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Sus pasos eran lentos, y cada vez más pesados. Los mareos se volvieron constantes, y aunque la distancia no era precisamente larga sentía que esta se extendía cada vez más. Tuvo que detenerse a la mitad a tomar un respiro.

-¿pero qué me está pasando?- jadeó con el cuerpo más caliente que antes- En la mañana estaba bien- se palpó la frente.

No estaba sudando, pero si su temperatura corporal era un poco más alta de lo normal, le dolía la cabeza, y su estómago estaba algo revuelto, con razón no había comido tanto a la hora de cenar.

-Solo tengo que descansar- se dijo para sí misma. No solía enfermarse mucho, su salud era bastante buena.

Se forzó a llegar a la habitación y sin poderse cambiar de ropa se dejó caer en la cama. Al momento fue como si un calor acogedor la envolviera. Ese olor familiar. White podía haberse ido, pero había dejado tantas feromonas rociadas por todos lados que estas aún danzaban e impregnaban las sábanas.

Se hizo un ovillo en el medio de la cama y estiró la mano
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