Los había visto, otra vez, a sus dos cachorros. Y su forma de ser había sido muy diferente de cuando la habían tratado. Se notaba la conexión que tenían con su padre. El pecho de Xana se había apretado significativamente. Si nada de lo que había ocurrido en su vida hubiera pasado, estaría así con sus cachorros, incluso con una conexión más fuerte, porque a pesar de todo entre ellos había un lazo que no se podía romper.Miró al lobo delante de ella en el extremo de la mesa. El olor de la comida llegó a su nariz y no pudo evitar desviar la mirada hacia ella. Entrecerró los ojos.-Acaso tenías intenciones de matarme de hambre.El ceño de él se frunció.-Di órdenes exactas de que te dieran comida mientras estabas confinada- confirmó que efectivamente ella no había sido alimentada. Un poco más y ella hubiera muerto por hambre y no solo por intentar ahogarse.-Al parecer no te respetan del todo porque ni agua- alzó una ceja molesta- Al menos en el baño había sido ahora sería un tronco seco,
White reaccionó rápido.No, no la dejaría hacerlo. Su corazón palpitó a mil y simplemente reaccionó. Se levantó de la silla tan rápido que esta se estrelló en el suelo, y agarró las muñecas de Xana, alejando la punta del cuchillo lejos de su cuello, así como tiró de esta hasta que su espada estuviese sobre la mesa.Se sintió jadear y su cuerpo llenarse de sudor, sobre todo cuando enfocó la pequeña herida en el cuello de su mate y la sangre que salía de esta. Se inclinó y lamió la zona con intención de curarla. Fue rápido y preciso notando como la piel rápidamente se regeneraba debajo de su lengua.Y al alzar la cabeza enfocó el rostro de la mujer que para su sorpresa estaba tranquilo y sus ojos se mantenían fríos.-No vuelvas a hacer algo como eso.Xana pestañeó lentamente. No vacilaría, si lo hacía volvería a ser una presa fácil para ellos. Estaba cansada, así que manteniendo todas sus emociones bajo control respondió con voz firme.-Eso… depende de ti. Ya sabes lo que quieroLas man
White se apretaba el entrecejo tan fuerte que dejaría marcas. Sky frente a él podía notar la tensión de su alfa y se imaginó que era respecto a su mate.-Ella… no mentía- lo escuchó decir y Sky no entendió bien a que se refería.-¿Qué?White alzó la cabeza y lo miró.-Que Xana no mentía cuando decía que ella no abandonó a los cachorros Sky-El beta pestañeó confundido.-¿Le va a creer?-Acaso se puede engañar al lazo entre nosotros- negó con la cabeza- la escuché… por primera vez, tampoco es que tuve mucha opción. Me contó todo y yo escuché. Cada una de sus palabras y ninguna… ninguna era mentira- soltó un largo suspiro- Yo solo asumí las cosas Sky- Ella… ella arriesgó su vida para salvar a los cachorros, poder traerlos hasta aquí incluso después de darlos a luz y sangrando, y garantizando la seguridad de ellos a pesar de ser arrastrada de vuelta y encerrada- un gruñido salió de sus labios- y yo solo… le hice lo mismo que le hicieron ellos.La boca del beta no se podía cerrar.-Espere
-No lo haré- dijo Sibyl con el ceño fruncido- No la aceptaré como madre- incluso gruñó.-Ella no nos merece- le siguió Nill pero en voz más baja mientras se mordía una uña.White tomó un suspiro. Ni porque les había contado a sus cachorros la situación, omitiendo las partes que no era necesario que ellos supieran, pero si recalcando las primordiales. Aun así ellos no querían ceder. Les había dicho desde muy pequeños que su madre los había abandonado… eso había creado una mella tan grande que ahora no era fácil borrar.-Escúchenme cachorros. Todo fue un malentendido. Yo asumí las cosas como no eran y juzgué mal a su madre, ella no los abandonó como les había dicho antes. Ella simplemente se le negó la opción de estar al lado de ustedes. Ahora está de vuelta y puede compartir…-Aun así, no queremos- Sibyl reafirmó su decisión- Puedes decir lo que quieras papá, pero no nos puedes obligar a aceptarla como madre solo porque volvió o porque no estuvo con nosotros. Hubiera luchado más fuerte
