La cena fue todo un acontecimiento, como siempre. Marc hizo que fuera un evento especial, dentro de uno. Había dejado en cada habitación un traje como de mesera sexy pero elegante. Falda negra de tul, como de bailarina, muy corta. Medias de ligas negra, una pequeña tanga a juego. Pezoneras con plumas negras y un pequeño delantal blanco con volados. Nos pidió a los Dominantes que usáramos traje sobrio, por lo que me puse un traje negro con rayas grises, camisa y corbata negra.
Cuando llegamos a la mesa, solo había cuatro puestos con su vajilla más fina y costosa. En una cena protocolar, las sumisas no comen en la mesa con sus Dueños, sino en el piso o en la cocina. Esta vez, cada una de ellas servían los platos, llenaban nuestras copas y estaban pendientes de que todo estuviera en orden. Generalmente, Sam y yo no hacíamos esas cosas, siempre comíamos juntos, pero para variar, era algo muy divertPor la tarde, volvimos a reunirnos en el salón. Esta vez Sam se quedó a mi lado, no participó con nadie más. El único punto de toda la reunión, en donde se vio interrumpido el buen ambiente, fue cuando Brittany se negó en rotundo a estar con Scott. Luego de que Luke le preguntara si quería utilizar su palabra de seguridad y ella asintió, se retiró a la habitación y no volvió a bajar hasta la cena.Esta vez, la velada fue un poco extraña, ninguna de las sumisas podía utilizar sus manos o bocas. Todas llevaban solo unas bragas pequeñas en blanco, los pechos al descubierto con pinzas en sus pezones e iban descalzas. Llevaban un arnés ajustado al torso con una bandeja, sus manos atadas a la espalda y sujetas a un collar de inmovilidad; mordazas en sus bocas, con una pelotita en medio. La única que tenía libertad en sus extremidades era Brittany, que cargab
Cuando la sesión terminó, llevé a Sam a la ducha, nos bañamos juntos y volvimos con el resto. Todos estaban ya esperando. Situé a Sam en medio de la sala, tomé su rostro entre mis manos y la besé con dulzura.—Eres absolutamente perfecta y no podría pedir mejor sumisa y mujer que tú. Tu entrega me hace enormemente feliz y estoy tan orgulloso de ti, pequeña… eres todo lo que un Dominante desea, y eres todo lo que este hombre ama. —Recogí la caja negra y se la ofrecí, ella la tomó con manos temblorosas y los ojos colmados de lágrimas.—¿Amo? —preguntó confusa.—Hemos recorrido un largo camino, Sam, pasamos duras pruebas juntos, y llegamos a conocernos a la perfección. ¿Confías en mí?—Por supuesto, Amo —respondió sin ningún titubeo.—¿Me
Al volver a casa, no podíamos depegarnos uno del otro, nuestra relación había dado un enorme paso hacia el lado correcto. Sam tardó unos días en recuperarse del branding, pero quedó precioso, gracias a los cuidados recibidos. Kara seguía en la búsqueda de un nuevo hogar y Samantha comenzó a trabajar con Britt en su empresa. A mitad de semana, recibimos noticias de que el Juez Rogers había sido asignado a nuestro caso y había emitido sitaciones para presentar la demanda de clase ante él. En este tipo de casos, casi nunca se llega a juicio, sino que se produce un acuerdo entre las partes, pero cada uno debe exponer su parte. La primera mediación estaba prevista para los primeros días de enero. Media oficina estaba metida en el caso, ya que eran un total de veinticinco familias damnificadas. Por suerte, contábamos con la nueva asistente, una joven muy proactiva y eficiente
