24

Xana sentía que su cuerpo se movía de un lado a otro, sobre una superficie algo dura. Iba sentada y su cabeza se golpeaba a cada rato como si donde estuviese fuera inestable. Lentamente abrió los ojos donde sus párpados pesaban y apenas podía hablar. Su garganta estaba sumamente seca.

Estaba mareada y su cabeza dolía y no era más. Había reconocido el olor en cuando había sido puesto en su nariz. Su hermana, Aurora, la había drogado y ella sabía bien cuál era la intención. Después de todo ella era la que sería enviada como sacrificio a los lobos.

Y las cosas no se quedarían así.

Y Xana la conocía bastante bien para saber qué haría aquello. Intercambiar sus lugares. Y prueba de ello era el cambio de ropa, ahora ya no tenía los ropajes rojos, sino un vestido de tela blanco largo y mangas hasta las muñecas que tenía amarradas en su regazo, y un velo blanco que a diferencia del rojo que cubría su rostro de su esposo, este lo ocultaría de su verdugo. Quiso reír. En otro momento no le hubier
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP