí misma. No solía enfermarse mucho, su salud era bastante buena.Se forzó a llegar a la habitación y sin poderse cambiar de ropa se dejó caer en la cama. Al momento fue como si un calor acogedor la envolviera. Ese olor familiar. White podía haberse ido, pero había dejado tantas feromonas rociadas por todos lados que estas aún danzaban e impregnaban las sábanas.Se hizo un ovillo en el medio de la cama y estiró la mano