CAPÍTULO 25: NO SOY TUYASavannahLa mañana empieza con una llamada inesperada de mis abogados, quienes me dicen que finalmente Logan ha aceptado verme. Me quedo en silencio unos segundos mientras ellos continúan hablando, informándome sobre el lugar de la reunión: un hotel en el centro de la ciudad, en el restaurante. Me debato entre el alivio y la ansiedad, pues aunque quiero que este matrimonio acabe, la idea de volver a ver a Logan me inquieta.Apenas cuelgo, mi padre se asoma por la puerta de mi habitación, mirándome con recelo.—¿Adónde piensas ir? —pregunta con la frialdad que acostumbra.—Voy a verlo —le respondo segura, aunque él no tarda en soltar una carcajada incrédula.—No creo que sea buena idea, Savannah. No puedo acompañarte, y ya sabes que no confío en ese hombre. Quizás sea mejor posponerlo —me dice negando con la cabeza, pero su mirada se desvía cuando escucha unos pasos tras de mí.William entra en la sala con una sonrisa despreocupada y su expresión cargada de con
CAPÍTULO 26: TODO FUE UNA TRAMPALoganMe mantengo firme, sin ceder un centímetro, mientras observo a Savannah y al tipo que tiene a su lado. La sola idea de imaginar que está pensando en empezar una vida con ese hombre, que incluso el hijo que lleva es de él, me enciende de una forma que no puedo controlar. Pero no voy a dejarlos ganar, no voy a cederles el terreno ni permitir que sigan jugando conmigo.Lo miro de arriba a abajo y una risa amarga y cargada de sarcasmo, se escapa de mis labios.—¿Por este muñequito de torta me cambias, Savannah? —suelto, burlón, sin poder resistir el impulso de ridiculizarlo frente a ella.—Ya basta de tonterías, Logan. Firma los papeles y acaba con esto —me responde, con una frialdad que no hace más que incrementar mi rabia. Saca un sobre de su bolso y lo lanza a mis pies, desafiándome a terminar con esta historia como si fuera tan simple.Recojo los papeles, pero no los firmo de inmediato. En lugar de eso, los sostengo en mi mano, estudiando cada lí
CAPÍTULO 27: BAD BLOODSavannahVoy en el asiento del copiloto, mirando las calles pasar sin realmente verlas. William va a mi lado, hablando sobre cualquier cosa, pero mi mente no está aquí. Mis pensamientos vuelven una y otra vez a ese beso que Logan me dio en el pasillo. Siento mis labios aún ardientes y el cosquilleo en mi piel. ¿Por qué no puedo dejar de pensar en él? Debería estar enojada, humillada, pero en lugar de eso… estoy atrapada en un revoltijo de emociones que me resulta imposible de desenredar.—Ese sujeto es horrible, ¿sabes? —dice de repente William, sacándome de mis pensamientos—. No puedo creer que hayas soportado estar cerca de alguien tan vulgar y… violento.Asiento, sin mirarlo, fingiendo estar de acuerdo, aunque siento que esa conclusión no se siente tan correcta como debería.—Por suerte, tu padre ya le interpuso la demanda. Solo es cuestión de tiempo para que todo termine y puedas estar libre —añade William, con una sonrisa de suficiencia.Esbozo una sonrisa
CAPÍTULO 28: ENCUENTRO INCÓMODOSavannah—Así que es verdad —dice, deteniéndose frente a mí, con los brazos cruzados y una actitud desafiante que no le había visto antes.Trago saliva y lanzo una rápida mirada a Shannon, incómoda. No quiero que esto se convierta en una escena ni que ella escuche más de lo necesario.—¿De qué hablas? —le pregunto, tratando de mantener la calma.Melanie se ríe, pero no de una forma amistosa.—Es verdad que estás embarazada de…Me apresuro a interrumpirla antes de que diga algo que Shannon no deba escuchar.—Mel, no hagamos una escena aquí, por favor —trato de calmar la situación—. Es mejor que…—No me llames así —me corta con una mirada llena de desprecio—. No te has ganado el derecho.Me detengo, sorprendida por la dureza de su tono, y siento el calor subiendo a mis mejillas. No he esperado que las cosas estuvieran perfectas entre nosotras, sé que no le caigo bien, pero esto es peor de lo que imaginaba.—Melanie, ¿por qué me estás hablando así? —pregun
