Infierno

Solo había una tenue luz de pequeñas velas que estaban en candelabros pegados a la pared, miré a mi alrededor las paredes eran de cementos, olía a azufre, y hacia un poco de calor, me miré y llevaba puesto un vestido negro que me llegaba a los tobillos se ajustaba un poco a mi cuerpo, caminé despacio el eco de mis pisadas torturaba mis oídos, sentía un escalofrío recorrer mi espalda.

Sentí un pequeño calor en mis pies, miré al suelo y estaba inundado de una sustancia extraña, me incliné y la toqué con la yema de mis dedos, era roja carmesí la reconocí rápidamente sangre era sangre y literalmente había un río de sangre por el pasillos, corrí desesperadamente y resbale mis manos se llenaron de sangre, me puse de pie y seguí corriendo ¡Gritos, lamentos, sollozos!, Corrí más rápido en dirección a ese sonido me encontré con una gran puerta de color rojo la abrí y detrás de esa puerta estaba el infierno.

—¡No!...¡No!...¡No! ¡puede ser!—Di un paso adelante enfrenté de mí el cuerpo de Alo
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