Casi sin darnos cuenta, la primera mediación llegó. Esa mañana, Ryan, Scott y yo nos presentamos en el juzgado y presentamos el caso y las pruebas a su señoría. Quinteros eligió un viejo conocido mío como su representante legal, un tipo duro, pero tan arrogante como previsible. Supe de inmediato que intentaría desistimar nuestro caso con una defensa absurda y sin ninguna base.—¿Qué tal tu vida, Dorian? Espero que sin sobresaltos —comentó sarcástico Quinteros cuando salimos del despacho.—Nada que no pueda manejar. Las ratas hay que exterminarlas de raíz —respondí sin darle mucha más chance de seguir con su maldito juego.El martes, Sam y yo salimos a cenar con su amiga July y su nuevo novio, un muchacho simpático y divertido con el que congenié de inmediato. Terminamos dando un paseo por Central Park y Sam y su amiga apr
—Hola, Marc —saludé con un apretón de manos, Kim se acercó de rodillas, como siempre. Besó mi zapato y no dijo nada.—Buenas noches, Samantha- ¿Cómo te encuentras? —preguntó mi amigo mientras besaba la palma de la mano de mi novia—. Dorian, un placer como siempre.—Buenas noches, Amo Marc. Kim. —Saludó mi pequeña educadamente.—¿Qué tal la noche? —interrogué.—Tranquila, parece haber muchas parejas nuevas.—Eso veo, muchas caras desconocidas.—Es esa maldita película, hace que mucha gente sienta curiosidad por este mundo.—Mientras lo hagan a consciencia… un whisky en las rocas y un cosmo, por favor —pedí al barman. Pasé uno de mis brazos por la cintura de Sam y la apreté con más fuerzas a mí.A los pocos minutos,
Para la mitad de la semana, Kara se mudó a su nuevo departamento, por suerte estaba muy cerca de mi casa, y podía visitar a Isa seguido. El miércoles la ayudé a llevar sus cosas a su nuevo hogar y mi sobrina entusiasmada me enseñó su habitación, que ya estaba decorada. Era la única parte de todo el apartamento que estaba terminado y perfectamente decorado, el resto, lleno de cajas y cosas sin acomodar. Sam aprovechó para ayudar a mi cuñada a organizar todo mientras yo volví a la oficina.Al llegar a casa, pasada las siete, Samantha me esperaba completamente desnuda, con un delantal de cocina, mientras removía algo sobre la estufa.—Vaya, vaya… pero, ¿qué es esto, señorita Clark? —pregunté divertido mientras dejaba mi portafolio y el saco sobre el sillón.—La cena, señor Archibald. Creí que podríamos
La segunda mediación fue un fracaso rotundo, le comuniqué al juez que no habíamos llegado a un acuerdo, y considerando que Quinteros no estaba dispuesto a negociar las condiciones de un acuerdo, no tuvo más remedio que poner fecha al juicio. Treinta días a partir de ahora. Era todo el tiempo con el que contábamos para reunir las pruebas necesarias de las intimidaciones de Quinteros, y conseguir un veredicto favorable para los inquilinos.—Te arrepentirás de esto, Archibald —soltó Quinteros cuando salía de la oficina del mediador. Ni siquiera me gasté en mirarlo, sus amenazas me tenían bastante cansado. No veía la hora de terminar con todo esto y que ese sinvergüenza pagara por todo lo que había hecho.En la oficina todos los esfuerzos se pusieron en mi caso, Scott se reunió con sus contactos policiales para tratar de encontrar pruebas de los negocios turbi
Al día siguiente, llamé a mi madre desde la oficina y la invité a almorzar para que pudiéramos hablar, como me había pedido. Al llegar al restaurant que ella eligió, ya estaba ahí, vestía un traje rosa pálido y negro, muy de su estilo, y su impecable peinado recogido.—Madre —saludé con dos besos, como de costumbre.—Hola, Dorian. ¿Cómo te encuentras?—Muy bien, ¿y tú?—Terrible. Toma asiento. —El camarero tomó las órdenes y se fue.—¿Qué sucede? —pregunté preocupado. Que mi relación con mis padres no fuera la mejor, no significaba que no me importara lo que les pasara, eran mis padres, después de todo.—Es tu padre, está empeorando, creo que la partida de Kara e Isabel le afectó más de lo que pensaba.—¿