La segunda mediación fue un fracaso rotundo, le comuniqué al juez que no habíamos llegado a un acuerdo, y considerando que Quinteros no estaba dispuesto a negociar las condiciones de un acuerdo, no tuvo más remedio que poner fecha al juicio. Treinta días a partir de ahora. Era todo el tiempo con el que contábamos para reunir las pruebas necesarias de las intimidaciones de Quinteros, y conseguir un veredicto favorable para los inquilinos.
—Te arrepentirás de esto, Archibald —soltó Quinteros cuando salía de la oficina del mediador. Ni siquiera me gasté en mirarlo, sus amenazas me tenían bastante cansado. No veía la hora de terminar con todo esto y que ese sinvergüenza pagara por todo lo que había hecho.
En la oficina todos los esfuerzos se pusieron en mi caso, Scott se reunió con sus contactos policiales para tratar de encontrar pruebas de los negocios turbi
Al día siguiente, llamé a mi madre desde la oficina y la invité a almorzar para que pudiéramos hablar, como me había pedido. Al llegar al restaurant que ella eligió, ya estaba ahí, vestía un traje rosa pálido y negro, muy de su estilo, y su impecable peinado recogido.—Madre —saludé con dos besos, como de costumbre.—Hola, Dorian. ¿Cómo te encuentras?—Muy bien, ¿y tú?—Terrible. Toma asiento. —El camarero tomó las órdenes y se fue.—¿Qué sucede? —pregunté preocupado. Que mi relación con mis padres no fuera la mejor, no significaba que no me importara lo que les pasara, eran mis padres, después de todo.—Es tu padre, está empeorando, creo que la partida de Kara e Isabel le afectó más de lo que pensaba.—¿
La primera instancia del juicio dio comienzo. Al momento del alegato inicial, hice incapié en la ilegalidad de los actos de Quinteros para desalojar a sus inquilinos y en la historia criminal de este.Williams, por su parte, intentó desprestigiar a mis clientes, alegando que solo buscaban un resarcimiento económico de un buen hombre, algo completamente ilógico.Samantha me apoyó en todo momento, incluso intentó ayudarme como podía, preparánonos comida o café cada noche que pasábamos trabajando. Al final de la primera semana de juicio, decidí recompensarla llevándola a “Temptation” para distraernos un poco. Estaba hasta el cuello de testimonios y alegatos.Llegamos al club cerca de medianoche, luego de cenar en un precioso restaurant frances, solo nosotros dos. Nuestros amigos ya se encontraban allí cuando llegamos. Saludamos a todos y pedimos unas bebi
El juicio duró casi un mes, y para cuando tocó presentar los alegatos finales, yo estaba absolutamente seguro que el juez se inclinaría a nuestro favor. Volví a hacer incapié en la falta de legalidad de las acciones de Quinteros, en las intimidaciones y en los derechos de mis clientes que fueron violados. Luego del receso del almuerzo, volvimos a la corte para escuchar el veredicto del juez, que fue decididamente a favor de los inquilinos. Decretó que Quinteros pagara la suma de cinco millones de dólares en resarcimiento de daños y perjuicios. Y lo obligó a que les otorgara tres meses de plazo para el desalojo.Todavía debíamos esperar para saber qué les correspondía a cada uno, eso lo dictaminaría el mismo juez, en base a los daños ocasionados a cada familia. Pero estaba feliz de que esa gente tuviera por fin algo de justicia y que Quinteros supiera que no iba a salirse c
