El cuerpo de Xana se petrificó. No la había sentido, en serio que no la había sentido, ni mucho menos escuchado. Acaso se debía a lo débil que estaba, creía que era por ello, porque sus sentidos la habían ayudado en el pasado. Lentamente giró la cabeza por encima del hombro encontrando un rostro joven que la miraba pestañeando confundida. ¿Quién eres?- la loba volvió a preguntar. Xana tragó en seco. Si cometía un error ella llamaría al alfa y la volvería a encarcelar. Y al parecer ella no se mostraba tan alterada, como si no estuviera al tanto de su situación, sino ya hubiera gritado, así que probó. -Hola, me puedes ayudar, me caí y necesito agua y ayuda por favor. Lilya miró a la chica que tenía los ojos suplicantes y sonrió. -Claro, ven, yo te ayudo- la loba la ayudó a levantarse con una tranquilidad que sorprendió a Xana y la llevó caminando lento hasta una casa relativamente cerca de aquello, parecía acostumbrada a tratar c
Xana nunca esperó que sus cachorros la recibieran con los brazos abiertos, ni con besos ni sonrisas. No era tan ilusa para pensar eso después de todo lo que había pasado, pero el desprecio y rechazo que mostró su cachorro hacia ella fue tan grande, tan real, tan genuino que algo dentro de ella se agrietó al punto que se quedó sin aliento… por lo que no pudo esquivar cuando una mano con las uñas en forma de garra fue en dirección a ella y arañaron su brazo fuertemente.-¿Qué haces con ellos? Aléjate. No los toques- la misma loba que antes la había ayudado había vuelto corriendo y jadeando y se alejaba cargando al cachorro y poniéndose delante del otro más atrás.Sus ojos la fulminaban y mostraba sus colmillos amenazadoramente. Parecía realmente una madre cuidando a sus retoños.-Ellos… ellos- su voz temblaba, su cuerpo entero temblaba.No sentía nada en ese momento, ni siquiera el dolor de su piel abierta en tres a todo lo largo y que sangraba manchando la ropa de su regazo. Lágrimas c
White no supo cuánto tiempo tuvo la mujer entre sus brazos. Podía escucharla llorar y temblar como si pudiera quebrarse en cualquier momento, como si hubiera perdido todo en su vida. No importara con cuantas feromonas la envolviera, ni lo que le dijera, ni si sus manos recorrían su cuerpo en un intento de tranquilizarla, ella no parecía tener consuelo alguno. Y podía sentir su dolor, que apretujaba su propio corazón con cada sonido que salía de su garganta. El enlace ardía como si esto pudiera romperse en cualquier momento, danzando sobre un fino hilo al borde de una pendiente.Su humana, su mate, su pareja estaba completamente destrozada.El sonido de la puerta hizo que saliera de sus pensamientos y mirar hacia el doctor que acababa de salir de la habitación donde descansaba Xana en ese momento. Lo había mandado a llamar no para que curara precisamente sus heridas, eso lo había hecho él mientras ella había dejado de llorar contra su pecho, lamiendo las largas heridas provocada por la
White se quedó al lado de Xana después que el doctor se hubiera retirado. Sentado en el borde de la cama su mirada no podía apartarse del rostro de la humana, y miles de pensamientos pasaban por su cabeza.Y si, externamente ella parecía bien, muy sana, pero mirando las marcas en sus muñecas, y las ojeras debajo de sus ojos, y sin querer mencionar su daño interno, ella no estaba bien.Él nunca la había dejado explicarse, nunca la había escuchado, simplemente había sacado sus propias conclusiones y asumido los hechos. Y ese sentimiento de venganza se había incrementado con el paso del tiempo y viendo que sus cachorros crecían sin una madre a su lado.Bien sabía lo que se sentía que sus cachorros con los ojos llorosos se acercaran a él y le preguntaran con voz apretada porque no tenían a una mami como los demás cachorros de la manada. Y eso había hecho que su corazón tuviera aún más resentimiento.Sus dedos apretaron los de ella entre sus manos sin hacerle daño.-¿Qué voy a hacer contig
