Me levanté y vi a Katie llena de sangre con un cuchillo clavado en el estómago. Empecé a llorar y a gritar, pero en seguida alguien tapó mi boca con una mano. Por el rabillo de mi ojo pude ver a Blake.
—Calla, pequeña. Solo un momento. Calma—dijo en mi oído. El miedo me inundó e intenté escapar de su agarre, lágrimas caían por mi cara. Kate a mi lado era la prueba de que él sí era un asesino.
—Suéltame, por favor—rogué, mientras las lágrimas caían por mi cara. Mis miedos confirmados hacían que me doliera cada parte de mi cuerpo. Un fuerte estruendo proveniente de la sala de estar, llamó mi atención haciéndome callar por un momento.
Un su
El sonido del ascensor llamó nuestra atención, abrí los ojos y Blake estaba en una de las esquinas con su mirada puesta en las puertas, las cuales empezaban a abrirse. Vergüenza empezó a surgir en mí justo cuando un grupo de personas se aglutinaron en nuestra dirección para comprobar nuestro estado.—Tienes la cara algo roja y tus ojos también, ¿estuviste llorando?—preguntó una de las personas. Asentí y mirando a Blake que ahora me miraba expectante, añadí—: No me van bien los espacios cerrados. Entré en pánico cuando el ascensor paró y no pude evitar llorar, aparte hacía algo de calor ahí dentro.La persona que preguntó pareció entender ya que una sonrisa de lástima cruz&oac
En ningún momento pude haber predecido que al final iba a terminar besándome, estaba segura de que iba a ser yo quien lo besaría primero, de hecho, si por mi fuera lo habría besado el día que lo conocí. El shock se esfumó en el momento en el que las olas de electricidad empezaron a recorrer mi cuerpo, empezando desde nuestros labios. Abrí los ojos como platos al sentir lo placentero que se sentía tener sus labios sobre los míos y la corriente recorrer mi cuerpo. Se alejó de mí por un momento. Entonces fui yo la que decidió continuar. Cerré los ojos y me acerqué a él, dejándome llevar por el mar de sensaciones que se abrían paso dentro de mí, abrí mis labios para permitir que su lengua entrara en mi boca, perdiendo el poco control que tenía cuando nuestras lenguas se encontraron. Su lengua bailaba con la m&i
Regresé a la casa exhausta por las clases y todas las emociones del día. Había tenido muy presente a Blake en mi mente, lo que había sido tortuoso, ya que sabía que no estaría aquí esta noche. Es increible, cuanto los sentimientos de una persona podía cambiar con solo una semana de haber conocido a otra. Cuando me quité la ropa y me vi en el espejo, noté que mi collar estaba más negro que ayer. Esto empezaba a preocuparme y ni siquiera tenía el número de Blake para comunicarme con él y así evitar hablar directamente.—Deja de pensar Charlotte y vete a dormir de una vez por todas.Tomé una ducha, cogí unos shorts y un top y me metí en la cama, esperaba que mis sueños hoy tuviesen piedad de mí y me d
BLAKE—No siempre es así—murmuré. Sabía que solo era admiración lo que ella sentía, pero también sabía que lo encontraba atractivo, por lo que se hizo imposible no decir algo, cuando ella lo regresó a ver, ignorándome por completo. Se retiró de la oficina, sin siquiera verme. Sentía mi orgullo herido.—Sé por qué te interesa tanto—dijo Stefan, mientras me miraba desde el escritorio.—Ya no se trata solo de eso—respondí, levantándome del sillón para ir a la oficina de Charlotte.Escuché que sus pasos se acercaban a la puerta por lo que decidí esperar fuera.
¿Cómo me sentía? No estaba segura de cómo responder a esa pregunta, ya que lo desconocía. Sabía que él me gustaba y me atraía como nunca nadie en el pasado lo había hecho. Me gusta estar alrededor de él, conversar, reír, ver películas. Su manera de ser, es lo mejor. Puede ser tan dulce y al mismo tiempo puede llegar a ser tan insufrible, que se me hace imposible odiarlo con tal combinación.Sin embargo, después de todo lo que ha pasado, ahora de lo que más dudaba era de si merecía a este sujeto que tenía enfrente. Me había salvado la vida en dos ocasiones y lo que yo hice fue pensar lo peor de él cuando la oportunidad de dudar se presentó. Eso me hacía sentir como basura.—Pequeña, tranquila. No pa
Cuando Blake regresó, mencionó que Stefan estaría acompañándonos, porque le había interesado el caso. Dudé de aquello, pero acepté, sabía que Stefan era realmente bueno en lo que hacía y de verdad necesitaba la ayuda.Nos dirigimos a la oficina del abogado Martínez, yo en mi auto con Blake y Stefan en el suyo. Blake me comentaba las maneras en las que podría evitar perder la casa, que de una u otra manera, consistía en endeudarme por unos cuantos años más. No me molestaba aquello, de hecho era justamente lo que esperaba.—Hace mucho tiempo que no venía por aquí—murmuró Stefan, cuando entrabamos al edificio.—¿Solían venir con fre
Me alejé un poco de él para poder mirarlo a los ojos, la preocupación brillaba en ellos, ¿de verdad estaba pasando esto? ¿estaba ahora en peligro? Tenía tantas preguntas y en lugar de ir contestando algunas de ellas con lo que me iba enterando de mi misma y de mis padres, todo parecía empeorar, la lista se alargaba cada vez más.—Tranquila, pequeña. Veremos la manera de solucionar todo—murmuró en mis labios, cuando se acercó posando cada mano a cada lado de mi cara. Dejó un beso en mis labios y luego agregó—:Toma asiento, hoy día cocinaré yo. ¿Una ensalada y papas fritas?Asentí. En ese preciso momento lo que menos me importaba era la comida. Sin embargo, a él parecía importarle bastante, y en parte lo agra
No le había comentado a Blake sobre mi reunión con el abogado Martínez mañana, de hecho, lo había olvidado por completo. Pensaba decírselo durante la cena hoy, pero parece que lo haría después.Cenamos con Joseph y Kat en mi casa. No había recibido ningún mensaje, ni llamadas de Blake. “¿Cenaste con tu amigo?”, le escribí, después de que no pude controlar mi ansiedad por saber algo de él. No recibí respuesta, por lo que terminé rindiéndome y concentrándose en la película que habíamos puesto. No tenía nada de sueño, por lo que cuando Kat se fue seguí en la televisión.—Encontré un par de pijamas y un par de trajes en la habitación—escuché a Joseph