CAPÍTULO 54: ÚLTIMO INTENTO, UNA OPORTUNIDADSavannahMi abuela enarca una ceja y se ríe, pero se nota la ironía en sus palabras. Se pone de pie con solemnidad y rodea el escritorio hasta estar frente a mí. Puedo imaginarme lo que está haciendo aquí; si mi padre no está, es porque muy seguramente ella le ha quitado el puesto.—¿Ah, sí? ¿Y qué te hace pensar que tienes derecho a exigir algo?—Porque esas tierras son suyas y lo sabes. Las consiguieron jugando sucio. Si no lo hacen… usaré lo que encontré en el sótano de mi padre si hace falta —amenazo.Mi abuela se ríe de nuevo, un sonido que me hiela la sangre.—Ya no tienes nada, querida. No eres una Davenport. Te largaste y quisiste ser una pobre granjerucha sin futuro. Bien, hazlo. Pero para esta familia, estás muerta.Aprieto los puños, intentando mantener la calma.—Tengo pruebas de los negocios turbios de mi padre. ¿De verdad quieres que saque eso a la luz?Ella me mira desafiante.—Hazlo. El único perjudicado será tu padre. Yo ya
CAPÍTULO 55: LAS MENTIRAS TIENEN PATAS CORTASSavannahMe miro en el espejo de la sala mientras termino de ajustar mi abrigo. La mañana está fría, pero hoy es un día importante: vamos a recoger a la abuela Helen del hospital. Por fin podrá volver a casa, donde pertenece, rodeada de su familia, aunque esa palabra sea un concepto algo fracturado últimamente.Logan está en el porche cargando una bolsa con ropa que Melanie preparó para la abuela. Sus hombros están tensos, pero sus movimientos son bastante decididos. Siempre es así cuando se trata de su familia.Melanie y Tony están junto a la camioneta, revisando que todo esté en orden. Davina, la menor de los Carter se abraza a una bufanda enorme mientras salta en su lugar para mantenerse caliente. Sus ojos brillan de emoción; no puede esperar para ver a su abuela.Todo parece estar en calma, pero yo no puedo relajarme. Mi mente vuelve a lo que hice ayer, a mi encuentro con mi abuela y mi intento fallido de recuperar la granja. He manten
CAPÍTULO 56: LA TRAMPAPeterDavina está sentada en el sofá de la sala, con las piernas cruzadas y abraza una almohada desgastada que probablemente ha estado ahí más tiempo del que cualquiera de nosotros podría recordar. Sus grandes ojos me miran con emoción y cautela. Tiene diez años, no es que sea tonta, pero puedo imaginar por qué decidió quedarse conmigo y no ir con Logan a ver a la abuela.—¿Cuánto tiempo te quedarás? —pregunta luego de un rato en silencio.Sonrío y me siento en el sillón frente a ella, me inclino hacia adelante como si realmente tuviera algo significativo que decir.—No mucho, Davi. Solo quería verte y asegurarme de que estás bien.Ella frunce el ceño y suelta la almohada dejándola caer al suelo.—Extrañé verte… pero estoy enojada contigo.La honestidad de sus palabras remueve algo en mi interior que no me gusta, pero mantengo mi sonrisa.—Lo sé —respondo suavemente—. Y créeme, lo entiendo.—No, no lo entiendes —dice cruzando los brazos—. Logan siempre hace todo
CAPÍTULO 57: UN POCO DE RESENTIMIENTOSSavannahEl hospital está tan silencioso como una iglesia. Las luces brillan frías en los pasillos mientras caminamos hacia la habitación de la abuela Helen. Logan va al frente, con pasos firmes, y yo lo sigo, consciente de cada mirada que sus hermanos me lanzan de vez en cuando. Sé que no es el momento para tensiones familiares, pero no puedo evitar sentirme como una intrusa, especialmente después de lo que pasó con Peter.Cuando entramos a la habitación, la abuela está sentada en la cama, con un chal color crema sobre los hombros y una taza de té en las manos. Su piel, aunque más pálida de lo que recordaba, luce con más vitalidad. Cuando nos ve, sonríe ampliamente, pero esa expresión se desvanece al verme. Sus ojos claros se endurecen y frunce el ceño.Logan no se detiene. Camina hacia ella y toma su mano entre las suyas.—Abuela, me alegra verte mejor —dice con una sonrisa.Ella asiente y luego sus ojos viajan hasta los otros hermanos que se a