Dolía, dolía mucho, más de lo que cualquiera pudiera imaginar. Un dolor tan fuerte que le quitaba el aliento. Junto a una soledad que simplemente era abrumadora. Porque ahora.. estaba solaXana ya no tenía razón alguna para seguir luchando, por seguir queriendo alcanzar algo que simplemente no lo quería. No había nada a lo que aferrarse. Ella ya no tenía un propósito, y estaba tan vacía que cuando abrió los ojos ni siquiera pudo llorar. Ya no quedaban lágrimas.El techo sobre ella era diferente mas no le importó, la cama debajo era suave a diferencia de donde estaba antes, tampoco fue relevante, había un olor agradable a su alrededor, eso ni siquiera la inmutó. Nada, nada le llamaba la atención. El mundo para ella había perdido su brillo y solo una había una tristeza invadiendo cada parte de su pecho.Las palabras de sus cachorros resonaban una y otra y otra vez, así como sus miradas, como si fuera la peor persona del mundo, como si los hubiera botado en la basura y olvidado de ello
DesesperaciónEra un sentimiento terrible para los lobos, sobre todo cuando estabas de manos atadas y por más que hicieras algo no encontraba solución. Y así estaba White en ese momento. Intentando revivir a su mate que no mostraba signo de despertar en absoluto y él sentía que cada vez más la perdía. El cuerpo de ella se ponía cada vez más frío.-Xana, por favor- decía con los dientes apretados sin darse cuenta que por una de sus mejillas corría una lágrima. Nunca pensó que ver morir a su mate justo en sus brazos fuerte tan, pero tan doloroso.Sin embargo, no se rindió. No lo haría. No la perdería de nuevo, aun cuando fuera su culpa que ella hubiera terminado así.-Alfa- unas manos detuvieron sus muñecas y le hicieron alzar la cabeza gruñendo- Alfa, cálmese- era el doctor.White alzó la cabeza donde el cabello se había alborotado y le cubría parte de su rostro. Negó y siguió presionando, sentía que si lo hacía sería todo para ella y la perdería.-Use el poder de su vínculo- el doctor
Separarse de Xana, sobre todo después de lo ocurrido, fue de las cosas que más trabajo le dio a White en los cuatro días venideros después del incidente. Como todo alfa tenía tanto responsabilidades relacionadas con la manada, así como las que tenía como padres. Sus cachorros ya habían notado su extraño comportamiento, así como olido el olor de ella sobre su cuerpo.Y aunque al inicio no querían acercarse a él, White les había dicho que después hablaría con ellos más detalladamente, aunque no sabía cómo tocar el asunto. Había que esperar a que Xana despertara de una vez. Algo que no había hecho.En las noches se acostaba en la cama junto con ella y la abrazaba llenándola de feromonas.La había trasladado a su cuarto y cuando él no estaba se quedaba el doctor o hasta Sky con ella vigilando que si despertaba no fuera a cometer otro acto contra su vida. Había costado mucho, pero mucho que ella regresara a él. Casi no lo había logrado. Ahora que la tenía de vuelta consigo no la dejaría ir
Los había visto, otra vez, a sus dos cachorros. Y su forma de ser había sido muy diferente de cuando la habían tratado. Se notaba la conexión que tenían con su padre. El pecho de Xana se había apretado significativamente. Si nada de lo que había ocurrido en su vida hubiera pasado, estaría así con sus cachorros, incluso con una conexión más fuerte, porque a pesar de todo entre ellos había un lazo que no se podía romper.Miró al lobo delante de ella en el extremo de la mesa. El olor de la comida llegó a su nariz y no pudo evitar desviar la mirada hacia ella. Entrecerró los ojos.-Acaso tenías intenciones de matarme de hambre.El ceño de él se frunció.-Di órdenes exactas de que te dieran comida mientras estabas confinada- confirmó que efectivamente ella no había sido alimentada. Un poco más y ella hubiera muerto por hambre y no solo por intentar ahogarse.-Al parecer no te respetan del todo porque ni agua- alzó una ceja molesta- Al menos en el baño había sido ahora sería un tronco seco,