CAPÍTULO 29: TE JURO QUE NO LO SABÍASavannahCinco días después…Espero fuera de la sala del juzgado, con las manos sudorosas y el corazón latiendo a mil por hora. No pensé que estaría tan nerviosa. En teoría, todo está preparado y mi padre me ha asegurado que el juez estará de nuestro lado, pero nada me quita este malestar en el estómago, como si algo no estuviera bien.Finalmente, llaman a las partes y camino con mi abogado hacia el interior de la sala. Mi vista se posa en Logan, que está sentado al otro lado con una postura tensa y un ceño profundo. A su lado, un hombre de tez oscura con una mirada determinada —su abogado, imagino—, y al otro, la abuela Helen. Ella ni siquiera voltea a verme, y no puedo evitar sentir un vacío en el pecho. Esta mujer que alguna vez me trató con afecto, ahora me mira como si fuera una extraña.El juez comienza a hablar, pero sus palabras apenas llegan a mis oídos. Todo parece tan lejano, y mis nervios me mantienen al borde de la silla, mientras trat
CAPÍTULO 30: PEDIDO DE AYUDA INESPERADOSavannahRegreso a casa sintiéndome como si estuviera hecha pedazos. Mis pensamientos están llenos de todo lo que sucedió en el tribunal, del odio en la mirada de Logan, y de las palabras del abogado sobre esa supuesta cláusula. Intento calmarme mientras cierro la puerta tras de mí, pero la furia y el desconcierto se imponen. Voy directo al despacho de mi padre, que ya se encuentra ahí, revisando unos documentos con total tranquilidad, como si nada de lo que acabamos de hacer hubiera tenido consecuencias.—Necesito una explicación —le digo sin rodeos.Él levanta la vista, sin inmutarse.—¿Una explicación de qué, Savannah? Todo salió perfecto, exactamente como planeé.Me acerco, tratando de contener la rabia que se acumula en mi pecho.—¿Por qué no me dijiste nada sobre la cláusula de infidelidad? —le espeto—. Tenía derecho a saberlo. ¿Por qué jugaste esa carta sin decirme nada?Él se reclina en su silla, con una sonrisa despreocupada, como si mi
CAPÍTULO 31: DESAGRADECIDOSavannahLa espera en la sala de hospital se alarga más de lo que puedo soportar. Me habían dicho que la operación de Melanie duraría una hora, pero ya ha pasado más del doble de tiempo. Cada minuto que pasa siento cómo la ansiedad se enrosca más y más en mi pecho, oprimiéndome. A mi alrededor, otras personas esperan también con miradas cansadas y preocupadas, pero yo me siento atrapada en mi propio y pequeño infierno.Mis manos tiemblan, así que decido bajar a la cafetería a buscar un café, con la esperanza de mantenerme ocupada. Quizás un poco de cafeína me ayude a despejar la mente y a calmarme. Mientras espero en la fila, mi mente sigue volviendo a la última conversación que tuve con Melanie, al miedo en sus ojos, a su necesidad de que guardara silencio sobre todo esto. Pero ¿y si algo sale mal? ¿Debería llamar a Logan? Sé que ella no quiere que se entere, pero no puedo evitar pensar que tal vez él debería estar aquí.Con el café en mis manos, regreso a
CAPÍTULO 32: CHIQUILLA INSUFRIBLELoganEntro en la habitación de mi hermana con el corazón acelerado, puedo escuchar el retumbar en mis oídos, que no se acompasa con el rítmico pitido del monitor al lado de la cama de Melanie. Entro despacio; mi mirada se encuentra con la de mi hermana, y veo cómo el miedo destella en sus ojos antes de que los baje rápidamente. Aprieta las sábanas con sus manos y tiembla como si temiera lo que estoy a punto de decirle.—Logan —susurra—… ¿qué haces aquí? Te juro que puedo explicarlo, por favor… —empieza a decir apresurada, como si tuviese miedo de que yo le hiciese daño, ¿así es como me ve?Me acerco sin dudarlo y sin decir una sola palabra la envuelvo en un abrazo. No suelo ser de los que muestran afecto abiertamente, pero hoy es diferente. La noto encogerse al principio, sorprendida, y luego se rinde, hunde el rostro en mi hombro y suelta un llanto que parece salirle del alma.—Lo siento tanto —dice entre sollozos—. Te mentí.Noto cómo mi mandíbula