CAPÍTULO 58: DESPEDIDA… POR AHORASavannahLa noche ha caído sobre la granja. El cielo está despejado, lleno de estrellas, pero la quietud parece más inquietante que tranquila. Me detengo en el porche sosteniendo un plato con un pan dulce de canela. Logan está sentado en las escaleras, con los codos sobre las rodillas y la mirada perdida en la oscuridad del campo. Sus hombros, siempre fuertes y erguidos, están caídos, como si llevaran el peso de mil preocupaciones. No hemos hablado desde que llegaron esos hombres a darnos el plazo de tres días. Sé que todo nos explotó en la cara, él está molesto conmigo y aunque tiene razón, no puedo soportarlo.Respiro hondo y me acerco con cautela. Sin decir una palabra me siento a su lado. Mis ojos se deslizan hacia su perfil, buscando algún rastro de paz en su rostro, pero no lo encuentro.—Tu hermana me dijo que te gusta mucho este pan —digo sosteniendo el plato frente a él con una sonrisa tímida.Logan suspira profundo, como si estuviera decidie
CAPÍTULO 59: NO TODO ES PERFECTOSavannahUnos días después…El sol de la tarde entra por las ventanas de la cocina, iluminando el espacio con un resplandor cálido mientras el olor a pan recién horneado llena el aire. Helen trabaja con destreza amasando masa, mientras yo intento seguir sus instrucciones. Mis manos están cubiertas de harina, y mi cabello, recogido en un moño alto, tiene un mechón rebelde que insiste en caerme en la cara.—No lo estás presionando lo suficiente —dice Helen con un tono severo, pero hay una chispa de humor en sus ojos.—¿Cómo es posible que esto sea más difícil que planear una gala benéfica? —murmuro mientras intento no desesperarme.Helen suelta una risa corta y me mira de reojo.—Porque aquí no puedes esconderte detrás de decoradores y camareros. Esto es real, querida.A pesar de su tono crítico, sé que está empezando a aceptarme, y eso me da fuerzas para continuar. He aprendido a tomar las cosas con calma desde que llegamos a la granja de Berth Wolves.
CAPÍTULO 60: ANGUSTIALoganEl sonido de mi celular rompe el silencio mientras termino de cargar el último saco de fertilizante en la camioneta. Es Savannah, y aunque su nombre en la pantalla debería alegrarme, algo en mi pecho se aprieta. Contesto de inmediato.—¿Savannah?—Logan… —Su voz está temblorosa, débil—. Ven ya al mercado… Mi vientre… me duele mucho.—¿Qué pasó?—Por favor, solo ven.No me da detalles, pero sé que algo anda mal. Tiro el saco al suelo y salto a la cabina. Mi corazón late con fuerza mientras conduzco a toda velocidad hacia el mercado. Savannah rara vez pide ayuda, y cuando lo hace, sé que es serio.Cuando llego, la veo sentada en el suelo junto a la entrada; no hay nadie, el lugar está vacío. Hay pedazos de cáscaras de huevo y un olor ácido que me golpea al acercarme. Su cabello está desordenado, su vestido manchado, y está abrazándose el vientre.—¡Savannah! —corro hacia ella y me arrodillo a su lado—. ¿Estás bien?Ella asiente, pero sus ojos están llenos de
CAPÍTULO 61: UNA FACHADA PELIGROSASavannahParece que han pasado siglos desde mi supuesta caída en el estacionamiento del mercado, pero en realidad solo han transcurrido algunas semanas. No me atreví a decirle a Logan que alguien me había empujado porque no quería causarle más dolores de cabeza. De todos modos he evitado volver a salir sola, aunque por estas fechas, no salgo casi nunca.Este día comienza con la luz suave del amanecer filtrándose por las ventanas de la casa de Berth. Mi barriga enorme me impide moverme con facilidad, y cada vez que intento levantarme de la cama, parece que el esfuerzo de mis músculos es monumental. Es el cumpleaños de Davina, y aunque los Carter han planeado algo sencillo, quiero asegurarme de que sea un día especial para ella.Logan ya está despierto y organizando las cosas. Lo escucho en la cocina, conversando con Berth y la abuela.—Buenos días —digo entrando con cuidado mientras me apoyo en el marco de la puerta.Logan se gira de inmediato y sonrí