Xana corrió en dirección al cuarto de sus cachorros y abrió la puerta. No se equivocó. Tanto Sibyl como Nill tenían el rostro lleno de lágrimas y lloraban a todo pulmón pidiendo por el alfa.-Papáaaaa, papá se fue- Sibyl lloraba abrazando el cuello de su hermano al que apretaba contra su pecho.Nill no decía nada, pero sus sollozos eran dolorosos y sus manitos se cerraban en el ropón de su hermano.Xana se petrificó sin saber qué hacer en ese momento. Había aprendido a lidiar con el desprecio de ellos al inicio, con la lengua afilada de Sibyl, con la preferencia por su padre, pero tenerlo a ellos dos llorando así… qué podía hacer.Se mordió el labio y se forzó a pensar. No sabía cómo ellos reaccionarían hacia ella. Sin embargo, algo en su interior dictaba que debía consolarlos. Así que se abofeteó mentalmente y se acercó a ellos con cautela. No quería que la atacaran. Después de todo ellos tenían una genética lobuna.-Sibyl, Nill- se detuvo en el borde de la cama y los llamó.Los dos
Celeste miraba a la mujer que sonreía en dirección a sus hijos. Ambas estaban sentadas en la terraza trasera de la casa del alfa, y en el patio jugaba los dos cachorros hijos de este, junto con el suyo propio.-Te ves hoy mucho más feliz que otros días- le dijo Celeste sintiendo alivio por ella.Fue entonces que Xana se dio cuenta de la expresión que tenía en su rostro. Aunque Celeste no mentía. Ese día al menos hasta el momento estaba yendo mejor de lo que esperaba dado que estaba sola con sus hijos. A pesar del despertar medio traumático para los tres, los cachorros habían desayunado sin problema, aunque ella lo que más recordaba era haber podido cargar a Nill.El pequeño se sentía tan suavecito, esponjocito, tan calentito, olía a leche… su corazón se había enternecido.Tras esto no habían protestado… mucho para seguir la estricta rutina que tenían y que Xana también siguió asistiendo incluso a sus clases, y aunque tras almorzar no había encontrado de nuevo a Lilya, Celeste había tr
Por su parte ella, Xana estaba intentando esconder las ganas de reírse. Es que aquella escena era realmente cómica, mientras Nill parecía un algodón de azúcar de ternura, su hermano tenía tantos cambios de humor en un momento por lo sensible que era que sacaba una sonrisa. Eran tan contrastantes, pero se notaba que cada uno estaba muy pegado al otro.Quizás Sibyl no se había dado cuenta, pero más que ser dominante con su hermano era súper mega protector con él, como si cualquier cosa pudiera quebrar al menor por eso se comportaba así. Mientras Nill, aunque tenía su carácter y lograba con sus ojos de cachorro lo que quería… no dejaba el lado de SibylXana se sentó en la cama y abrió el libro buscando uno de los cuentos hasta que encontró uno en la quinta página que tenía incluso dibujos. Lo alzó y se los mostró.-¿quieres que te lea este?- le preguntó a Nill donde incluso Sibyl miró.-Los conejos son feos- dijo él último- aunque saben rico. Pero no quiero oír de ellos.Una gota de sudo
Mmmm, mmmmXana protestaba soltando sonidos de su garganta mientras golpeaba sin mucha fuerza la espalda del alfa que no soltaba su boca. La lengua de él invadía con ansias su cavidad y casi parecía que la quería devorar. Todo había sido tan rápido desde que ella había aceptado que le diera un beso a agarrarla por los muslos, alzarla contra él, darse la vuelta para pegarle la espalda contra el árbol y presionarla allí, hasta casi le estaba haciendo perder la cabeza.-Espera… - Xana apenas pudo decir cuando White le soltó los labios para que ella tomara una profunda respiración y se quedara jadeando.El alfa sonrió ligeramente y le besó la mejilla.-Ah, quiero volver, esto no es suficiente- bajó su boca para atrapar la de ella, pero Xana reaccionó y se la cubrió con la mano. Él solo bufó. Y le besó la palma- Bueno, al menos quedo un pcoo satisfecho. Me tengo que ir ahora- dijo acariciando la mano de ella con su aliento.-¿Ir?- tras esto la mano que cubría los labios de él cubrió la de