-AAAAAHHH- un grito desgarrador inundó toda la habitación.-Puja, tu puedes- una voz femenina dio aliento.-Duele- otra respondía en medio de jadeos y llanto para después gritar de nuevo.El vientre abultado se movía de un lado a otro de forma anormal casi como queriendo desgarrar la piel desde adentro. La mujer estaba empapada en sudor junto a su cabello dorado todo pegado a su frente, su piel erizada por completo, la sábana debajo de ella manchada de sangre, y aun así no había atisbo de esperanza que diera a luz. Y es que era natural… lo que llevaba adentro no era un bebé humano.Jadeó con fuerza con las lágrimas empañando su vista e intentó mover sus manos de forma forzosa, pero estas se encontraban amarradas tan reciamente que sus muñecas tenían un halo rojo y las sogas que la aguantaban tenían rastros de sangre.-Ahhhhhh- Xana gritó para después apretar sus labios, llorar y gritar no la sacaría de ese momento tan tortuoso. Se concentró y respiró profundo a pesar de las olas de do
La prioridad eran sus cachorros, esos que gemían en la pequeña cesta en sus brazos envueltos en un paño para que no le diera el aire frío.Xana corría sin mirar atrás a pesar del dolor desgarrador de su interior. Después de haber dado a luz normalmente debería descansar, dormir, amamantar… bueno a sus hijos que en este caso no eran humanos sino dos pequeños cachorros de lobo, en cambio atravesaba el bosque huyendo de su pueblo que solo quería matar a sus hijos, hijos que habían sido concebidos debido a ellos mismos. Ahora querían limpiarse las manos.Ah, estaba tan agotada de todo, desde niña siempre había sido así, su destino siempre dependiendo de los demás, y solo cuando recibió un poco de afecto aún si era ilusorio en los brazos de aquel… lobo, estimulado por el celo había sentido que su vida podría terminar tranquila, pero no… ahora estaba allí corriendo con tal de salir de aquel lugar, poner a salvo a sus hijos y no ser atrapada.Xana no supo cuando tiempo corrió, pero tuvo que
Debía estar cerca. Era lo que se repetía Xana una y otra vez con cada paso que daba. Su cuerpo estaba llegando al límite y realmente deseaba descansar, pero eso era un lujo que no podía darse, sobre todo cuando sus cachorros dependían de ella. Al menos ya había dejado de sangrar, pero necesitaría una limpieza urgente en cuanto encontrara agua.Escuchaba un río cerca y eso le hizo palpitar su pecho. Sabía la geografía de la zona debido a sus aventuras cuando era joven y este era el límite entre el territorio humano y el de los lobos, una vez cruzara este estaría a salvo y más cerca del padre de sus hijos.Y necesitaba que fuera pronto. Sus pies se arrastraban por la tierra debido a la falta de comida y agua después de dos días y medio caminando y además alimentando a sus crías. Si a eso le sumaba que acababa de dar a luz y de la hemorragia que le siguió, solo su voluntad de madre la mantenía en pie.Avanzó con la esperanza de llegar al territorio lobuno. Desde tiempos que ella ni siqui
Los cachorros se removían incómodos en la cesta con sus patitas intentando buscar el calor de su madre. Había mucha humedad, frío y no podían sentirla cerca. Tenían hambre, ansiaban su cercanía, pero por más chirridos que hicieran no la encontraban, simplemente se rozaban entre ellos, pero no la piel de quien los había traído a la vida. La conexión entre la madre y sus cachorros era algo que no se podía comprender y estar lejos de ella solo los hacía sufrir.Chillaron y lloraron llamándola para que viniera por ellos. Aun así, no hubo rastro de su calor, hasta que sus lloriqueos fueron disminuyendo cuando una nariz grande y húmeda los rozó y los olió. Los cachorros dejaron de chillar y se giraron hacia este nuevo ser que olía muy bien y que les dio la tranquilidad que ellos querían. Al tener sus ojos sellados no podían ver quien era, pero sus olfatos no los engañaban.Se removieron y esta vez los chillidos fue de emoción. Sus patitas se removieron para tocar este hocico que los estaba