—Dorian… necesito que vengas al hospital lo antes posible. —La voz de Luke me advirtió que algo malo estaba sucediendo, mi temor creció y me fue imposible respirar. Me aferré con una mano al volante tan fuerte hasta que dolió.—¿Qué sucede?—Te lo diré en cuanto llegues, te espero en la entrada. —Y colgó.Tiré el teléfono sobre mi regazo, me aferré con ambas manos al volante y dejé caer mi cabeza pesadamente sobre él. Incité a mi cuerpo a responder, mis pulmones cedieron y el aire me recorrió entero. Mi cerebro cooperó y me puse en marcha. No quería pensar, si lo hacía, posiblemente terminaría mal. Necesitaba llegar al hospital cuanto antes.El viaje fue eterno. Cuando estacioné, corrí hasta la entrada y allí estaba Luke, con cara de preocupación y algo aturdid
Cuando Kara llegó, Sam seguía en el quirófano y no teníamos ni una noticia de su estado. Luke me tranquilizó diciendo que esas eran buenas noticias. Decirle a Kara lo sucedido fue un suplicio. Ella no soportó la tesión y se desmayó en mis brazos. Luke de inmediato se hizo cargo, y cuando ella volvió en sí, traté de tranquilizarla, pero estaba con una ataque de nervios, por lo que mi amigo creyó que era mejor hospitalizarla y darle algún calmante. Busqué entre sus cosas el teléfono de Adam, y le pedí que viniera al hospital. Unos minutos después, llegó. Le expliqué lo sucedido y, por supuesto, ofreció su ayuda, y su dinero, que no era mucho, pero todo servía. Para cuando Blake llegó, el cirujano apareció.—Luke. —Llamó a mi amigo y mientras Blake se abrazaba a mi cintura, él nos presentó.
Luke me indicó dónde se encontraba Kara y fui a verla. Pero, al llegar a la habitación que le habían designado, solo encontré a Adam sentado a su lado. Kara estaba profundamente dormida. Lo puse al tanto de la situación, por si ella despertaba y preguntaba por Isa. Luego me marché a la sala de espera de la UCI; allí estaban todos, sus rostros lucían preocupados y acongojados. La impotencia me embargó, no podía quedarme quieto sabiendo que las dos mujeres que más amaba estaban en peligro por mi culpa.—Luke, llámame si Sam despierta o hay algún cambio. —Le indiqué. Blake abrió los ojos sorprendida hacia mí e intentó detenerme.—¿A dónde vas, Dorian? —dijo con preocupación mientras me sostenía del brazo.—Volveré, no puedo quedarme aquí sin hacer nada.&
Cinco semanas despuésEl hospital se volvió mi hogar, no me alejé de ahí por más de dos horas al día, solo iba a casa a ducharme y volvía a su lado. Samantha aún estaba en coma. Y, para esta altura, nadie sabía si algún día iba a despertar. Los médicos no tenían muchas esperanzas, pero yo sabía que lo haría, mi pequeña estaba luchando, en algún lugar dentro de su mente, supe que me escuchaba y aún peleaba por volver a mí.Blake me había dicho que el embarazo iba bien, que mientras ella estuviera respirando, el bebé podría crecer sano. Ella se aseguraba de que así fuera.Pero entonces su médico principal me explicó que lo mejor sería dejarla ir, que estar conectada a máquinas no era vida. Pero era decisión de su madre si seguían con la asistencia mecánica
Sentí mi cabeza como una olla a presión. El dolor me abrumaba, era un constante y persistente sonido agudo que me provocaba jaqueca. Intenté abrir los ojos, pero solo pude ver como si fuera a través de una nube espesa. Las voces se difuminaban a lo lejos, como si estuviera encerrada en algún lugar y solo pudiera escuchar a través de las paredes circundantes.Y ese latido que escuchaba, un ligero y constante golpeteo en mi interior, imaginé que era debido al dolor. Pero había algo más… algo que aún no entendía del todo.—Sus signos siguen estables, no entiendo por qué no despierta… —Blake, estaba segura, aunque la escuchaba a lo lejos, reconocía su voz dulce y armoniosa.—Necesita más tiempo, ella podrá. Despertará, lo sé. —Esta vez, era Dorian, mi amor, mi único amor, estaba aquí… aunque