Xana estaba sentada en la terraza mirando a lo lejos, completamente aburrida. Un largo suspiro salió de sus labios. Debía encontrar que hacer para no sentirse así.Esa tarde, después del almuerzo los cachorros ya no la habían acompañado. Lilya esta vez sí estaba en su casa y pues ellos… fueron a jugar con ella.¿Le gustaba la idea?No, para nada, pero prohibirles así de golpe que no fueran a verla cuando ella era la que había estado a su lado desde que ellos tenían memoria pues sería un serio problema. Ya bastante con que el alfa ya no le permitía a ella compartir el tiempo en la mesa o dentro de la casa.Ver el rostro de alegría de los cachorros cuando la veían era realmente doloroso.-Debo ser fuerte- se repetía Xana una y otra vez. Sin embargo, dolía.-Xana- escuhcó la voz de Celeste que se acercaba a ella después de volver de la tienda- ¿y los cachorros?Xana la miró por encima del hombro y sonrió levemente.-Ellos fueron a jugar con Lilya.Al momento el rostro de Celeste se torci
Sus pasos eran lentos, y cada vez más pesados. Los mareos se volvieron constantes, y aunque la distancia no era precisamente larga sentía que esta se extendía cada vez más. Tuvo que detenerse a la mitad a tomar un respiro.-¿pero qué me está pasando?- jadeó con el cuerpo más caliente que antes- En la mañana estaba bien- se palpó la frente.No estaba sudando, pero si su temperatura corporal era un poco más alta de lo normal, le dolía la cabeza, y su estómago estaba algo revuelto, con razón no había comido tanto a la hora de cenar.-Solo tengo que descansar- se dijo para sí misma. No solía enfermarse mucho, su salud era bastante buena.Se forzó a llegar a la habitación y sin poderse cambiar de ropa se dejó caer en la cama. Al momento fue como si un calor acogedor la envolviera. Ese olor familiar. White podía haberse ido, pero había dejado tantas feromonas rociadas por todos lados que estas aún danzaban e impregnaban las sábanas.Se hizo un ovillo en el medio de la cama y estiró la mano
Xana sabía que su salud en ese momento no era la mejor, sin embargo, después de ver el estado de Nill no le importó su cuerpo y toda su atención se centró en Nill. Se dejó caer en el borde de la cama junto a él y el palpó la temperatura. Frunció el ceño, estaba alta, más de lo normal para ser un cachorro. Debía bajarla como fuera.Quitó la sábana de encima del cachorro y lo fue a cargar cuando el fuerte mareo que le dio apenas lo pudo levantar. Se estremeció y contuvo las ganas de vomitar. Dios, estaba bastante mal. Esto no sería nada fácil, pero debía ser fuerte, ella podía aguantar, pero no su cachorro que era muy pequeño aún.Así que respirando profundo cargó a Nill entre sus brazos y lo apretó contra ella. El cachorro jadeaba y al momento sus manitos se apretaron contra la ropa de ella como si estuviera en medio de una marea de dolor.-Tranquilo- Xana le besó la coronilla de la cabeza. Todo va a estar bien- intentó sonreír más para ella que para el pequeño que no la miraba porque
-Ocurre algo- Celeste salió del baño con Nill cargado contra ella.Xana se sobresaltó, pero negó con la cabeza agarrando las pequeñas migajas y escondiéndolas en la funda de la almohada que la retiró. Si esas galletas habían sido las causantes de todo aquello, tendría que hablar con los cachorros seriamente. Escondió las migajas dentro de su ropa para llevárselas. Necesitaba que White también lo supiera y con pruebas. Ella al menos tenía la coartada que Celeste la había visto comer la galleta.Tras esto agarró el muñeco, pero lo devolvió a la cama, debía ser lavado antes de poder usarse de nuevo debido a que tenía rastros de lo que podía ser veneno. Con más razón la sal en ese momento era esencial. Tanto para ella como para el cachorro.En eso escuchó como era llamada desde afuera. Era uno de los lobos de la cocina que tenía en sus manos todo lo que había pedido.-Llévalo a la habitación del alfa- le dijo Xana incorporándose con dificultad y después de hacerle señas a Celeste que ella